La vacunaci¨®n: ¨¦xito colectivo

Tras un inicio titubeante ¡ªen gran medida por problemas de suministro y dudas acerca de los efectos colaterales¡ª, el proceso de vacunaci¨®n ha adquirido en Espa?a un admirable ritmo que la ha colocado en la vanguardia mundial, superando en porcentaje de personas con pauta completa a pa¨ªses que hab¨ªan empezado con mucho mejor ritmo ¡ªcomo Estados Unidos o el Reino Unido¡ª y tambi¨¦n situ¨¢ndose por delante de los principales pa¨ªses europeos que comparten el mismo programa de suministro organizado por la Uni¨®n Europea. Hace tres meses, Estados Unidos ten¨ªa 20 puntos porcentuales de ventaja y el Reino Unido m¨¢s de 10 con respecto a Espa?a en cuanto a pauta completa: ahora andan detr¨¢s, igual que Alemania, Francia o Italia.

Se trata de un ¨¦xito colectivo sobre el que merece la pena reflexionar, ya que se?ala puntos fuertes sobre los que se apoya el proyecto espa?ol. En primer lugar, despu¨¦s de los problemas iniciales vinculados a los fallos de suministro por parte de la compa?¨ªa AstraZeneca, las operaciones de compra centralizada y reparto gestionadas por la Comisi¨®n Europea han permitido una llegada sostenida y constante de dosis. Esto, sin llegar a los extremos de proteccionismo a los que recurrieron Washington y Londres. El anclaje europeo es una extraordinaria fortaleza que la ciudadan¨ªa espa?ola deber¨ªa apreciar en todo su valor, que se ver¨¢ reforzado con la paulatina entrega de los fondos de ayuda. En segundo lugar, ya en clave nacional, el resultado evidencia en t¨¦rminos generales una buena gesti¨®n de las autoridades administrativas involucradas ¡ªGobierno y comunidades¡ª y del conjunto del sistema de salud p¨²blico, una red con una excelente implantaci¨®n en el territorio y en la sociedad espa?ola, cuya capilaridad y la confianza que inspira son claves en este ¨¦xito. De la misma manera, debe destacarse una actitud ciudadana mayoritariamente madura y sabia, en la que escepticismos o negacionismos irracionales parecen darse con menor intensidad que en otros pa¨ªses occidentales.

As¨ª las cosas, Espa?a se acerca al umbral del 60% de personas con pauta completa, con un ritmo de administraciones que, aunque reducido con respecto al pico de hace unas semanas, sigue siendo considerable. Debe sin duda prestarse atenci¨®n a la ralentizaci¨®n del ritmo y al riesgo de empezar a topar con una bolsa de ciudadanos recalcitrantes a ser inmunizados. Sin embargo, la marcha globalmente positiva del programa induce a considerar desaconsejables, al menos de momento, ciertas medidas coercitivas o de fuerte presi¨®n que se est¨¢n planteando en otros pa¨ªses del entorno. Francia, por ejemplo, benefici¨¢ndose del mismo programa europeo, va 10 puntos porcentuales detr¨¢s en cuanto a personas con pauta completa. En Espa?a, al menos de momento, la enorme mayor¨ªa de los ciudadanos que no se ha inmunizado es porque no ha podido, no porque no haya querido.

En el conjunto de la UE, pese a que la ralentizaci¨®n en algunos pa¨ªses causa justificada inquietud, debe destacarse que un liderazgo europeo inteligente ha permitido al bloque avanzar de forma cohesionada y solidaria hasta alcanzar a EE UU en cuanto a porcentaje de personas con pauta completa, recuperando una desventaja que fue superior a los 20 puntos. Ahora llegar¨¢n los fondos. Actitudes racionales y nobles han mantenido el proyecto com¨²n lejos de la selva oscura en la que se podr¨ªa haber perdido.