Primer revulsivo
El proyecto para reformar el sistema universitario abre un debate necesario
Este proyecto de ley no es todav¨ªa el revulsivo que el sistema universitario necesita, pero puede acabar si¨¦ndolo. La Ley Org¨¢nica de Universidades (LOU) se reform¨® en 2007 para incorporar los requerimientos del espacio universitario europeo, pero tanto la inercia como la falta de adaptaci¨®n a las nuevas necesidades han dejado ese marco obsoleto. No responde ya a las necesidades de una nueva sociedad en r¨¢pida transformaci¨®n y basada en el conocimiento.
...
Este proyecto de ley no es todav¨ªa el revulsivo que el sistema universitario necesita, pero puede acabar si¨¦ndolo. La Ley Org¨¢nica de Universidades (LOU) se reform¨® en 2007 para incorporar los requerimientos del espacio universitario europeo, pero tanto la inercia como la falta de adaptaci¨®n a las nuevas necesidades han dejado ese marco obsoleto. No responde ya a las necesidades de una nueva sociedad en r¨¢pida transformaci¨®n y basada en el conocimiento.
El proyecto de ley que acaba de presentar el Gobierno puede propiciar una reconexi¨®n con la sociedad actual y remediar algunas de las carencias hist¨®ricas de una Universidad con propensi¨®n al corporativismo gremial, ¨ªndices de endogamia desmedidos y un hist¨®rico e inaceptable maltrato a sus figuras contractuales m¨¢s d¨¦biles (los profesores asociados). Los recortes y la congelaci¨®n de plantillas por la crisis de 2008 multiplicaron la situaci¨®n de precariedad e inestabilidad en las universidades p¨²blicas, con tasas que en algunos casos se acercaron al 50% del profesorado. Para combatir esa situaci¨®n, muchas universidades echaron mano de forma abusiva de la figura del profesor asociado, y ese tendr¨¢ que ser uno de los cap¨ªtulos fuertes de esta ley para responder a una de las demandas m¨¢s consistentes y justas del profesorado, demasiadas veces sin el respaldo de los funcionarios (titulares y catedr¨¢ticos), pese a la flagrante discriminaci¨®n en que los asociados han desarrollado su trabajo. Ni puede haber regularizaci¨®n autom¨¢tica ni puede seguir todo igual: el profesor asociado no es una v¨ªctima por definici¨®n y su figura tiene pleno sentido (contratar a un profesional de prestigio para que enriquezca a la universidad) pero el uso torcido de esa figura ha sido demasiado com¨²n.
De acuerdo con el proyecto, la temporalidad se reduce a un 20% frente al 40% actual, adem¨¢s de la exigencia de destinar al menos un 5% del presupuesto y el 15% de las plazas permanentes a la investigaci¨®n. La reciente proliferaci¨®n de universidades privadas con mentalidad de academias de lujo habr¨¢ aconsejado impulsar este nuevo criterio, del mismo modo que parece oportuna la creaci¨®n de un doctorado industrial vinculado con las empresas y la creaci¨®n de pasarelas entre la Universidad y la Formaci¨®n Profesional.
En el nuevo proyecto, los m¨¦ritos docentes contar¨¢n tanto como los de investigaci¨®n, aunque son actividades de dif¨ªcil y muy dispar valoraci¨®n. Es verdad que la ley aborda tambi¨¦n la endogamia, pero quiz¨¢ sin la suficiente determinaci¨®n. Frente al modelo que ya adopt¨® la universidad hace a?os, con un tribunal de siete miembros, ¨ªntegramente escogido por sorteo, este proyecto limita la propuesta a que la universidad convocante est¨¦ en minor¨ªa en los tribunales y el resto de los miembros se elija por sorteo entre profesores de una base de datos nacional e internacional. Mejora sin duda el sistema actual, pero podr¨ªa ser m¨¢s valiente, igual que lo ha sido al romper el coto cerrado de los departamentos para facilitar la contrataci¨®n temporal y estable de un ¡°profesor distinguido¡± ajeno a la universidad. Tambi¨¦n la promoci¨®n de la igualdad de g¨¦nero est¨¢ entre las virtudes de la ley y es, por tanto y en varios sentidos, un valioso punto de partida para reabrir sin miedo el debate en torno al sistema universitario.