Numantinismo inconstitucional
El bloqueo del PP a la renovaci¨®n del CGPJ da?a ya el prestigio y el funcionamiento de la Justicia
La apertura del a?o judicial, un acto solemne presidido por el rey Felipe VI que sirve para lucir el valor de la Justicia y la independencia de ese poder clave del Estado, llega en el peor momento de la reciente etapa democr¨¢tica.
El Gobierno de los jueces, un ¨®rgano encargado de elegir a los cargos de las distintas instancias judiciales, de informar sobre proye...
La apertura del a?o judicial, un acto solemne presidido por el rey Felipe VI que sirve para lucir el valor de la Justicia y la independencia de ese poder clave del Estado, llega en el peor momento de la reciente etapa democr¨¢tica.
El Gobierno de los jueces, un ¨®rgano encargado de elegir a los cargos de las distintas instancias judiciales, de informar sobre proyectos de ley del Gobierno y de aplicar la funci¨®n disciplinaria dentro de la carrera judicial, lleva casi tres a?os con el mandato caducado y, desde hace unos meses, sin hacer nombramientos.
La reforma legal que impuls¨® el Gobierno proh¨ªbe al caducado CGPJ nombrar jueces para audiencias provinciales, tribunales superiores de Justicia, Audiencia Nacional o Supremo. Eso implica, en muchos casos, dejar vacantes puestos clave por jubilaci¨®n o fallecimiento del titular, lo que complica el funcionamiento de la Administraci¨®n de Justicia.
La actual situaci¨®n del Consejo supone un grave incumplimiento de la Constituci¨®n por parte del Poder Legislativo, al que corresponde renovar ese ¨®rgano mediante la elecci¨®n de 20 nuevos vocales. Este incumplimiento solo es atribuible al PP de Pablo Casado, atrincherado en su rechazo a cualquier acuerdo y sin cuyos votos es inviable la renovaci¨®n.
El l¨ªder conservador ha dado muestras claras de su filibusterismo para justificar el bloqueo con excusas variopintas. Casado condiciona ahora la renovaci¨®n a una reforma legislativa que deje en manos de los jueces la designaci¨®n de 12 de los 20 vocales. Es la misma idea con la que el PP se present¨® a las elecciones generales de 2011 que gan¨® con mayor¨ªa absoluta. El Gobierno de Rajoy prometi¨® en el Congreso aprobar una ley para devolver a los jueces la potestad de elegir a 12 de los 20 vocales y redact¨® un proyecto de ley para el que ten¨ªa mayor¨ªas absolutas y suficientes en el Congreso y en el Senado. Pero Rajoy retir¨® esa propuesta apenas seis meses despu¨¦s de llegar a La Moncloa.
El PP pens¨® entonces, estando ellos en el Gobierno, que no era la hora de entregar ese poder a los jueces. El mensaje de WhatsApp de un dirigente del partido dirigido a los suyos explic¨® crudamente la estrategia cuando ten¨ªan pactada en 2018 con el PSOE la renovaci¨®n del CGPJ con la propuesta del magistrado Manuel Marchena como presidente. El mensaje se congratulaba porque Marchena les controlar¨ªa ¡°por la puerta de atr¨¢s¡± la Sala de lo Penal, la que enjuicia a los pol¨ªticos corruptos.
La publicaci¨®n de aquel whatsapp consigui¨®, por primera vez en la historia de la democracia, que un magistrado renunciara a la plaza m¨¢s deseada. Marchena rechaz¨® aquel premio, lo que frustr¨® la renovaci¨®n.
El PP de Casado no reivindic¨® entonces que los jueces eligieran a 12 de los vocales, solo intent¨® renovar el Poder Judicial para situar al frente de ese ¨®rgano a un magistrado con el que ¡°controlar por la puerta de atr¨¢s¡± la sala de lo Penal del Supremo, la misma que sentenci¨® la grave corrupci¨®n del PP en el caso G¨¹rtel.
Espa?a ha experimentado en los ¨²ltimos 40 a?os varios modelos de Gobierno de los jueces, todos ellos constitucionales: el de la elecci¨®n corporativa por parte de los propios jueces; el de la elecci¨®n parlamentaria, o el de la elecci¨®n mixta, como el actual. El Congreso y el Senado eligen ahora a 12 de los 20 vocales de entre una lista de jueces que proponen los propios jueces. El resto (ocho vocales) pertenece a la categor¨ªa de juristas de reconocido prestigio ¡ªno tienen que ser jueces obligatoriamente¡ª que son elegidos directamente por el Congreso y el Senado. Esto ha permitido en los ¨²ltimos a?os que cargos del PP y del PSOE pertenezcan al ¨®rgano de Gobierno de los jueces, algo que deber¨ªa corregirse en el futuro.
Nos puede gustar m¨¢s o menos cada uno de los tres modelos de elecci¨®n del Poder Judicial, pero el vigente es tan constitucional como cualquier otro y hay que cumplirlo, algo a lo que se niega el Partido Popular. El actual modelo de elecci¨®n est¨¢ vigente desde 1986, tiene el aval del Tribunal Constitucional y en sus 35 a?os de vida solo ha encallado cuando el PP ha estado, como ahora, en la oposici¨®n. Rajoy bloque¨® dos a?os la renovaci¨®n siendo presidente Rodr¨ªguez Zapatero.
La manipulaci¨®n de la Justicia por parte del poder pol¨ªtico es una de las asignaturas pendientes de la democracia. El bloqueo impuesto por el PP no se resuelve por la v¨ªa que intent¨® el Gobierno de Pedro S¨¢nchez ¡ªla eliminaci¨®n de mayor¨ªas cualificadas para la renovaci¨®n del Poder Judicial¡ª y que retir¨® con acierto. Tampoco se ha resuelto con la prohibici¨®n de que realice nombramientos un CGPJ en funciones desde noviembre de 2018. A los bloqueadores no parece conmoverles ni el prestigio ni el funcionamiento de la Administraci¨®n de Justicia.
Es urgente que el PP rectifique y negocie la renovaci¨®n del Poder Judicial garantizando que la elecci¨®n de los nuevos vocales se haga sin vetos y respetando el pluralismo pol¨ªtico. Despu¨¦s llegar¨¢ el momento de plantear reformas del sistema. Pero aqu¨ª y ahora, un partido que ha gobernado Espa?a y que aspira a volver a hacerlo, como el que preside Casado, no puede mantener por m¨¢s tiempo su veto a la renovaci¨®n porque significa una vulneraci¨®n inadmisible de las reglas de juego democr¨¢tico.