El ¡®whatsapp¡¯ fue la puntilla para la renuncia de Marchena
Los mensajes de Cosid¨® desencadenaron la decisi¨®n del magistrado
Manuel Marchena ha hecho lo ¨²nico que pod¨ªa hacer. Esta es la opini¨®n generalizada entre los magistrados del Tribunal Supremo tras conocer la renuncia del presidente de la Sala de lo Penal a presidir el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el alto tribunal. Aunque algunos jueces consultados a?aden otra afirmaci¨®n a esa compartida por todos: ¡°Es lo ¨²nico que pod¨ªa hacer, pero no todos los candidatos lo habr¨ªan hecho¡±. ¡°?l es h¨¢bil y listo y sab¨ªa que en estas condiciones no pod¨ªa asumir ese encargo¡±, afirma un magistrado.
?Marchena se hab¨ªa sentido inc¨®modo con la situaci¨®n, seg¨²n las fuentes consultadas, desde que el lunes pasado se difundi¨® el acuerdo entre el PSOE y el PP para ponerle al frente del Poder Judicial antes de que se conocieran siquiera los nombres de los 20 vocales del ¨®rgano de gobierno de los jueces, que son los que supuestamente tienen que elegir a su presidente. El pacto pon¨ªa en jaque una de las m¨¢ximas que Marchena defiende con m¨¢s vehemencia: la independencia de la inmensa mayor¨ªa de jueces espa?oles, incluida la suya. Al presidente de la Sala de lo Penal (Sala Segunda del Supremo) se le considera un hombre de confianza del PP, partido que cont¨® con ¨¦l para puestos de responsabilidad durante los Gobiernos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que propuso su nombramiento al Gobierno de Pedro S¨¢nchez y que ya lo hab¨ªa propuesto para el mismo cargo en 2013. Pero ¨¦l se revuelve ante esta etiqueta y recuerda siempre que desde que en octubre de 2014 lleg¨® a la presidencia de la Sala de lo Penal se han investigado causas que ata?¨ªan a pol¨ªticos del PP y del PSOE.
En el escrito hecho p¨²blico este martes para comunicar su renuncia a presidir el CGPJ, Marchena insiste en ese bagaje: ¡°El examen de las resoluciones que durante estos a?os he dictado como magistrado del Tribunal Supremo ¡ªde forma especial, como presidente de la Sala de Admisi¨®n de las causas contra aforados¡ª es la mejor muestra de que jam¨¢s he actuado condicionando la aplicaci¨®n del derecho a la opci¨®n pol¨ªtica del querellado o denunciado¡±, afirma. Marchena, fiscal de carrera, presume de no pertenecer a ninguna asociaci¨®n judicial ni fiscal y no le gusta que la adscripci¨®n a estas facilite la identificaci¨®n de sus miembros con una determinada l¨ªnea ideol¨®gica, una bandera que dif¨ªcilmente iba a poder enarbolar si aceptada la presidencia pactada por socialistas y populares.
Con todo, el presidente de la Sala Segunda hab¨ªa aceptado ese encargo. Pero en su entorno hab¨ªa expresado su disgusto por c¨®mo se hab¨ªa difundido y entend¨ªa que no contribu¨ªa a disipar las dudas que se han cernido sobre la independencia judicial en las ¨²ltimas semanas, a ra¨ªz, sobre todo, de la sentencia de las hipotecas.
Marchena sab¨ªa tambi¨¦n que la designaci¨®n no hab¨ªa gustado a una parte de la carrera, incluso a jueces cercanos o que valoran positivamente su trayectoria, pero que no compart¨ªan el mensaje que se hab¨ªa lanzado con su designaci¨®n. El pacto entre PP y PSOE tampoco hab¨ªa sido bien recibido en el Supremo y algunos magistrados contrarios a su candidatura se estaban planteando alg¨²n tipo de movilizaci¨®n interna para frenarla o, al menos, plasmar la divisi¨®n entorno a ella.
Pero el detonante de su renuncia ha sido, seg¨²n diversas fuentes, la publicaci¨®n del mensaje de WhatsApp del portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosid¨®, en el que se jactaba de que su partido seguir¨ªa controlando ¡°por detr¨¢s la Sala Segunda¡± del Supremo, la que juzgar¨¢ a los l¨ªderes independentistas catalanes y la que dirige Marchena. El magistrado no hace menci¨®n expresa a estos mensajes en el comunicado mediante el que ha anunciado su decisi¨®n, pero s¨ª alude a ellos de forma indirecta. ¡°Jam¨¢s he concebido el ejercicio de la funci¨®n jurisdiccional como un instrumento al servicio de una u otra opci¨®n pol¨ªtica para controlar el desenlace de un proceso penal¡±. Ahora, con su renuncia, ¨¦l mantendr¨¢ el control del tribunal del proc¨¦s.
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