La subida del SMI: necesaria y oportuna

La subida del salario m¨ªnimo interprofesional (SMI) es una medida acertada, tanto en lo econ¨®mico como en lo pol¨ªtico. En primer lugar, el SMI espa?ol se encuentra entre los m¨¢s bajos de la UE, todav¨ªa lejos del umbral del 60% del salario medio que recomienda la Carta Social Europea. Adem¨¢s, no puede obviarse que el SMI ha permanecido congelado a lo largo de los nueve primeros meses de 2021, una situaci¨®n que por mucho que se justifique por la especial coyuntura, no deja de ser excepcional, especialmente en un contexto de repunte de la inflaci¨®n, que en la actualidad se sit¨²a en el 3,3%. Finalmente, en t¨¦rminos pol¨ªticos, la subida del SMI fue uno de los elementos nucleares del acuerdo de coalici¨®n entre los partidos que forman ahora el Gobierno.

En una econom¨ªa como la espa?ola, debido al peso del sector servicios y de los contratos temporales, el SMI constituye una herramienta fundamental de cohesi¨®n social. Seg¨²n los estudios m¨¢s recientes, m¨¢s de un mill¨®n y medio de trabajadores en nuestro pa¨ªs reciben el salario m¨ªnimo. Su revisi¨®n, hasta situarlo en niveles m¨¢s similares al de otros pa¨ªses europeos y corrigiendo su ca¨ªda en t¨¦rminos reales en el ¨²ltimo a?o, constituye tambi¨¦n una pol¨ªtica agregada de rentas, oportuna en un contexto de recuperaci¨®n econ¨®mica.

Sin embargo, como cualquier otra herramienta de pol¨ªtica econ¨®mica, la subida del SMI no solo tiene beneficios, sino tambi¨¦n potenciales costes. El Gobierno y los agentes sociales deber¨ªan extremar la precauci¨®n en los pr¨®ximos meses para evitar que estos riesgos se materialicen. El primero de ellos es que pymes y microempresas, que adem¨¢s de constituir una parte predominante del tejido empresarial espa?ol constituyen uno de los segmentos m¨¢s castigados por los efectos econ¨®micos de la pandemia, experimenten un aumento de sus costes que dificulte su supervivencia. El segundo de ellos es el potencial efecto que la subida del SMI puede tener sobre la creaci¨®n de empleo, como puso de manifiesto hace unos meses el Banco de Espa?a al evaluar su incremento en 2019. Y es que mientras los beneficios de la subida del SMI se concentran en unos colectivos, existe el riesgo de que sus costes lo hagan en otros muy distintos, aumentando la asimetr¨ªa del mercado laboral espa?ol.

En particular, hay dos elementos a tener en cuenta en la regulaci¨®n del mercado laboral espa?ol. El primero ha sido se?alado por el presidente de la CEOE en los ¨²ltimos d¨ªas, y es que el muy diferente coste de vida seg¨²n las regiones hace que el actual SMI sea un salario muy bajo en algunas comunidades aut¨®nomas (47% del salario medio en Madrid o Pa¨ªs Vasco), pero que en cambio supera ya el 60% en al menos otras 10. Por mucho que sea un debate pol¨ªticamente muy sensible, como todos los que establecen diferencias seg¨²n las comunidades, no deber¨ªa pasarse por alto sin m¨¢s una propuesta que dar¨ªa m¨¢s flexibilidad para aumentar m¨¢s r¨¢pidamente el SMI en aquellas comunidades m¨¢s lejos de la media. El segundo elemento, parecido al anterior, consistir¨ªa en establecer un SMI diferenciado para los m¨¢s j¨®venes, como ocurre en otros pa¨ªses y ya exist¨ªa en nuestro pa¨ªs en el pasado. La intolerable tasa de paro juvenil en nuestro pa¨ªs obliga a contemplar medidas en un espectro amplio y, en particular, evitar que los j¨®venes acaben siendo, una vez m¨¢s, los m¨¢s perjudicados por una medida que, en su conjunto, resulta necesaria y oportuna para la econom¨ªa espa?ola.