Iv¨¢n Duque, el autor de moda
El Gobierno quiere utilizar la feria de Madrid para hacer pol¨ªtica y aprovechar ese espacio de reflexi¨®n literaria para intentar convencer a los incautos de que la democracia en Colombia goza de buena salud
El Gobierno de Duque ha decidido utilizar la Feria del Libro de Madrid para invitar a escritores no por su calidad literaria ni intelectual sino por su grado de abyecci¨®n a un r¨¦gimen que tiene m¨¢s del 77% de desaprobaci¨®n.
Esa actitud tan propia de gobiernos aut¨®cratas qued¨® clara en la torpe rueda de prensa que dio el embajador colombiano en Madrid ante los medios espa?oles. Dej¨® expuestos, sin ning¨²n tapujo, cu¨¢les hab¨ªan sido los criterios de selecci¨®n para escoger a los escritores que van a ir la Feria del Libro en Madrid, entre los cuales ¨Cf¨ªjese usted¨C parece que tambi¨¦n va a estar el propio presidente Iv¨¢n Duque.
El hecho de que el mandatario colombiano fuera escogido por un misterioso comit¨¦ seleccionador, que nadie conoce, como uno de los autores representantes de las letras de Colombia tambi¨¦n resulta sospechoso. Duque va a presentar el segundo tomo de su libro sobre la econom¨ªa naranja en el que me imagino habla sobre c¨®mo su Gobierno ha fortalecido las industrias culturales. No me he le¨ªdo ni el primero ni el segundo tomo, pero s¨ª s¨¦ que no estamos a frente a una obra que vaya pasar a los anales de la historia. La tal econom¨ªa naranja ha sido un fiasco porque se ha dedicado a financiar solo a aquellas industrias culturales que son rentables por ser de consumo masivo, en detrimento de las que no lo son. Hablo del teatro, la danza y de las expresiones musicales que recogen nuestra cultura ancestral y que tradicionalmente el ministerio de Cultura, hoy pr¨¢cticamente desmantelado, promov¨ªa.
Por todo lo anterior, resulta hasta c¨ªnica la advertencia que hizo el embajador al inicio de su rueda de prensa peripat¨¦tica, en la que confes¨® que se hab¨ªa cuidado mucho la selecci¨®n de los invitados porque el Gobierno quer¨ªa evitar que ¡°una feria literaria se convirtiera en una feria pol¨ªtica¡±.
Pong¨¢monos serias: si uno de los invitados a la feria es el propio presidente, de entrada la feria es ya una feria pol¨ªtica. Pero adem¨¢s, el hecho de que el presidente est¨¦ en la lista de los autores escogidos por un misterioso comit¨¦ de la canciller¨ªa colombiana demuestra que los criterios de selecci¨®n no fueron literarios sino pol¨ªticos.
Es tambi¨¦n muy rebuscado el argumento de que el Gobierno intent¨® hacer una selecci¨®n de autores ¡°neutros¡± para que las ¡°conversaciones fueran agradables¡±, lo que equivale a decir que tampoco quer¨ªan ni grandes controversias ni contrapunteos. ¡°Ni para un lado ni para el otro¡±, dijo el embajador en la rueda de prensa. ¡°A m¨ª me gusta Garc¨ªa M¨¢rquez porque me gusta, no porque sea de izquierda o de derechas, o me gusta Neruda porque me gusta lo que trasmite sin preguntarme por su ideolog¨ªa. Se ha tratado de tener cosas muy neutras donde prime el lado literario de la obra¡±.
Exigirle a un escritor, as¨ª sea veladamente, que no se meta en pol¨ªtica cuando es un invitiado a una feria del libro es un acto de censura. Tan oprobioso como exigirle a un periodista que solo haga las preguntas que el entrevistado quiere responder. Eso de imponer una categor¨ªa de escritores neutros para que la cr¨ªtica y los cuestionamientos no afloren no solo es un insulto al intelecto sino que deja mal parados a todos los escritores colombianos, sobre todo a los que resultaron seleccionados para la feria de Madrid. Los convierte en plumas condendientes, d¨®ciles, e inofensivas que no son ni fu ni fa. No lo sabe el embajador, pero la literatura no es neutra, ni neutral, ni nada de lo que quiso decir. Con raz¨®n muchos de ellos, molestos por las declaraciones del Gobierno, renunciaron a ir a la feria, o decidieron pagar el viaje de su bolsillo.
Tambi¨¦n le sali¨® mal al embajador poner de ejemplo a Garc¨ªa M¨¢rquez para mostrar que la buena literatura no se nutre de la pol¨ªtica. Basta con leer la obra de Gabo, cosa que evidentemente el embajador no ha hecho, para entender que Gabo escrib¨ªa con el alma en la pol¨ªtica. Si viviera, probablemente no habr¨ªa sido invitado a esta feria porque no habr¨ªa clasificado. Gabo no era tibio ni era un escritor neutro.
Queda claro que detr¨¢s de todas esas argucias est¨¢ el temor de un presidente con serios problemas de gobernabilidad, que le teme a la cr¨ªtica y que ha querido hacer una selecci¨®n de escritores para que vayan a la feria del libro en Madrid con la intenci¨®n oculta de que no pueden expresar sus opiniones sobre lo que est¨¢ sucediendo en Colombia. Duque no quiere que hablen de sus verg¨¹enzas en Madrid.
Que no se sepa que en sus cuatro a?os de Gobierno se incremantaron los asesinatos de l¨ªderes sociales y que volvieron las masacres. Y que la econom¨ªa, sea naranja o no, est¨¢ en ciudados intensivos. Que no se hable de los desmanes de la polic¨ªa contra los j¨®venes que protestan, ni de c¨®mo esos atropellos a los derechos humanos los ha permitido con la tesis, sin fundamento, de que se trata de guerrilleros disfrazados de j¨®venes descontentos. Que tampoco se hable de sus esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, como el que tiene entre los palos a su ministra Karen Abudinen, quien le entreg¨® un millonario contrato para construir puntos de internet a un consorcio integrado por varios de los corruptos que se robaron el anticipo de la avenida 26 de Bogota hace 20 a?os. Su insistencia en mantenerla en el cargo durante d¨ªas -hasta, finalmente, pedirle la renuncia-, ha producido una reacci¨®n a todo nivel al punto de que su apellido Abudinen ha sido aceptado por el diccionario de la RAE como uno de los nuevos verbos ¨Cabudinar¨C que se ha creado en el habla popular de Colombia para hacer referencia a robar y a estafar.
Aunque el embajador se ha retractado de estas declaraciones y le ha pedido disculpas a los escritores seleccionados por haberlos llamado autores ¡°neutros¡±, pocos creen que fue una metida de pata. Eso de apelar a los neutros y apol¨ªticos es una manera muy colombiana de censurar a la intelectualidad y de trazarles un l¨ªmite que en Colombia ni siquiera se le impone a los funcionarios p¨²blicos que son los ¨²nicos que no pueden participar en pol¨ªtica.
En fin, el Gobierno lo que quiere es utilizar la feria de Madrid para hacer pol¨ªtica y aprovechar ese espacio de reflexi¨®n literaria para mostrar sus propias cifras, sus propias ficciones, e intentar convencer a los incautos de que la democracia en Colombia goza de buena salud. El Gobierno fue el que politiz¨® esta feria. Y, en el fondo, lo que quiere es evitar que unos escritores, considerados por el r¨¦gimen como ¡®castrochavistas¡¯, le ag¨¹en la autopropaganda que tiene montada en Madrid. Esa es la real obra literaria de Duque, armar esa ficci¨®n de pa¨ªs, no los tomos sobre la econom¨ªa naranja.
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