Piratas
Debes saber, le dice el maestro a su alumno, que todo lo que aprendas en la escuela ser¨¢ un tesoro que podr¨¢s llevar a cualquier parte contigo y nadie te lo podr¨¢ arrebatar
El a?o nuevo siempre empieza en septiembre, cuando las garzas cruzan formando lanzas hacia el sur y las calles se llenan de bandadas de ni?os y ni?as que vuelven a la escuela cuyo griter¨ªo del primer d¨ªa en el patio sustituye al de las golondrinas y vencejos que ya se han ido a su patria de invierno. No existe materia prima que genere tanta riqueza ni libere una energ¨ªa tan limpia, sostenible y renovable como el cerebro todav¨ªa sin explorar de esos escolares que se dirigen al colegio con sus mochilas como a la isla del tesoro. No existe mina de oro comparable al cerebro humano. Al nacer todos son iguales. No hay cerebros de primera y de segunda, de pobres y de ricos, ni blancos, negros o amarillos. Todos llegan a este mundo con la misma carga energ¨¦tica y aunque en Espa?a durante siglos ha sido una costumbre arraigada la de arrojar cerebros a la basura, hoy ser¨ªa suicida no reconocer que el cultivo de la inteligencia clara sin adherencias espurias es ya la m¨¢s poderosa y tal vez la ¨²nica arma que en principio iguala a todos los pa¨ªses. Debes saber, le dice el maestro a su alumno, que todo lo que aprendas en la escuela ser¨¢ un tesoro que podr¨¢s llevar a cualquier parte contigo, pasar¨¢ por todas las aduanas sin que lo detecte el esc¨¢ner y nadie te lo podr¨¢ arrebatar, salvo los piratas que en la traves¨ªa hacia la isla del tesoro pugnan encarnizadamente entre ellos por apoderarse de tu cerebro. Piratas son los fan¨¢ticos religiosos, los sectarios pol¨ªticos, los secuaces del sistema y sus profetas, quienes desde la primera ense?anza se disputan el cerebro del ni?o para inocularle los propios dogmas, creencias, patrias, banderas, s¨ªmbolos, mitos, cada uno acompa?ado de sentimientos, emociones y terrores, que quedar¨¢n grabados como un sello indeleble en el cerebro l¨ªmbico del ni?o hasta el final de sus d¨ªas. He aqu¨ª la forma m¨¢s infame de latrocinio.
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