Falsa alarma

En la lista de tendencias diarias suele haber nombres propios y alguna fecha, casi nunca verbos, porque Twitter se?ala m¨¢s que act¨²a. Esta semana, entre expresidentes del Gobierno, futbolistas y concursantes de MasterChef, apareci¨® uno, en condicional y en la segunda persona del plural. Era un verbo precioso, cargado de buenas intenciones; un verbo que invitaba a quererse, a ser mejores: ¡°Deber¨ªamos¡±. ?Estaban las redes haciendo examen de conciencia? ?Era un llamamiento a la unidad? ?Una invitaci¨®n colectiva a firmar la paz? ?Deber¨ªamos darnos otra oportunidad? ?Volver a empezar?

Pues no. Falsa alarma.

El origen era un tuit de Ricardo Ruiz de la Serna, abogado, director general de Justicia de la Comunidad de Madrid que renunci¨® al cargo a los tres meses de su nombramiento, en 2015, y despu¨¦s de no presentarse a sendas citas con sindicatos y parlamentarios. Dec¨ªa: ¡°Deber¨ªamos hablar de la cantidad de alumnos de bachillerato y universidad que van a clase en ch¨¢ndal y zapatillas. Si uno no es capaz de vestirse adecuadamente para ir al aula, f¨ªgurense [sic] otras cosas. Soy partidario de c¨®digos de vestimenta b¨¢sicos pero exigentes¡±.

Ruiz de la Serna ¡ª¡±Derecho. Publicidad. Periodismo. Humanidades. Naturaleza. Tauromaquia. Flamenco. Despoblaci¨®n. Provida¡±, resume en su biograf¨ªa tuitera¡ª tiene algo m¨¢s de 6.000 seguidores en la red social. Su comentario super¨® las 17.000 respuestas. Muchas ten¨ªan que ver con la tilde mal puesta. Estas son algunas de las otras:

¡ª¡±Deber¨ªamos hablar de la cantidad de delincuentes bien vestidos que han visitado la c¨¢rcel, mientras alumnos en zapatillas de deporte o ch¨¢ndal acuden a clase para buscarse un futuro que esos delincuentes han pintado de negro¡±. (@alorapan)

¡ª¡±Deber¨ªamos quemar los ch¨¢ndal. Punto¡±. (@EufemiaMontijo).

¡ª¡±Para tener tantos estudios deber¨ªa saber dos cosas: los libros no se juzgan por su portada y el h¨¢bito no hace al monje¡±. (@bulldog_punk).

La vuelta al cole ha tra¨ªdo algunas sorpresas, como el divorcio entre Federico Jim¨¦nez Losantos y Santiago Abascal. Rompieron en directo, al negarse el l¨ªder de Vox a aclarar si se hab¨ªa puesto la vacuna del coronavirus, y desde entonces no hay d¨ªa en que sus nombres no escalen a la lista de temas del d¨ªa por los dram¨¢ticos mensajes de sus hijos, votantes y oyentes atrapados en el fuego cruzado.

Las chispas saltaron cuando Abascal, adem¨¢s de negarse a aclarar si se hab¨ªa vacunado, defendi¨® ¡°la libertad¡± para hacerlo o no ¡°frente a todos los que han dicho que vacunarse es un acto de patriotismo o de amor¡±. Jim¨¦nez Losantos le replic¨® que esa postura era ¡°muy irresponsable¡±, y partidarios de Vox le declararon la guerra en Twitter llamando a boicotear su medio. El locutor, por supuesto, no se qued¨® callado: ¡°Ya estoy acostumbrado a ratas y desagradecidos¡±, dijo, refiri¨¦ndose a las ¡°hordas¡± de ¡°bebelej¨ªas¡±.

La ins¨®lita pelea puso a Losantos a hablar de ¡°urbanidad¡± y a dedicar a uno de sus favoritos ¡ª¡±le apoyamos p¨²blicamente y le votamos privadamente¡±¡ª los insultos con los que suele despachar a sus enemigos ¡ªcasi todos los dem¨¢s¡ª. Acus¨® el locutor al l¨ªder de Vox de ¡°astucia gallin¨¢cea, cuquer¨ªa fea y contraproducente¡±. Los que normalmente son objetivo de los ataques de Jim¨¦nez Losantos, que acumula condenas por su locuacidad vejatoria, cogieron palomitas para disfrutar de la pelea, el ¡°placer culpable¡±, el recreo. Unos se visten de ch¨¢ndal, otros cambian de chaqueta.