El triunfo de la imaginaci¨®n

Por un par de semanas, el Arco del Triunfo, uno de los monumentos m¨¢s emblem¨¢ticos de Par¨ªs (y quiz¨¢ del mundo), situado en la inmensa plaza de Charles de Gaulle, permanece envuelto en una espesa tela de polipropileno azul plateado, cual paquete gigante, atado minuciosamente con varias cuerdas rojas que resaltan sus principales l¨ªneas arquitect¨®nicas y lo convierten en un ¡°objeto vivo que se mueve con el viento y refleja la luz cambiante¡±. He tenido la oportunidad de observar, d¨ªa a d¨ªa, atrapada en el tr¨¢fico, la gigantesca y delicada operaci¨®n que ha permitido ...

Por un par de semanas, el Arco del Triunfo, uno de los monumentos m¨¢s emblem¨¢ticos de Par¨ªs (y quiz¨¢ del mundo), situado en la inmensa plaza de Charles de Gaulle, permanece envuelto en una espesa tela de polipropileno azul plateado, cual paquete gigante, atado minuciosamente con varias cuerdas rojas que resaltan sus principales l¨ªneas arquitect¨®nicas y lo convierten en un ¡°objeto vivo que se mueve con el viento y refleja la luz cambiante¡±. He tenido la oportunidad de observar, d¨ªa a d¨ªa, atrapada en el tr¨¢fico, la gigantesca y delicada operaci¨®n que ha permitido hacer realidad el sue?o de los artistas Christo y Jeanne-Claude, L¡¯Arc de Triomphe, Wrapped, de manera p¨®stuma. Ya en 1962, cuando la pareja resid¨ªa en un peque?o ¨¢tico sobre la avenida Foche y a¨²n no hab¨ªa alcanzado su renombre actual, Christo hizo un primer fotomontaje del monumento empaquetado. Desde entonces, los artistas tuvieron la ocasi¨®n de empaquetar del mismo modo ef¨ªmero el Reichstag de Berl¨ªn y el Pont Neuf, tambi¨¦n en Par¨ªs, entre otros espacios y monumentos. Marcado por su experiencia del r¨¦gimen sovi¨¦tico ¡ªabandon¨® su Bulgaria natal en 1956¡ª, Christo se presentaba como ¡°un artista totalmente irracional, irresponsable, completamente libre¡±. ¡°Todos mis proyectos son absolutamente irracionales, sin utilidad, exentos de cualquier justificaci¨®n. El mundo puede vivir sin mis obras, no son necesarias; s¨®lo lo son para m¨ª, para mis amigos, pues mis obras est¨¢n ligadas a la libertad, nadie las puede poseer. La libertad es enemiga de la posesi¨®n y la posesi¨®n es permanencia¡±.

En una conversaci¨®n cotidiana, cuando apenas se estaban instalando las gr¨²as que rodeaban el Arco durante su empaquetado, confund¨ª moment¨¢neamente a Christo Vladimirov Javacheff con el artista polaco Krzysztof Wodiczko, tambi¨¦n conocido mundialmente por sus intervenciones en el espacio p¨²blico. Nacido en Varsovia en 1943, hijo de un reputado director de orquesta, Wodiczko creci¨® y se form¨® en la Polonia comunista y emigr¨® a Canad¨¢ a finales de los a?os setenta. Su arte se sirve del dise?o y la tecnolog¨ªa para iluminar aspectos cr¨ªticos de nuestra sociedad y ofrecer visibilidad a comunidades marginadas. La confusi¨®n entre ambos artistas me llev¨® a descubrir que en 2010 Wodiczko ide¨® un proyecto para el Arco del Triunfo que, por el momento, no se ha llevado a cabo. Un proyecto a priori muy distinto del de Christo y Jeanne-Claude. Planteaba Wodiczko que el Arco del Triunfo, que conmemora las guerras napole¨®nicas y la Primera Guerra Mundial, no puede sino verse como ¡°un s¨ªmbolo grotescamente anacr¨®nico¡± en la Europa actual. Propon¨ªa convertirlo en un Instituto para la Abolici¨®n de la Guerra, recubri¨¦ndolo de una estructura fija de andamios que permitir¨ªa observar el Arco como ¡°un esp¨¦cimen cultural gigantesco, una reliquia del pasado belicoso reconfigurado como un gigantesco objeto de investigaci¨®n¡±.

La comparaci¨®n entre ambos proyectos me condujo, casi inevitablemente, a la manida reflexi¨®n sobre el papel del arte en la cr¨ªtica social, pol¨ªtica y cultural. En un principio, me resultaba evidente que, en contraste con el proyecto de Wodiczko, la obra de Christo y Jeanne-Claude no cuestionaba en modo alguno el monumento en s¨ª, limit¨¢ndose a ofrecer una experiencia l¨²dica y temporal del Arco del Triunfo. Despu¨¦s de observarla, d¨ªa tras d¨ªa, me pregunto, sin embargo, si L¡¯Arc de Triomphe, Wrapped no permite imaginar con toda la fuerza y la sublimidad que s¨®lo ofrece el arte un mundo sin memoriales b¨¦licos y sin guerras. Dec¨ªa el propio Wodiczko que hay en las obras de Christo y Jeanne-Claude ¡°algo de ut¨®pico¡±, una ¡°utop¨ªa concreta¡± que ¡°avanza hacia un futuro real y posible, portando una esperanza educada y un optimismo militante¡±. Frente a la pesadez y la permanencia de uno de los principales memoriales b¨¦licos de Europa, la ligereza y la movilidad que evoca una vez empaquetado; como si hubi¨¦ramos decidido que ese pomposo y viejo mueble ya no encaja en nuestra casa y quisi¨¦ramos trasladarlo a un desv¨¢n o enviarlo por correo a otro planeta.

El obsequio de Christo y Jeanne-Claude a la ciudad de Par¨ªs no lo es s¨®lo en su apariencia de inmenso paquete, cuidadosamente envuelto, para el disfrute de todos los transe¨²ntes y visitantes de la metr¨®polis francesa en este comienzo de oto?o. Lo es literalmente en la medida en que la obra ha sido financiada por los propios artistas a trav¨¦s de la venta de los dibujos y bocetos preparatorios de la misma. Y lo es, finalmente, en un sentido figurado. Reduciendo ilusoriamente la escala del Arco del Triunfo, haciendo de ¨¦l un objeto m¨®vil, la obra de Christo y Jeanne-Claude nos transporta al universo de los ni?os que, con toda la libertad y la determinaci¨®n que s¨®lo la imaginaci¨®n otorga, colocan, retiran, envuelven, reposicionan trastos y juguetes para crear ciudades ef¨ªmeras en las que les gustar¨ªa vivir de verdad. En estos tiempos poco propicios a la utop¨ªa, jugar con la idea de lo imposible, inyectarnos ese optimismo al que Wodiczko hac¨ªa referencia, es un gran regalo.

Olivia Mu?oz-Rojas es doctora en Sociolog¨ªa por la London School of Economics e investigadora independiente. oliviamunozrojasblog.com