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Vox va a resultar innecesario, ya que desde la eutanasia a la ley Cela¨¢, Pablo Casado, nuestro peque?o rey, el de ¡®La Codorniz¡¯, no va a dejar t¨ªtere con cabeza
Un tema que nunca faltaba en las explicaciones de Manuel Fraga Iribarne era el parlamentarismo brit¨¢nico, siempre con el mismo estudio de casos, una ley de ordenaci¨®n rural y urbana, e id¨¦ntica conclusi¨®n: la estabilidad del r¨¦gimen parlamentario ten¨ªa como base la flexibilidad de cada uno de los dos grandes partidos para aceptar, salvo contadas excepciones, las reformas del antagonista, implementadas durante su gobierno. A la vista del discurso de Pablo Casado en la Convenci¨®n Nacional, esa lecci¨®n del fundador ha sido tan olvidada en el PP de hoy como su propio nombre, sustituido por los mucho m¨¢s grises de Aznar y Rajoy. Toda su alocuci¨®n se dedic¨® a destrozar una tras otra las pol¨ªticas de S¨¢nchez, hasta en la explosi¨®n de La Palma, desde un supuesto estrictamente demag¨®gico: en su relato apocal¨ªptico, componen un museo de horrores que ser¨¢ eliminado pieza a pieza con la pura y simple llegada al poder del PP. Y nada digamos de sus prop¨®sitos sobre Catalu?a, que la pondr¨ªan al borde de la insurrecci¨®n.
Vox va a resultar innecesario, ya que desde la eutanasia a la ley Cela¨¢, nuestro peque?o rey, el de La Codorniz, no va a dejar t¨ªtere con cabeza. Sus ideas no van m¨¢s all¨¢ de una voluntad de repliegue general, apoyado en el t¨®pico de que el Estado ¨D¡±en nombre de las clases medias y los trabajadores¡±¨D ceda el protagonismo a la sociedad, es decir, a una econom¨ªa desregulada, con v¨ªa libre al capitalismo, favorecido por una dr¨¢stica reducci¨®n de impuestos. La tragedia de una desigualdad en ascenso, de la penuria de aut¨®nomos y trabajadores, se solucionar¨¢ suprimiendo los impuestos para los que m¨¢s tienen. Todo ello sobre el fondo de clamorosas mentiras sobre la ausencia de corrupci¨®n en el PP, m¨¢s la ignorancia del antecedente franquista.
Con semejante adversario, Pedro S¨¢nchez lo tiene f¨¢cil. A favor de la torpeza de Casado, dibujar¨¢ una estrategia de pol¨ªtica social para la mayor¨ªa ¨Dfrente a ¡°la mayor¨ªa silenciosa¡± de Casado¨D, olvidando que las reformas en temas como las pensiones o el salario m¨ªnimo puedan tener un efecto bumer¨¢n.
En esa coyuntura se inscribe el ascenso de Yolanda D¨ªaz, recordatorio del papel decisivo de Comisiones en la gestaci¨®n de la democracia. La inc¨®gnita es si el reformismo pactado, clave en su d¨ªa de nuestro comunismo democr¨¢tico, y ahora de su propuesta de ¡°frente amplio¡±, no puede verse sofocado por el manique¨ªsmo de sus admirados Anguita e Iglesias. Es el tropez¨®n final de su brillante pr¨®logo al Manifiesto comunista, que para nada propuso defender la libertad y la democracia. Una reciente biograf¨ªa/hagiograf¨ªa de Pasionaria, de Manuel Amor¨®s, celebrada en medios comunistas, alerta tambi¨¦n aqu¨ª del peligro de ignorar el pasado estalinista del PCE. Yolanda debe elegir.
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