La caja negra
Adem¨¢s de ignorar los obst¨¢culos que sacuden la vida de las personas, el discurso de Pablo Casado genera resentimiento y divisi¨®n social, alimentando la exuberancia de quienes se sienten ganadores
Hay una caja negra de expectativas, de miedos y enfados sociales que no hemos sabido explicar mediante grandes teor¨ªas o encuestas. Es ah¨ª donde empieza la ¨²ltima obra de Pierre Rosanvallon, Les ¨¦preuves de la vie (Las pruebas de la vida). En ella, aborda la importancia de acercar los grandes discursos a las dificultades cotidianas, a esos obst¨¢culos que solemos explicar de forma estructural, pero que son bien reales para las personas de carne y hueso. Parece un buen lugar desde el que comenzar a comprender el mundo de una forma sensible y actuar en consecuencia, para entender, por ejem...
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Hay una caja negra de expectativas, de miedos y enfados sociales que no hemos sabido explicar mediante grandes teor¨ªas o encuestas. Es ah¨ª donde empieza la ¨²ltima obra de Pierre Rosanvallon, Les ¨¦preuves de la vie (Las pruebas de la vida). En ella, aborda la importancia de acercar los grandes discursos a las dificultades cotidianas, a esos obst¨¢culos que solemos explicar de forma estructural, pero que son bien reales para las personas de carne y hueso. Parece un buen lugar desde el que comenzar a comprender el mundo de una forma sensible y actuar en consecuencia, para entender, por ejemplo, la deshumanizaci¨®n producida en una situaci¨®n de acoso o abuso de poder como la denunciada por la Iglesia francesa esta semana, o las rupturas vitales que provocan los trastornos econ¨®micos del coronavirus. Los grandes desaf¨ªos de la humanidad, que parec¨ªan tan ajenos a nuestras vidas, ya se han incorporado a nuestros temores cotidianos: el cambio clim¨¢tico y las pandemias. Conforman esa caja negra de inseguridades y expectativas que hablan sobre nuestra vida real, inaccesibles muchas veces a las grandes tribunas, a pomposos discursos pol¨ªticos o a sesudos estudios acad¨¦micos hasta que estallan y los llamamos ¡°movimiento social¡±.
Fridays for Future nos enfrent¨® a una realidad: la ferocidad con la que act¨²a la naturaleza contra el planeta. El Me Too o el Black Lives Matter nos hablaron de la deshumanizaci¨®n que produce el privilegio. Los chalecos amarillos nos mostraron el desprecio de los representantes pol¨ªticos hacia otras vidas que, para ellos, carecen de inter¨¦s. Invisible para muchos, la caja negra de anhelos y miedos ha sido bien explotada por el populismo en la ¨²ltima d¨¦cada, e incluso se la ha simplificado bajo el paraguas de la pol¨ªtica de la identidad. ¡°Si usted es negro y est¨¢ preocupado por la brutalidad policial, eso es pol¨ªtica de la identidad¡±. Iron¨ªas de Ezra Klein.
La prueba del algod¨®n del discurso pol¨ªtico democr¨¢tico deber¨ªa ser si atiende a esas grietas sociales con un lenguaje que hable de veras sobre la vida de las personas, reconocible por quienes lo escuchan, pensado para generar cohesi¨®n y no para dividir a la sociedad. Por eso me sorprende tanto el debate de sordos sobre la vivienda activado esta semana. Hay rupturas vitales que no pueden abordarse bajo la ¨®ptica de ese libertarismo soberbio y autosuficiente del ¡°cada uno puede hacer con lo suyo lo que le d¨¦ la gana¡±; o insinuando que tener una n¨®mina y un salario, pero no poder pagarse un alquiler, significa ser un fracasado. Adem¨¢s de ignorar los obst¨¢culos que sacuden la vida de las personas, el discurso de Casado genera resentimiento y divisi¨®n social, alimentando la idiota exuberancia de quienes se sienten ganadores. Porque nos merecemos un debate serio sobre el problema del mercado de la vivienda en Espa?a, o acabaremos creyendo que la propuesta del Gobierno sirve realmente para algo.