Impuestos y paradojas
Ahora que asistimos de nuevo al ¨¦xtasis circular de los contrasentidos desde la derecha pol¨ªtica, los analistas termidorianos y las patronales cortoplacistas, conviene releer a ensayistas como Einaudi
En tributos y presupuestos, florece la incoherencia. El liberalismo bien entendido empieza por el vecino. La solidaridad es asunto ajeno. Para ordenar ese caos, acudamos al cl¨¢sico de la derecha liberal ¡ªde cuando hubo una derecha defensora de los impuestos¡ª, Luigi Einaudi.
Resistente al fascismo, gobernador del Banco de Italia, ministro de Finanzas y presidente de la Rep¨²blica, Einaudi escribi¨® textos sensatos y conspicuos sobre esos asuntos, como su c¨¦lebre Mitos y paradojas de la justicia tributaria, de 1959. Ahora que asistimos de nuevo al ¨¦xtasis circular de las paradojas de...
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En tributos y presupuestos, florece la incoherencia. El liberalismo bien entendido empieza por el vecino. La solidaridad es asunto ajeno. Para ordenar ese caos, acudamos al cl¨¢sico de la derecha liberal ¡ªde cuando hubo una derecha defensora de los impuestos¡ª, Luigi Einaudi.
Resistente al fascismo, gobernador del Banco de Italia, ministro de Finanzas y presidente de la Rep¨²blica, Einaudi escribi¨® textos sensatos y conspicuos sobre esos asuntos, como su c¨¦lebre Mitos y paradojas de la justicia tributaria, de 1959. Ahora que asistimos de nuevo al ¨¦xtasis circular de las paradojas desde la derecha pol¨ªtica, los analistas termidorianos y las patronales cortoplacistas, conviene releer a ensayistas as¨ª.
Ensayistas cr¨ªticos con las personas que se muestran ¡°distra¨ªdas¡± cuando se trata de pagar impuestos y prefieren actuar de ¡°polizones¡±. Partidarios de gravar la riqueza, incluida la transmitida v¨ªa herencia, de forma sustantiva aunque no confiscatoria. Y abanderados de que cada gasto se analice en funci¨®n de su resultado, no desde el propio prejuicio.
¡°Gastar es lo ¨²nico que les importa¡± a los del Gobierno, sostienen en cambio dirigentes populares, sin distinguir entre unas y otras partidas, cuando ayer, en plena pandemia, clamaban por incrementarlas todas, sobre todo las subvenciones a empresas, sin diferenciar entre las recuperables y las zombis.
Los gastos previstos son propios de ¡°despilfarradores¡±, ¡°manirrotos¡± y ¡°electoralistas¡±. As¨ª les flanquean analistas que lanzan dardos si el Estado busca combatir las secuelas sociales de la crisis: sobre todo a los j¨®venes, con 12.550 millones, sobre todo en becas y formaci¨®n profesional y solo marginalmente en bonos de vivienda y cultura (410 millones). Y que no rajan porque la gran banca europea gane al a?o 20.000 millones de euros en para¨ªsos fiscales, o porque 20 de los grandes grupos empresariales espa?oles paguen al fisco solo el 1,9% de sus beneficios.
Otros zahieren a los desalmados dise?adores de presupuestos porque proyectan recaudar 100.132 millones de las rentas obreras y medias (IRPF) o 75.651 millones de los consumidores (IVA) y solo 24.477 millones a las empresas (Sociedades), lo que tendr¨ªa tino... si no fuera porque al mismo tiempo lanzan cruzadas contra el ¡°hachazo¡± del alza m¨ªnima en este ¨²ltimo impuesto al 15% de la base imponible, una propina global de 400 millones: solo simb¨®lica. Paradoja de paradojas. ?Qu¨¦ dir¨ªan si Espa?a siguiese a rajatabla la pauta reci¨¦n endosada por la OCDE de aplicar ese porcentaje no a esa base, sino al resultado contable ¡ªlos beneficios¡ª, multiplicando la exacci¨®n a las empresas?