Un r¨ªo de Colombia, un pueblo de Sevilla
Hoy puede resultar dif¨ªcil entender por qu¨¦ tiene sentido conmemorar el D¨ªa de la Hispanidad; lejos ya de la ¨ªnfula imperial, debemos seguir festejando la cultura com¨²n generada del contacto entre Europa y Am¨¦rica
Hoy jueves se presenta el libro El espa?ol en el mundo 2021, el anuario que resume las cifras de uso de la lengua espa?ola y su extensi¨®n global. El acto se desarrolla en la sede del Instituto Cervantes en Madrid, un lugar que provoca asombro y sobrecogimiento, ya que conserva la rotundidad de haber sido a inicios del siglo XX la sede del Banco Espa?ol del R¨ªo de la Plata: mantiene las c¨¢maras acorazadas que en otro tiempo guardaron fortunas y apabulla con la grandilocuencia de cualquier construcci¨®n de inspiraci¨®n cl¨¢sica y dimensiones sobrehumanas. Igual que los textos conocen los fen¨®menos de borrado y reescritura que llamamos palimpsestos, los edificios presentan tambi¨¦n estas nuevas vidas, reutilizaciones que se suceden, a veces en una inercia parad¨®jica.
Hace casi cinco siglos, fue reescrito tambi¨¦n un punto del mapa americano. En 1531, un explorador espa?ol llamado Antonio recorr¨ªa el valle de Upar, en el noreste de la actual Colombia, como miembro de una expedici¨®n que buscaba el curso del Magdalena. R¨ªo arriba hacia el interior se toparon con la confluencia de otro r¨ªo desconocido y el expedicionario decidi¨® bautizarlo con el nombre del pueblo de su abuelo: el r¨ªo se llamar¨¢ desde entonces Lebrija, como el municipio que est¨¢ al sur de Sevilla, como el apellido que ¨¦l mismo, nieto mayor, y su abuelo tuvieron oficiosamente. El abuelo de este explorador se llamaba tambi¨¦n Antonio: fue Antonio de Lebrija, hoy m¨¢s conocido como Antonio de Nebrija, autor de la primera gram¨¢tica completa de una lengua hija del lat¨ªn, el mejor latinista de Espa?a en su tiempo, el intelectual valiente y capacitado que cambi¨® la forma de leer las fuentes y de enfrentarse a los textos, insuflando viento de humanismo en programas de estudio cargados entonces de medievalismo y oscuridad. Abuelo y nieto convergieron, uno por v¨ªa program¨¢tica y otro por v¨ªa anecd¨®tica, en hacer un uso de la lengua con sentido fundacional, inaugural.
Las efem¨¦rides tienen tambi¨¦n esa tendencia al palimpsesto y a la reescritura. La celebraci¨®n esta semana del 12 de octubre nos lo confirma: este d¨ªa, siempre el mismo en el calendario, se llam¨® D¨ªa de la Raza durante esa explosi¨®n de penuria y pecho erguido que fue la Espa?a de una parte del siglo XX, y en la actualidad es institucionalmente el D¨ªa de la Fiesta Nacional. El 12 de octubre sigue siendo tambi¨¦n, hoy como ayer, el D¨ªa de la Hispanidad.
La ideolog¨ªa nos ha hecho cambiar la percepci¨®n de lo que celebramos en esta fecha: hoy puede resultar dif¨ªcil entender por qu¨¦ es pertinente y tiene sentido conmemorar el D¨ªa de la Hispanidad; lejos ya de la ¨ªnfula imperial, debemos seguir festejando la cultura com¨²n generada del contacto entre Europa y Am¨¦rica, esa cultura tan identitariamente hisp¨¢nica que habla, entre otras lenguas, en el espa?ol del sevillano Nebrija y del colombiano Garc¨ªa M¨¢rquez. Y yo, hoy, desde Andaluc¨ªa, pienso en ese r¨ªo que fue palimpsesto, en la homonimia de las Lebrijas explicada por la historia y en la anonimia com¨²n y compartida de una hispanidad que se puede cuantificar en n¨²meros dentro de un anuario, pero que es imposible de medir en cultura y oportunidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.