La reforma de la reforma
Un marco laboral estable y consensuado conviene tanto a la econom¨ªa como a la conformidad de Bruselas
La nueva reforma laboral es imprescindible porque la de 2012 ya no sirve: fue en muchos aspectos un fracaso. Ha sido impugnada y modificada por los tribunales en lo relativo a la ultraactividad. En puntos esenciales, como la negociaci¨®n colectiva y los convenios, ha disparado la asimetr¨ªa entre las partes en perjuicio de la laboral. En lo que se present¨® como su gran objetivo ¡ªacabar con la dualidad del mercado entre trabajadores fijos y temporales¡ª, ha fracasado con estr¨¦pito y su efecto ha sido multiplicar la temporalidad fraudulenta a trav¨¦s de contratos abusivos de uno o varios d¨ªas. ...
La nueva reforma laboral es imprescindible porque la de 2012 ya no sirve: fue en muchos aspectos un fracaso. Ha sido impugnada y modificada por los tribunales en lo relativo a la ultraactividad. En puntos esenciales, como la negociaci¨®n colectiva y los convenios, ha disparado la asimetr¨ªa entre las partes en perjuicio de la laboral. En lo que se present¨® como su gran objetivo ¡ªacabar con la dualidad del mercado entre trabajadores fijos y temporales¡ª, ha fracasado con estr¨¦pito y su efecto ha sido multiplicar la temporalidad fraudulenta a trav¨¦s de contratos abusivos de uno o varios d¨ªas. La precariedad que ha generado ha sido extrema, con cifras que duplican la media europea.
En lugar de un regreso imposible e indeseable a la situaci¨®n anterior a 2012, se trata ahora de proceder a su sustituci¨®n, a su renovaci¨®n, a una ambiciosa reforma de la reforma. Eso supone tambi¨¦n recuperar y actualizar los aspectos que hayan contribuido a la creaci¨®n de empleo ¡ªalgunos elementos de flexibilidad¡ª, pero evitar a la vez su sesgo injusto mediante compensaciones adecuadas. El objetivo modernizador de las nuevas relaciones laborales tiene que lograr combinar el aumento de la seguridad laboral para el trabajador, con la calidad del empleo como norte, y la flexibilidad que permita incrementar la competitividad y la consiguiente reducci¨®n del paro.
Es lo que Europa formula como ¡°flexiseguridad¡±. Los dos t¨¦rminos del concepto son igualmente imperativos: ni sirve una flexibilidad ilimitada que precarice al grueso de la poblaci¨®n laboral ni sirve tampoco una seguridad ultraburocr¨¢tica que impida a las empresas disponer de m¨¢rgenes de adaptaci¨®n a mercados cambiantes. Al sistema en su conjunto, debe permitirle descubrir y aprovechar futuros nichos de empleo no convencionales, generados por el exponencial desarrollo tecnol¨®gico y por las capacidades y habilidades de las nuevas generaciones.
La reforma de la reforma no solo es indispensable; es tambi¨¦n urgente para acompa?ar mejor a la actual recuperaci¨®n, y hacerla apta para distintas legislaturas. Pero el primer paso es el acuerdo, en el seno del Gobierno, entre la sensibilidad m¨¢s proclive a las concretas propuestas sindicales y la m¨¢s consciente de la impronta flexible que inspira las reglas laborales en toda Europa. Sin acuerdo gubernamental, no hay tampoco posibilidad alguna de consenso equilibrado entre los agentes econ¨®mico-sociales. La misma reforma es, adem¨¢s, requisito de la Uni¨®n Europea (asumido por Espa?a) para el desembolso de los fondos Next Generation. La expectativa de un fracaso en la reforma laboral o una distancia insuperable entre los socios del Gobierno resultar¨ªa dram¨¢tica. Aunque algunos consideren muy improbable el bloqueo de los fondos, el Ejecutivo se encontrar¨ªa en un callej¨®n sin salida y probablemente afectar¨ªa tambi¨¦n a la reputaci¨®n de una oposici¨®n conservadora que, por pobres c¨¢lculos electorales, ha azuzado a la patronal a romper su vocaci¨®n pactista.
El acuerdo es necesario, es urgente pero tambi¨¦n es posible. Los principales escollos afectan a la temporalidad (configur¨¢ndola como excepci¨®n a la regla), la ultraactividad (prolongaci¨®n de convenios tras su vencimiento) y la jerarqu¨ªa entre los convenios de empresa o de sector. Ninguno es t¨¦cnicamente insuperable y los tres caen bajo el arco de la voluntad pol¨ªtica capaz de encontrar lugares de encuentro.