La izquierda erizada

El multipartidismo bi-bloque en el que estamos instalados desde 2019 ha generado una din¨¢mica parad¨®jica. Las formaciones cl¨¢sicas del bipartidismo siguen queriendo ser las m¨¢s votadas, pero gobernar ya no depende de ellos. Por eso los partidos de cada bloque son como una manada de erizos en invierno: tienen que estar lo suficientemente cerca para darse calor, pero lo suficientemente lejos para no pincharse.

Una cosa que con frecuencia se ignora es que en las elecciones del 10N las izquierdas estatales (PSOE, UP, MP) y las derechas (PP, Cs, Vox) quedaron pr¨¢cticamente empatadas en votos. Fue el empuj¨®n del sistema electoral a la primera fuerza, el PSOE, lo que inclin¨® la balanza del lado de las primeras. Sin embargo, esta vez podr¨ªa no ser as¨ª.

De un lado, la descomposici¨®n de Ciudadanos y la concentraci¨®n de su voto en el PP puede ayudarle a ser primer partido en muchas provincias peque?as y medianas. De hecho, con apenas la mitad de los sufragios naranjas ser¨ªa hegem¨®nico en casi toda Castilla y Le¨®n y Castilla-La Mancha. Eso le dar¨ªa una prima clara en esca?os gracias al sesgo mayoritario de nuestro sistema.

Del otro lado, se puede decir, groseramente, que un partido por debajo del 15% de voto a nivel estatal empieza a estar en la banda de peligro. Al rev¨¦s que nuestro modelo econ¨®mico, el sistema electoral del Congreso mima m¨¢s a los partidos medianos y grandes, pero odia a las micro-pymes. Pues bien, mientras que Vox aguanta en torno al list¨®n seg¨²n los sondeos, UP ya estuvo el 10N por debajo y podr¨ªa deslizarse a¨²n m¨¢s. Y ojo, porque incluso yendo en una plataforma amplia, si no se acerca al umbral del 15% puede ser, en el mejor de los casos, una estrategia inocua, o en el peor, perjudicial si roba votos al PSOE que no se traducen en diputados y ayudan al PP a ser el m¨¢s votado. De nuevo, el sutil equilibrio del erizo.

Es verdad que la suma de la derecha necesita estar muy cerca de los 176 diputados para poder gobernar pues la izquierda tiene m¨¢s f¨¢cilmente el apoyo de nacionalistas e independentistas. Sin embargo, electoralmente, desde las elecciones de la Comunidad de Madrid, el Partido Popular ha vuelto a ser competitivo y su socio junior, Vox, est¨¢ m¨¢s fuerte que el del PSOE. Y todo eso sin siquiera meter en la ecuaci¨®n a los partidos provinciales que puedan surgir, tan baratos en votos de formar como decisivos pueden ser para gobernar.

Siendo la pr¨®xima cita Andaluc¨ªa, con claros visos de que Moreno Bonilla se consolide y a¨²n empuje m¨¢s al PP nacional, parec¨ªa que la izquierda iba a evitar el ruido interno, sacar pol¨ªticas concretas adelante y empujar la recuperaci¨®n econ¨®mica para cambiar estas malas perspectivas. Ahora bien, quiz¨¢ todo este an¨¢lisis parte de un error y es que no estamos ante una manada de erizos sino, otra vez, ante la f¨¢bula del escorpi¨®n y la rana.