Prevenci¨®n de accidentes laborales
Los lectores escriben de las medidas de seguridad en el trabajo, las obras del AVE a Galicia, el ¨¦xodo de los pueblos hacia las grandes ciudades y la importancia de hacer las cosas por uno mismo
Las muertes por accidente laboral son doblemente tristes. A buen seguro que en todos los casos se podr¨ªan haber evitado de haberse contado con las necesarias medidas de seguridad. Observen con atenci¨®n las obras que encontrar¨¢n en cualquier ciudad. En todas, en mayor o menor medida, podr¨¢n comprobar que se incumplen algunas de las medidas obligatorias para proteger al trabajador. Y no solo eso. Por lo que respecta a las obras en la calle, son mayor¨ªa las que no se ocupan de ...
Las muertes por accidente laboral son doblemente tristes. A buen seguro que en todos los casos se podr¨ªan haber evitado de haberse contado con las necesarias medidas de seguridad. Observen con atenci¨®n las obras que encontrar¨¢n en cualquier ciudad. En todas, en mayor o menor medida, podr¨¢n comprobar que se incumplen algunas de las medidas obligatorias para proteger al trabajador. Y no solo eso. Por lo que respecta a las obras en la calle, son mayor¨ªa las que no se ocupan de la seguridad del viandante ni adoptan las medidas obligatorias fiando todo a la prudencia del peat¨®n. Dicen que no hay suficiente personal para el debido control. En ese caso, como la gravedad del problema clama al cielo, activen la posibilidad de presentar una denuncia an¨®nima. Morir o quedarse incapacitado por un accidente de trabajo es una verg¨¹enza nacional que deber¨ªa concitar el esfuerzo del Ministerio de Trabajo, de las Administraciones locales, las empresas y los sindicatos para evitarlo.
Miguel Teixidor de Otto. J¨¢vea (Alicante)
Nostalgia ferroviaria
Hace pocos d¨ªas realic¨¦ el que previsiblemente ser¨¢ mi ¨²ltimo viaje por la fara¨®nica y fascinante l¨ªnea de ferrocarril Ourense-Sanabria. Sentado en mi tren Alvia camino de Madrid, y leyendo art¨ªculos que anuncian a bombo y platillo la pr¨®xima llegada del AVE a Ourense, me invadi¨® una gran tristeza por la lapidaci¨®n de una obra magn¨ªfica y record¨¦ a todos los que por ella perdieron o arruinaron sus vidas. Miles de personas trazaron surcos y excavaron t¨²neles en la fr¨ªa posguerra con sus propias manos y pulmones para que Galicia estuviera menos aislada. Hoy me pregunto cu¨¢ntos apresurados de la vida ser¨¢n conscientes del ingente esfuerzo humano que est¨¢ detr¨¢s de las v¨ªas por las que circulan echando pestes y deseando que se abra el flamante trazado que en breve nos acercar¨¢ m¨¢s a la p¨¦rdida de nuestra memoria.
Jorge Mosquera Rodr¨ªguez. Madrid
Alabanza de aldea
?Por qu¨¦ la gente huye de los pueblos para ir a las grandes ciudades a triunfar? ?Por qu¨¦, desde siempre, ha estado en nuestro subconsciente esa idea de que, para conseguir el ¨¦xito, tienes que irte a vivir a Barcelona o Madrid? La sociedad fomenta ese tipo de creencias, obligando as¨ª a los j¨®venes a irse de sus casas, de sus pueblos, para poder aspirar a un futuro mejor. Sin embargo, ?no ser¨ªa m¨¢s positivo, educarles de tal forma que les invadiera el emprendimiento? De este modo, podr¨ªan iniciar su propio negocio en el lugar que ellos escogiesen por voluntad propia, y promover m¨¢s la econom¨ªa de los entornos rurales.
Carla Juan¨®s Magri?a. Barcelona
Ser pol¨ªticamente incorrecto
Hace poco me par¨¦ a analizar lo que no acababa de funcionar en mi vida, y me di cuenta de que, muchas veces, vivimos con prisas, somos pol¨ªticamente correctos de forma excesiva y hacemos cosas que no nos apetece hacer. Llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que la vida es demasiado corta y que hay que intentar vivir lo m¨¢s c¨®modamente posible. As¨ª que, a partir de ahora, no pienso correr para coger el tren, evitar¨¦ dar dos besos si no lo veo necesario y me pedir¨¦ un colacao aunque toda la mesa se est¨¦ tomando un caf¨¦.
Anna Jim¨¦nez. Begues (Barcelona)