Retrocesos balc¨¢nicos
El expansionismo serbio aprovecha el actual desorden internacional para generar tensiones en Bosnia-Herzegovina
La paz se halla de nuevo en peligro en los Balcanes, y m¨¢s concretamente en Bosnia-Herzegovina, la rep¨²blica surgida de los acuerdos de Dayton de 1995, una dif¨ªcil federaci¨®n de dos entidades, una serbobosnia y otra compartida por musulmanes y croatas, bajo la tutela de la Uni¨®n Europea y de Naciones Unidas. Pocas cosas han cambiado en la mentalidad del nacionalismo ¨¦tnico que condujo a la guerra y a la disoluci¨®n de la extinta Yugoslavia, ...
La paz se halla de nuevo en peligro en los Balcanes, y m¨¢s concretamente en Bosnia-Herzegovina, la rep¨²blica surgida de los acuerdos de Dayton de 1995, una dif¨ªcil federaci¨®n de dos entidades, una serbobosnia y otra compartida por musulmanes y croatas, bajo la tutela de la Uni¨®n Europea y de Naciones Unidas. Pocas cosas han cambiado en la mentalidad del nacionalismo ¨¦tnico que condujo a la guerra y a la disoluci¨®n de la extinta Yugoslavia, especialmente por parte del derrotado expansionismo serbio, pero ha sido precisamente el creciente desorden internacional el que ha favorecido el actual bloqueo institucional y separatista protagonizado por los dirigentes de la rep¨²blica serbobosnia, apoyados por Rusia y China en sus pretensiones de destruir la entidad constituida hace 26 a?os para engrosar una Serbia ¨¦tnicamente homog¨¦nea.
El origen del actual rebrote se halla en la persistente negaci¨®n por las autoridades serbobosnias del genocidio y concretamente de la matanza de Srebrenica de 1995, en la que el Ej¨¦rcito serbio asesin¨® a m¨¢s de 8.000 musulmanes, y en la exaltaci¨®n p¨²blica de los criminales de guerra condenados en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia. La chispa ha saltado en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cuando Rusia y China han vetado al alim¨®n la presentaci¨®n del primer informe semestral de Christian Schmidt, el exministro alem¨¢n designado como nuevo alto representante internacional para Bosnia y Herzegovina desde el 1 de agosto, en el que se se?ala el peligro de nuevas tensiones ¨¦tnicas y las responsabilidades de los dirigentes serbobosnios: rechazan la reforma del C¨®digo Penal que castiga a quienes nieguen o justifiquen las matanzas y delitos de lesa humanidad y tambi¨¦n la autoridad y los poderes legislativo y ejecutivo del alto representante.
El principal responsable de la crisis es el presidente serbobosnio, Milorad Dodik, inicialmente un nacionalista moderado, que ha protagonizado una deriva radical a medida que ha ido ascendiendo en su carrera pol¨ªtica. Dodik organiz¨® en 2009 el homenaje de recibimiento, al estilo de los ongi etorri de Bildu, a Biljana Plavsic, la dirigente condenada en La Haya por cr¨ªmenes contra la humanidad a su regreso de la c¨¢rcel sueca donde cumpl¨ªa condena. Tambi¨¦n reivindica el derecho de autodeterminaci¨®n y la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum de independencia, que preceder¨ªa a la divisi¨®n de Bosnia-Herzegovina y la anexi¨®n por parte de Serbia.
La integraci¨®n en la Uni¨®n Europea, de la que ya forman parte Eslovenia y Croacia, es el horizonte natural de todos los pa¨ªses balc¨¢nicos, pero el nacionalismo ¨¦tnico serbio todav¨ªa no ha comprendido que el reconocimiento de los cr¨ªmenes de guerra y de las responsabilidades por el genocidio, aunque no se halle inscrito como obligaci¨®n en los tratados, es parte indisoluble de la identidad pol¨ªtica y moral europea, al igual que lo es el reconocimiento del Holocausto perpetrado por los nazis, aut¨¦ntico billete de entrada en Europa, seg¨²n escribi¨® el intelectual e historiador ya fallecido Tony Judt en su c¨¦lebre Postguerra.