El temor a un nuevo conflicto en Bosnia enciende las alarmas internacionales

Un cuarto de siglo despu¨¦s del fin de la guerra en Bosnia, existe un riesgo ¡°muy real¡± de que el pa¨ªs se sumerja en nuevas ¡°divisiones y conflictos¡± si la comunidad internacional no responde al reto secesionista y bloqueo institucional que ha lanzado el liderazgo serbobosnio. Esta advertencia de Christian Schmidt en su primer informe semestral como alto representante para Bosnia y Herzegovina no pudo o¨ªrse este mi¨¦rcoles en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por la oposici¨®n de dos de sus miembros permanentes, Rusia y China, que no reconocen la legitimidad del nombramiento. Pero el texto ¨Dparcialmente difundido por algunos medios¨D supone un grito de alerta sobre el peligro de desestabilizaci¨®n que afronta este pa¨ªs balc¨¢nico pobre, sin un horizonte claro y con una estructura disfuncional. ¡°Es la mayor amenaza existencial en el per¨ªodo de posguerra¡±, en palabras de Schmidt.

El puesto de alto representante, que el exministro alem¨¢n Schmidt ocupa desde agosto, ha cobrado especial relevancia recientemente tras a?os de perfil bajo. El motivo: el pasado julio y apenas una semana antes de abandonar el cargo que asumi¨® en 2009, Valentin Inzko, el predecesor de Schmidt, introdujo una enmienda en el c¨®digo penal. La medida castiga con la c¨¢rcel la glorificaci¨®n de criminales de guerra y el negacionismo de los cr¨ªmenes contra la humanidad y del genocidio que cometieron en Srebrenica las fuerzas serbobosnias.

La bomba de Inzko fue la decisi¨®n m¨¢s relevante de un alto representante desde que en 1999 el espa?ol Carlos Westendorp (que hab¨ªa sido ministro de Exteriores en el ¨²ltimo Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez) destituy¨® a Nikola Poplasen como presidente de la Rep¨²blica Srpska, la entidad serbia de las dos en las que dividieron el pa¨ªs los Acuerdos de Dayton al poner fin a la guerra en 1995. En virtud de los denominados poderes de Bonn, el alto representante puede reemplazar a cargos electos o decretar leyes sin la aprobaci¨®n del Gobierno o Parlamento bosnios. Una figura obsoleta que convierte al pa¨ªs en una suerte de ¡°protectorado¡±, a juicio del principal l¨ªder serbobosnio, Milorad Dodik, uno de los tres presidentes del pa¨ªs (bosniacos, serbios y croatas eligen a sus representantes y estos se turnan cada ocho meses en la jefatura de Estado).

La enmienda de Inzko toc¨® un tema particularmente sensible en Bosnia: las narrativas enfrentadas sobre lo sucedido en los noventa, un tema irresuelto, en parte porque el conflicto dej¨® unos 100.000 muertos, miles de mujeres violadas y la mitad de la poblaci¨®n refugiada o desplazada, pero ning¨²n vencedor claro. Los serbobosnios interpretaron la decisi¨®n como un ataque directo y Dodik reaccion¨® con un boicot de la Presidencia, el Parlamento central y el Consejo de Ministros. ¡°Este es el ¨²ltimo clavo en el ata¨²d de Bosnia y Herzegovina. La Rep¨²blica Srpska no tiene m¨¢s opci¨®n que lanzar el proceso de disoluci¨®n¡±, dijo en una rueda de prensa en la que repiti¨® en varias ocasiones que ¡°no hubo un genocidio en Srebrenica¡±, a diferencia de lo que dictamin¨® la justicia internacional.

¡°La situaci¨®n es muy mala, con mucha tensi¨®n pol¨ªtica, pero no creo que exista la posibilidad de una nueva guerra¡±, asegura la analista independiente Tanja Topic desde Banja Luka, la capital de facto de la Rep¨²blica Srpska. ¡°Los l¨ªderes pol¨ªticos etnonacionalistas solo se mantienen en el poder a trav¨¦s de la tensi¨®n entre los distintos grupos ¨¦tnicos, pero no hay suficiente gente que quiera ir a una guerra. La mayor¨ªa est¨¢ muy preocupada por esta ret¨®rica, pero los bosnios m¨¢s bien est¨¢n emigrando. Pocos saldr¨ªan a defender los cr¨ªmenes o corrupci¨®n de sus l¨ªderes¡±.

El plan de Dodik es ir retirando a la Rep¨²blica Srpska de todas las instituciones estatales y formar unas propias, en lo que presenta como un retorno al esp¨ªritu original de los Acuerdos de Dayton. Una desvinculaci¨®n progresiva que ¡°equivaldr¨ªa a la secesi¨®n sin su proclamaci¨®n¡±, adem¨¢s de vulnerar la Constituci¨®n, advierte Schmidt en su informe.

El mes pasado, el Parlamento de la Rep¨²blica Srpska dio un medido primer paso con una agencia del medicamento propia. D¨ªas m¨¢s tarde, Dodik anunci¨® la prohibici¨®n de que los cuerpos judiciales y de seguridad y los servicios secretos operen all¨ª, para reemplazarlos por instituciones ¡°solo serbias¡± a finales de este mes. Cuando le pregunt¨® un periodista c¨®mo pensaba hacerlo, aludi¨® a ¡°como lo hicieron los eslovenos¡±, lo que cort¨® algunas respiraciones porque fue a trav¨¦s de una declaraci¨®n unilateral de independencia en 1991 a la que sigui¨® una breve guerra con el Ej¨¦rcito yugoslavo. ¡°No molestar¨ªamos a nadie, no tocar¨ªamos un pelo a nadie; al final, creo que los soldados bosniacos y croatas lo entender¨ªan¡±, argument¨®.

Los m¨¢s pesimistas ven la peor crisis desde el fin de la guerra, con hechos in¨¦ditos, como el rechazo del Parlamento de la Republika Srpska ¨Drecogido en el bolet¨ªn oficial¨D a la decisi¨®n del alto representante. Los m¨¢s optimistas tiran en cambio de hemeroteca y recuerdan que los pol¨ªticos (Dodik, por ejemplo, perdi¨® recientemente el feudo de Banja Luka y ha ca¨ªdo en popularidad) tienen un ojo puesto en las elecciones generales del pr¨®ximo a?o. ¡°Adi¨®s, Bosnia, bienvenido RS-exit¡±, tuite¨® ya el a?o pasado, en una m¨¢s de las declaraciones que se quedaron solo en eso. ¡°Nos seguimos moviendo en el ¨¢mbito de las amenazas. El objetivo es m¨¢s bien tensionar la situaci¨®n un poco m¨¢s¡±, asegura por tel¨¦fono Ruth Ferrero-Turri¨®n, profesora de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Complutense de Madrid y especialista en los Balcanes.

La principal amenaza es la retirada de las tropas serbias del Ej¨¦rcito central. ¡°Supondr¨ªa retroceder 15 a?os en la reforma de la defensa y a¨²n m¨¢s en la construcci¨®n de la confianza y la seguridad¡±, advierte el alto representante. Hace tres a?os, Dodik defini¨® la disoluci¨®n del Ej¨¦rcito serbobosnio en uno nacional, en 2005, como ¡°uno de los errores m¨¢s grandes¡±. Ese mismo 2018, compr¨® a Serbia 2.500 fusiles autom¨¢ticos para la polic¨ªa serbobosnia, que hace dos semanas hizo unas maniobras antiterroristas con helic¨®pteros y acorazados en el resort de esqu¨ª del monte Jahorina. Despert¨® muchos fantasmas: era una de las zonas desde las que las fuerzas serbobosnias bombardearon Sarajevo durante el cerco de la ciudad entre 1992 y 1996.

¡°El discurso de Dodik es peligroso, quiz¨¢s m¨¢s en el ¨¢mbito de lo simb¨®lico que de lo real, sobre todo por lo relativo al reforzamiento del Ej¨¦rcito. Ya en 2007 el Tribunal de La Haya se?al¨® que el Ej¨¦rcito serbobosnio cometi¨® genocidio y una potencial salida de las fuerzas serbobosnias romper¨ªa la institucionalidad creada por Dayton, terminando de facto con la base funcional del actual Estado de Bosnia. Pero tambi¨¦n porque supone la negaci¨®n de un demos bosnio, en defensa de un modelo ¨¦tnico¡±, se?ala Ferrero-Turri¨®n.

Pr¨®rroga

La presencia militar internacional en Bosnia est¨¢ en manos de la UE, con unos 600 efectivos de la operaci¨®n Altea, m¨¢s un testimonial cuartel de la OTAN en Sarajevo. El Consejo de Seguridad de la ONU aprob¨® este mi¨¦rcoles su pr¨®rroga gracias a la retirada del texto de toda menci¨®n a la oficina del alto representante. Fue una concesi¨®n a Mosc¨² y Pek¨ªn, que quieren que se le despoje de aquellos poderes ¨Dcomo los que le permitieron aprobar la ley contra el negacionismo¨D que se confiri¨® al cargo dos a?os despu¨¦s de la firma de los acuerdos de paz, a fin de impedir que los pol¨ªticos nacionalistas bloquearan su aplicaci¨®n. Tambi¨¦n rechazan la figura de Schmidt porque fue aprobada sin el aval del Consejo de Seguridad. No es legalmente obligatorio, pero solo se hizo una vez antes, con Christian Schwarz-Schilling en 2006.

Este mi¨¦rcoles, el portavoz de Exteriores de la UE, Peter Stano, asegur¨® en rueda de prensa en Bruselas que la situaci¨®n en Bosnia es de ¡°gran preocupaci¨®n¡± y destac¨® la importancia de la misi¨®n. Seis d¨ªas antes, el presidente del Comit¨¦ Militar de la Uni¨®n Europea, Claudio Graziano, visit¨® Sarajevo con un ¡°mensaje de apoyo a las Fuezas Armadas¡± de Bosnia por parte de ¡°todos los Veintisiete¡±. A su lado, el jefe del Estado mayor bosnio, Senad Masovic, apostill¨®: ¡°Nada que no sea eso ser¨¢ visto como una organizaci¨®n paramilitar¡±.

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