La segunda de Andaluc¨ªa

Entre Despe?aperros y la L¨ªnea de la Concepci¨®n est¨¢ por escribirse el pr¨®ximo ciclo electoral. Tradicionalmente, el PSOE hab¨ªa gobernado Espa?a apoyado en el granero catal¨¢n y andaluz, pero este ¨²ltimo es a¨²n m¨¢s valioso dado el escenario multipartidista actual. La raz¨®n es sencilla: mientras que en el sur la izquierda muerde representaci¨®n a su bloque rival, en Catalu?a lo hace a costa de quienes podr¨ªan ser sus socios parlamentarios, los nacionalistas. Por lo tanto, los 61 diputados al Congreso de Andaluc¨ªa valen su peso en oro, aunque hoy PP y Vox los tienen m¨¢s a tiro.

Este cambio profundo hay que entenderlo por el mismo agotamiento del socialismo andaluz que permiti¨® que la derecha pudiera gobernar la Junta desde 2018. Apoyado en esa plataforma, Moreno Bonilla ha podido hacer fuerte su propia marca y, por ende, a los populares. De hecho, en todos los sondeos el PP figura como primer partido gracias a la estrategia darwiniana propia de las formaciones cl¨¢sicas; adaptarse al terreno. Moreno ha sabido marcar su propio tono, como Feij¨®o o Ayuso, pero en este caso recogiendo para s¨ª la bandera blanca y verde, mirando lo imprescindible a Vox y at¨¢ndose fuerte a Ciudadanos. Justamente por aqu¨ª es por donde m¨¢s crecen sus apoyos, unos votantes que ven¨ªan de zonas templadas e incluso de caladeros socialistas y que hoy se cobijan tras el l¨ªder popular.

Adem¨¢s, la coyuntura es la id¨®nea para sus intereses. La pandemia ha reforzado a los presidentes auton¨®micos (que pr¨¢cticamente en todos los territorios tienen encuestas favorables) gracias a la pulsi¨®n conservadora de optar por f¨®rmulas conocidas en tiempos de tribulaci¨®n. Pero, adem¨¢s, el PSOE est¨¢ teniendo grandes dificultades para renovarse con una organizaci¨®n que sigue pensando que el Gobierno Bonilla ha sido un accidente. Tener una base sociol¨®gica favorable en un territorio no condiciona ganar cualquiera sea el candidato y al PSOE a¨²n le cuesta pasar de asustar con la derecha a enamorar a sus potenciales votantes. Por si esto fuera poco, todo el espacio a su izquierda est¨¢ fragmentado y enfrentado, haciendo a¨²n m¨¢s dif¨ªcil que se pueda dar una suma para que gobiernen.

Las elecciones a¨²n no est¨¢n convocadas, pero son la primera etapa de cara a las generales. Un resultado favorable al PP empujar¨ªa de nuevo su marca a nivel nacional, como pas¨® con la Comunidad de Madrid, y consolidar¨ªa la percepci¨®n de cambio de ciclo. Y s¨ª, es cierto que el voto es vol¨¢til y las campa?as son relevantes, pero hoy en Andaluc¨ªa la derecha pisa terreno electoral m¨¢s firme que la izquierda. Despu¨¦s de todo, el PP, como dec¨ªa Carlos Cano en Sevillanas de Chamber¨ª: ¡°la primera la tiene aprend¨ªa (¡­), ya la segunda la est¨¢n ensayando¡±.