La cerraz¨®n cubana
El acoso represivo de La Habana contra la disidencia p¨²blica ancla al pa¨ªs en el inmovilismo retr¨®grado y antidemocr¨¢tico
Cuba vivi¨® este lunes otra oportunidad perdida. No es la primera ni ser¨¢ posiblemente la ¨²ltima. Ya el pasado 11 de julio las protestas callejeras dejaron patente el hartazgo de una poblaci¨®n golpeada por la pobreza y la asfixia pol¨ªtica. Decenas de opositores siguen encarcelados y la convocatoria de una marcha c¨ªvica para su puesta en libertad ...
Cuba vivi¨® este lunes otra oportunidad perdida. No es la primera ni ser¨¢ posiblemente la ¨²ltima. Ya el pasado 11 de julio las protestas callejeras dejaron patente el hartazgo de una poblaci¨®n golpeada por la pobreza y la asfixia pol¨ªtica. Decenas de opositores siguen encarcelados y la convocatoria de una marcha c¨ªvica para su puesta en libertad volvi¨® a toparse con el rechazo frontal del r¨¦gimen, que la prohibi¨® y vincul¨® a ¡°planes subversivos¡± de Washington. Tal ha sido la presi¨®n contra esta iniciativa, que su principal promotor, el dramaturgo Yunior Garc¨ªa, anunci¨® su intenci¨®n de marchar en solitario un d¨ªa antes para evitar poner en riesgo a los manifestantes. Su decisi¨®n le comport¨® una orden de arresto domiciliario y un estrechamiento del cerco policial contra los principales l¨ªderes de la marcha. Bajo esta presi¨®n, la convocatoria qued¨® este lunes desarbolada y Cuba vio otra vez cerrarse la puerta del di¨¢logo. Lo que finalmente ha hecho Yunior Garc¨ªa ha sido marcharse de Cuba y este mi¨¦rcoles aterrizaba con su mujer en Madrid, con visado de turista.
Dejar las calles vac¨ªas por el miedo no es un ¨¦xito de nadie porque la democracia lleva dentro el di¨¢logo, pero nunca el silencio por orden administrativa. Ufanarse de haber puesto entre rejas a los opositores es una muestra m¨¢s de la bunkerizaci¨®n del r¨¦gimen y de su antediluviano inmovilismo.
Las expectativas abiertas en abril pasado con la salida de Ra¨²l Castro de la secretar¨ªa general del Partido Comunista se han marchitado r¨¢pidamente. Los cambios econ¨®micos puestos en marcha, como la reciente legalizaci¨®n de un reducido cupo de peque?as y medianas empresas, suponen solo un d¨¦bil paso para la apertura. Son gestos demasiado escasos frente al autoritarismo exhibido contra quienes piden cambios de calado. Ese camino ha llevado al Gobierno cubano, en su obsesi¨®n controladora, a tomar decisiones tan condenables como retirar credenciales a periodistas de Efe, la agencia p¨²blica espa?ola de noticias.
Tras d¨¦cadas de cerraz¨®n, resulta evidente que los gestos de apertura no prosperar¨¢n sin el apoyo decidido de una comunidad internacional que permita al r¨¦gimen que preside Miguel D¨ªaz-Canel revisar su deriva, liberar a los presos y permitir la discrepancia. Es necesario el concurso de Washington, la gran potencia de la zona, para superar su anquilosamiento punitivo y, al igual que hiciera Barack Obama, buscar v¨ªas que permitan recuperar espacios de libertad. Desde el ¨¢ngulo europeo, Espa?a dispone de un pu?ado de cartas que le permiten jugar a fondo en favor de din¨¢micas de apertura y flexibilidad. M¨¢s all¨¢ de los intereses geopol¨ªticos de cada actor, el avance hacia la democracia en la isla habr¨¢ de hacerse con el criterio y la participaci¨®n de una poblaci¨®n que hoy vive en condiciones graves de penuria econ¨®mica y desamparo pol¨ªtico.