Cuba: m¨¢s democracia o m¨¢s represi¨®n
El r¨¦gimen castrista tendr¨¢ que optar por liberalizaciones profundas o por el refuerzo de las plantillas policiales
Las pol¨ªticas de control de da?os del r¨¦gimen cubano afrontan el impacto de la pueblada contrarrevolucionaria del 11 de julio, cuyas r¨¦plicas obligar¨¢n a liberalizaciones profundas o al refuerzo de las plantillas policiales y la represi¨®n. M¨¢s libertades o m¨¢s palos para evitar que se cumpla el plan del diplom¨¢tico Lester Mallory en su memor¨¢ndum secreto a Dwight Eisenhower: la derrota de la revoluci¨®n de Castro exige el empleo de todos los medios posibles, asfixiar su econom¨ªa, privarla de dinero y suministros, hundir los salarios y provocar hambre, desesperaci¨®n y el derrocamiento del comandante en jefe. Medio siglo despu¨¦s, las redes sociales se sumaron a la cruzada.
Barack Obama eligi¨® la implosi¨®n, y las otras 12 administraciones, el ahogamiento, porque el mangoneo de la isla ha sido objetivo irrenunciable de Estados Unidos desde que uno de los padres del imperio, Thomas Jefferson, concibiera la idea de su anexi¨®n o la compra a Espa?a. La pol¨ªtica hacia la mayor de las Antillas no es solo un producto de la Guerra Fr¨ªa; controla el estrecho de Florida, los accesos al Golfo de M¨¦xico y el pasillo con Hait¨ª. La importancia geoestrat¨¦gica del pa¨ªs que institucionaliz¨® el marxismo leninismo a 150 kil¨®metros de la meca capitalista, explica la Enmienda Platt, Guant¨¢namo y el deplorable aislamiento punitivo.
La revoluci¨®n que fue s¨ªmbolo de la soberan¨ªa nacional frente al intervencionismo estadounidense, que desarroll¨® un admirable sistema sanitario y escolar, precursor en el mundo subdesarrollado, soporta, a duras penas, la creciente irritaci¨®n de las v¨ªctimas de sus fracasos, y la agitaci¨®n cultural de los hijos de la hambruna del trienio 1990-93, consecuencia de la desaparici¨®n de las subvenciones de la URSS y de la inoperancia local; buena parte de las nuevas generaciones est¨¢ hasta la coronilla de un monopolio pol¨ªtico e ideol¨®gico que no genera prosperidad y arrebata derechos.
El Gobierno culpa a la hostilidad yanqui, ajeno a que esta ser¨¢ permanente porque, parafraseando el cuento de Monterroso, cuando nos muramos todos, el imperio seguir¨¢ all¨ª, repartiendo coletazos extraterritoriales. Obviamente, EE UU apoyar¨¢ cualquier iniciativa tendente al descabello de la Cuba comunista, desorientada y vulnerable, sepultada por la pandemia, la crisis de Venezuela, las colas, el desabastecimiento y las ¨®rdenes de estrangulamiento econ¨®mico dictadas por Donald Trump y acatadas por Joe Biden.
En su reuni¨®n inici¨¢tica con los intelectuales, Fidel Castro dijo que la revoluci¨®n defend¨ªa la libertad, y que si la preocupaci¨®n de algunos era la asfixia del esp¨ªritu creador, la descartara. En los setenta, cientos de narradores y artistas fueron perseguidos y expulsados de sus trabajos por homosexuales o no cumplir con los est¨¢ndares patri¨®ticos.
Todav¨ªa dogma, la arenga ¡°Dentro de la revoluci¨®n, todo; contra la revoluci¨®n, nada¡± estableci¨® los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n y de la creaci¨®n art¨ªstica. Como el dramaturgo Y¨²nior Garc¨ªa los transgredi¨®, y encima se re¨²ne con el enemigo, pues le aconsejaron que hiciera las maletas.
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