Mujeres
Las nuevas l¨ªderes de la derecha son juveniles, atractivas, brillantes y, sobre todo, malas. Caer¨¢n bien, caer¨¢n mal, pero suponen uno de los aspectos m¨¢s interesantes de la pol¨ªtica espa?ola actual
Desde que comenz¨® la Transici¨®n, tanto para quienes quisieron verlo como para los que no, estaba claro que ser¨ªa uno de los grandes hechos diferenciales entre la Espa?a que terminaba y la que estaba a punto de empezar. Pero, ?qu¨¦ se esperaba de las espa?olas entonces, qu¨¦ se ha esperado durante d¨¦cadas? Sabihondas izquierdistas con personalidad, bien preparadas, con mucha labia y sin demasiado poder real, un papel que han ejercido durante muchos, demasiados a?os. Las se?oras de derechas que se met¨ªan en pol¨ªtica eran se?oras, o sea, otro cantar. Elegancia, anfitrionas exquisitas, mechas rubias, gracejo m¨¢s o menos atractivo y docilidad. Siempre dispuestas a hacer lo que el partido les mandara, ocupando puestos subalternos sin rechistar. Parec¨ªa que esto no iba a cambiar nunca, y si acaso, evolucionar¨ªa por la izquierda, pero no.
En los ¨²ltimos meses, hemos asistido a una metamorfosis inesperada, que ha cambiado completamente la ¨¦tica y la est¨¦tica de la tipolog¨ªa de las pol¨ªticas espa?olas. Las grandes anfitrionas de peinado impecable han desaparecido. En su lugar, j¨®venes amazonas que no se molestan en te?irse, han desbordado completamente su papel, para tomarse el poder en serio. Algunas tienen m¨¢s posibilidades de lograrlo, otras ayudan como pueden. Cayetana ?lvarez de Toledo escribe un libro para no dejar t¨ªtere con cabeza, a su favor y sobre todo al de Isabel D¨ªaz Ayuso, ant¨ªtesis de las l¨ªderes populares que hab¨ªamos conocido hasta ahora. Son juveniles, estilizadas, atractivas, brillantes y, sobre todo, malas. Est¨¢n dispuestas a mentir, a conspirar, a influir y a hacer da?o. Re¨²nen todas las condiciones frente a las que su organizaci¨®n no est¨¢ preparada para reaccionar. Caer¨¢n bien, caer¨¢n mal, pero suponen uno de los aspectos m¨¢s interesantes de la pol¨ªtica espa?ola actual. Que Dios pille a Teodoro confesado.
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