La tormenta perfecta
La combinaci¨®n de distintas causas conduce a una crisis alimentaria que afecta ya a decenas de millones de personas en el planeta
La fuerte subida del precio de los alimentos en el ¨²ltimo a?o ¡ª30% de media en origen¡ª ha hecho sonar las alarmas sobre lo que puede ser el inicio de una nueva crisis. Como ya sucedi¨® en 2008, son las regiones m¨¢s pobres del mundo y los sectores m¨¢s desfavorecidos de la sociedad los m¨¢s golpeados por un problema que entonces desat¨® una ola de protestas sociales y deriv¨® en episodios de inestabilidad pol¨ªtica en muchos de esos pa¨ªses.
Las causas coyunturales (un aumento de la de...
La fuerte subida del precio de los alimentos en el ¨²ltimo a?o ¡ª30% de media en origen¡ª ha hecho sonar las alarmas sobre lo que puede ser el inicio de una nueva crisis. Como ya sucedi¨® en 2008, son las regiones m¨¢s pobres del mundo y los sectores m¨¢s desfavorecidos de la sociedad los m¨¢s golpeados por un problema que entonces desat¨® una ola de protestas sociales y deriv¨® en episodios de inestabilidad pol¨ªtica en muchos de esos pa¨ªses.
Las causas coyunturales (un aumento de la demanda junto al encarecimiento de los costes de la energ¨ªa, los fertilizantes y del transporte) se suman a cambios estructurales, como las consecuencias derivadas del cambio clim¨¢tico, generando una tormenta perfecta. La b¨²squeda de alternativas a los combustibles f¨®siles para reducir su impacto medioambiental ha disparado, a su vez, la demanda de biocombustibles ¡ªcomo el etanol o el biodi¨¦sel¡ª que con los actuales precios de la energ¨ªa resultan m¨¢s atractivos para destinar los cultivos de az¨²car, aceites o cereales a este fin.
Seg¨²n el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, hoy hay 45 millones de personas al borde de la hambruna en 43 pa¨ªses, por encima de los 42 millones de principios de a?o y los 27 millones de 2019. Pero tambi¨¦n ha crecido la financiarizaci¨®n de los mercados alimentarios: los productos de primera necesidad no pueden ser considerados una simple materia prima ni un activo m¨¢s sujeto a especulaci¨®n. Lo que est¨¢ en juego es la supervivencia de millones de personas en todo el mundo.
A pesar de las abismales diferencias en el impacto de esta crisis en pa¨ªses desarrollados y emergentes, las familias en Espa?a ya notan que la alimentaci¨®n empieza a estar m¨¢s cara que nunca, con previsibles ajustes en la mayor¨ªa de los presupuestos familiares. Un problema adicional es que los agricultores tienen cada vez menos incentivos para continuar con su actividad: el encarecimiento de la energ¨ªa, el agua, los pl¨¢sticos, los piensos o los fertilizantes oscila entre el 20% y el 80% en el ¨²ltimo a?o. Los costes ya suponen el 62% del valor de producci¨®n, frente al 45,7% de 2020 y el 35% de las ¨²ltimas d¨¦cadas.
Esa ha sido la causa que ha espoleado las protestas del sector en las ¨²ltimas semanas y la reclamaci¨®n de un plan de choque al Gobierno. La nueva ley de la cadena alimentaria, que se aprobar¨¢ el pr¨®ximo jueves, ha sido su respuesta con el objetivo de conseguir precios justos y un reparto equilibrado del valor entre todos los eslabones. Por otra parte, la presentaci¨®n del plan estrat¨¦gico para el sector, dentro de los programas financiados con fondos europeos, ofrece la oportunidad para que las fuerzas pol¨ªticas respalden un proyecto capaz de garantizar un salto cualitativo en la modernizaci¨®n y digitalizaci¨®n de una agricultura y una ganader¨ªa del siglo XXI.