Qui¨¦n amenaza a Pedro S¨¢nchez

Pablo Casado tiene un problema doble, porque su pulso con Isabel D¨ªaz Ayuso no se dirime con hechuras ¨¦picas, como dos titanes despedaz¨¢ndose por el poder, sino con mec¨¢nica de comedia menor de enredo. Eso desgasta m¨¢s que un estacazo. Claro que en la escena de la cobra del libro de Mariano Rajoy hay m¨¢s confusi¨®n de protocolo que cobra. Eso s¨ª, el t¨ªtulo de Pol¨ªtica para adultos interpela a muchos dirigentes, pero tambi¨¦n a esos periodistas que clamaban ?cobra, cobra! como fans de Operaci¨®n Triunfo. Claro que despu¨¦s del Manifiesto Frankenstein ¡ªfirmado por PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV, Bildu, Junts, BNG, CUP...¡ª , los profesionales del periodismo deber¨ªamos ir haci¨¦ndonoslo mirar, sobre todo quienes no lo ven por miop¨ªa ideol¨®gica. Es simple: quien est¨¦ acreditado para ir a la sala del Congreso, puede preguntar. El quid est¨¢ en las acreditaciones. Lo dem¨¢s es periodismo, y no deber¨ªa decidir ning¨²n dirigente desde su atril, casi siempre los mismos que llevan a?os promoviendo vetos y linchamientos en las redes, y a¨²n menos repartir carn¨¦s para interrogarles.

Lo de Casado, a todo esto. De seguir en la misma clave, aunque derrote en ese duelo a Ayuso, habr¨¢ perdido. Se est¨¢ dejando muchos pelos en esa gatera. De momento hay sondeos desmoronados que le pasan una factura de medio mill¨®n de votos; y aunque esos votos puedan regresar a merced de la misma volatilidad, est¨¢ sacrificando mucho liderazgo interno. Y ha perdido el control de la agenda: el jueves para Teodoro Garc¨ªa Egea, en Algemes¨ª por el frente agr¨ªcola, cuatro de las cinco preguntas fueron sobre Ayuso. Vale, no es nuevo en los partidos. Pedro S¨¢nchez tuvo que imponerse en una confrontaci¨®n fratricida con Susana D¨ªaz y la gran nomenclatura; a Pablo Iglesias no le queda nadie de la foto fundacional de Podemos, ni siquiera ¨¦l mismo; y en el PP, desde Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, nadie ha disfrutado de una llegada f¨¢cil al poder, Rajoy se las vio con Esperanza Aguirre tras Alberto Ruiz-Gallard¨®n, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa con Dolores de Cospedal... pero el riesgo para Casado es que su duelo con Ayuso tienda a la astracanada.

Claro que con las urnas a distancia, a S¨¢nchez la amenaza no le viene de la derecha, sino de su bloque. Ha salvado otro match point con los Presupuestos tras un d¨ªa de v¨¦rtigo, pero contin¨²a al albur de Esquerra por el enredo de Netflix que una vez m¨¢s evidencia el riesgo de tener aliados hostiles al principio de legalidad. Claro que incluso el socio de Gobierno se declaraba ninguneado y amenazaba con rechazar unos Presupuestos... que tambi¨¦n son suyos. Yolanda D¨ªaz entretanto sigue moviendo los hilos de su Frente Amplio, con un mensaje de transversalidad de ecos errejonianos: ¡°No me gusta que me sit¨²en a la izquierda del PSOE, es una esquina muy peque?ita, se la regalo al Partido Socialista¡±. Claro que atribuirse una transversalidad socialdem¨®crata es menos f¨¢cil para una militante comunista, pero D¨ªaz, capaz de regresar al 8-M de la pandemia contra La Moncloa, no duda en tirar de sortilegios populistas cuestionando a los partidos como ¡°obst¨¢culo¡±. Y todo esto dentro del Gobierno, donde S¨¢nchez teme ya m¨¢s a D¨ªaz que a Iglesias. En la pol¨ªtica espa?ola hay demasiado Juego de tronos.