Almohadillas para un civismo ligero
Para transitar de la pasividad a la militancia c¨ªvica y el compromiso basta recostarse en este signo y que se nos vea en Twitter
Estas l¨ªneas son la defensa de un nombre. Son un alegato a favor de que llamemos almohadilla a la almohadilla, o sea, a este signo: #. Algunos lectores ya lo designan as¨ª, pero para otros quiz¨¢ sea conocido con alguno de los vocablos con que tambi¨¦n se denomina en el mundo hisp¨¢nico: nombres curiosos que se inspiran en el uso de este signo para encerrar cifras, como cuadradillo, n¨²mero, cardinal..., o quiz¨¢ empleen apodos como michi, tatet¨ª o gato, que se basan en el parecido de esta rejilla al tablero del tres en l¨ªnea.
La ortograf¨ªa tiene signos conocidos por todos, como los puntos o las comas, pero tambi¨¦n guarda otros que son menos usados o cuyos nombres al menos nos son m¨¢s arcanos: seguramente solo impresores y editores conocen los t¨¦rminos con que se llaman signos raros como la diple (esta: <), el et (este: &, ampersand en ingl¨¦s) o la pleca (este otro: |). La almohadilla era antes uno de esos signos ex¨®ticos, que se usaba restringidamente y que naci¨® de un uso muy t¨¦cnico: la sigla romana de medida lb (¡°libra pondo¡±, una libra por peso o peso en libras) que, abreviada y cruzada con una raya horizontal superior, gradualmente se fue deturpando en el trazo hasta dar lugar a esta doble rejilla.
Al hablar hoy de almohadillas pocos piensan ya en las que se tiraban en los ruedos como se?al de mala faena taurina. Este viejo signo otrora raro se ha hecho hoy cotidiano: en las redes sociales se utiliza para marcar una etiqueta (en ingl¨¦s hashtag), el tema de algo, el t¨®pico del momento. La almohadilla bendice un tema, un personaje o una frase con su triunfo en el ruedo inmaterial de las redes sociales. Si se habla de #PepitoElDeLosPalotes, marcarlo con almohadilla lo convierte en candidato a hacerse tema del momento, trending topic en ingl¨¦s; ser asunto protagonista es la medalla del posmodernismo: que hablen de uno, a toda costa, aun para mal.
El tema del momento puede ser tambi¨¦n lema del momento, y ah¨ª la almohadilla se convierte en pancarta virtual para que pongamos la frase solidaria que corresponda cada d¨ªa. Y el problema no es promover la consigna precedida del signo, el problema es que nos conformamos simplemente con eso. Basta escribir #JeSuisCharlie o #C¨¢dizEnLucha en nuestra cuenta para mostrar que nos afecta lo que ocurri¨® en la sede de Charlie Hebdo o que nos concierne que C¨¢diz siga perdiendo industria. La almohadilla en las redes sociales se ha convertido en la bandera de un tema, r¨¢pida e inestable como el r¨ªo de las redes sociales.
Para transitar de la pasividad a la militancia c¨ªvica y el compromiso basta recostarse en la almohadilla y que se nos vea en Twitter apoyados en ella. Por eso creo que hemos de ser coherentes, olvidarnos de otras denominaciones y llamar almohadilla a este signo, porque es buen nombre para ¨¦l. El nombre almohadilla naci¨®, s¨ª, del inevitable parecido del signo a un coj¨ªn de dormir, pero hoy este signo es de verdad una almohada moral, un elemento que incorporar tras el lemita cambiante de turno para tumbarse en un sue?o aliviado de conciencia que forzosamente va a ser ligero, ligero, porque el r¨ªo sigue corriendo y busca nuevas frasecitas que enrejar entre almohadillas para que nosotros durmamos tranquilos.
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