Cosas que le dir¨ªa al Papa
Teniendo como tiene la Iglesia cat¨®lica tantos bienes terrenales que de nada van a servir en la otra vida, ?no ser¨ªa ¨²til usar toda la riqueza acumulada para ayudar a los desamparados que tanto preocupan al se?or Francisco?
Al ciudadano Bergoglio, en tanto jefe de una organizaci¨®n privada de creyentes, le har¨ªa unas cuantas preguntas. Para empezar le plantear¨ªa si no cree que, aparte de palabras y buenas intenciones, no podr¨ªa actuar para hacer posible un mundo con menos pobreza y desamparo. Teniendo como tiene la Iglesia cat¨®lica tantos bienes terrenales que de nada van a servir en la otra vida y que de hecho nada aportan al cuidado de las almas, ya que las almas poco necesitan, ?no ser¨ªa tremendamente ¨²til usar toda la riqueza acumulada durante siglos de poder para ayudar a los desamparados que tanto preocupan ...
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Al ciudadano Bergoglio, en tanto jefe de una organizaci¨®n privada de creyentes, le har¨ªa unas cuantas preguntas. Para empezar le plantear¨ªa si no cree que, aparte de palabras y buenas intenciones, no podr¨ªa actuar para hacer posible un mundo con menos pobreza y desamparo. Teniendo como tiene la Iglesia cat¨®lica tantos bienes terrenales que de nada van a servir en la otra vida y que de hecho nada aportan al cuidado de las almas, ya que las almas poco necesitan, ?no ser¨ªa tremendamente ¨²til usar toda la riqueza acumulada durante siglos de poder para ayudar a los desamparados que tanto preocupan al se?or Francisco? Se me ocurre, por ejemplo, que ya que iglesias y capillas suelen estar la mayor parte del tiempo en desuso, se podr¨ªan aprovechar para albergar en ellas a los tantos refugiados que viven hacinados en campos que bien conoce el Papa por haberlos visitado recientemente. Cuando veo esas grandes y relucientes salas del Vaticano pienso que all¨ª estar¨ªan mucho mejor que en Moria, cobijados bajo techo y con los pies calientes y secos.
Tambi¨¦n le preguntar¨ªa al pont¨ªfice (lo de santo lo dejo para quienes creen en la divinidad que ¨¦l representa, llamarle Santidad siendo atea me parecer¨ªa una hipocres¨ªa) si no le parece que va siendo hora de soltar un poco el pu?o de los privilegios que su organizaci¨®n disfruta y que no son precisamente fruto de una decisi¨®n tomada democr¨¢ticamente. Por ejemplo, podr¨ªa renunciar de una vez por todas al pacto que su entidad estableci¨® con el Estado espa?ol en 1979 llamado Concordato, dado que no tiene sentido alguno que los seguidores de una religi¨®n particular est¨¦n por encima de quienes no creen en nada o creen en otras cosas. ?No se ha parado Bergoglio a analizar el desprop¨®sito que representa esa alianza contra natura entre el poder mundano y el poder religioso? ?No le parece extralimitarse en sus funciones espirituales estar injiri¨¦ndose en las leyes terrenales de los hombres, sobre todo cuando muchos de estos hombres ya no comulgan con sus principios y doctrinas? ?No ser¨ªa ya hora de que la Iglesia pagara impuestos como hace el m¨¢s pobre de los pobres contribuyentes o que deje de inmatricular bienes que no le corresponden? Renunciar al Concordato ser¨ªa lo m¨¢s coherente con sus ideas de igualdad. Lo contrario es estar a Dios rogando y con el mazo dando.