¡®Castell¡¯ de Babel
Para cosechar frutos positivos, necesitamos que los pol¨ªticos escuchen conjuntamente a los ciudadanos y a los cient¨ªficos. Esto no sucede con la escuela catalana
Desde la construcci¨®n de la torre de Babel, sabemos que los conflictos ling¨¹¨ªsticos son tan segregadores como enriquecedores. Pero, para cosechar frutos positivos, necesitamos que los pol¨ªticos escuchen conjuntamente a los ciudadanos (?qu¨¦ modelo educativo desean para sus hijas e hijos?) y a los cient¨ªficos (?qu¨¦ efectos produce tal modelo?).
Esto no sucede con la escuela catalana. Los pol¨ªticos soberanistas (m¨¢s socialistas, comunes y otros residentes del oasis catal¨¢n) han blindado un sistema que, como afirmaban en estas p¨¢ginas Andr¨¦s Santana, Jos¨¦ Rama y Jos¨¦ Javier Olivas, es todo para el pueblo, pero sin el pueblo. Pues el pueblo catal¨¢n, de media, desear¨ªa un 26% de horas de castellano en la escuela (por un 48 en catal¨¢n y un 19 en ingl¨¦s), casi id¨¦ntico al 25% que, por orden judicial, debe implantarse en el colegio de Canet, y que ha provocado la revuelta de los defensores de la escola en catal¨¤. Adem¨¢s, las diferencias entre los votantes unionistas e independentistas son asombrosamente peque?as. Mientras los de Ciudadanos y PP querr¨ªan, respectivamente, el 41 y el 37% de las horas en castellano (con un notable 31 y 29% de horas en catal¨¢n), los de ERC o Junts optar¨ªan por un destacable 21 y 20% (con un 55 y 57% en catal¨¢n).
Una pareja de padres y madres de cada partido del Parlament podr¨ªa pues llegar f¨¢cilmente a un acuerdo sobre el reparto de los idiomas en el calendario educativo en el que todos estuvieran moderadamente satisfechos. Pero los pol¨ªticos catalanes ¡ªque no miran las horas lectivas, sino sus intereses electivos¡ª aprovechan cualquier ocasi¨®n para mostrar su insatisfacci¨®n.
Los partidos tampoco escuchan a los cient¨ªficos. Para empezar, apenas les encargan evaluaciones del modelo ling¨¹¨ªstico, que parad¨®jicamente escasean en el tema que deber¨ªa estar m¨¢s estudiado en una sociedad biling¨¹e como la catalana. Y no atienden a las recomendaciones de los expertos. Los fan¨¢ticos anti-escola catalana no asumen que, en un territorio donde los ricos hablan m¨¢s un idioma (catal¨¢n) y los pobres otro (castellano), lo mejor es una escuela ¨²nica. As¨ª se igualan las oportunidades de todos los ni?os y ni?as. Y los fan¨¢ticos pro-escola se resisten a subir el porcentaje de castellano, importante tambi¨¦n para garantizar un aprendizaje igualitario.
Entre unos y otros est¨¢n levantando un castell de Babel. @VictorLapuente
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