Hegel en el Parlamento
Ser¨ªa importante reflexionar sobre el extra?o mecanismo que hace que juzguemos distante y elitista a un ministro que cita a un fil¨®sofo, mientras quien nos habla de ca?as y chuletones, nos parezca alguien cercano y dicharachero
¡°La libertad es el reconocimiento de la necesidad¡±. Esta cita de Hegel no se pronunci¨® en una clase de Historia de la Teor¨ªa Pol¨ªtica; la emple¨® el ministro alem¨¢n de Sanidad, el socialdem¨®crata Karl Lauterbach, tratando de explicar por qu¨¦ ganamos libertad a trav¨¦s de la vacuna, y por qu¨¦ es el virus el que nos mantiene confinados. El debate sobre los l¨ªmites de la libertad y la vacuna obligatoria se produc¨ªa en el Bundestag con el resto de fuer...
¡°La libertad es el reconocimiento de la necesidad¡±. Esta cita de Hegel no se pronunci¨® en una clase de Historia de la Teor¨ªa Pol¨ªtica; la emple¨® el ministro alem¨¢n de Sanidad, el socialdem¨®crata Karl Lauterbach, tratando de explicar por qu¨¦ ganamos libertad a trav¨¦s de la vacuna, y por qu¨¦ es el virus el que nos mantiene confinados. El debate sobre los l¨ªmites de la libertad y la vacuna obligatoria se produc¨ªa en el Bundestag con el resto de fuerzas parlamentarias, y como pueden comprobar, daba incluso para citar a Hegel. Si hay algo apasionante en esta ¨¦poca es c¨®mo nos obliga a pensar con profundidad sobre algunos temas. El cambio clim¨¢tico, sin ir m¨¢s lejos, transformar¨¢ nuestra vida y tendr¨¢ repercusiones antropol¨®gicas que nos obligar¨¢n a volver a las preguntas m¨¢s b¨¢sicas: qui¨¦nes somos, cu¨¢l deber¨¢ ser nuestra relaci¨®n con el planeta. Si, hasta ahora, nuestra identidad se ha construido a trav¨¦s del consumo, la crisis clim¨¢tica cambiar¨¢ ese imaginario, nuestra representaci¨®n sobre el mundo y nuestra forma de habitarlo, tambi¨¦n en un sentido filos¨®fico. Este desaf¨ªo, radical, ya est¨¢ aqu¨ª, aunque en Espa?a lo frivolicemos, chapoteando en la tonta dial¨¦ctica entre chulet¨®n o comunismo.
Otro de los grandes temas es el que discut¨ªan en Alemania: los l¨ªmites de nuestra libertad en tiempos de pandemia. En estos lares, esta apasionante cuesti¨®n la despachamos con otra c¨¦lebre m¨¢xima: libertad es poder disfrutar de unas ca?as, cuya autor¨ªa evidentemente no es de Hegel. Es la otra gran ambivalencia de nuestro tiempo: la dial¨¦ctica entre la frivolidad que exhiben nuestros salvadores supremos, destinados a exorcizar las frustraciones enviscadas de las democracias, y la responsabilidad e integridad de aquellos a los que s¨ª les preocupa la adecuaci¨®n moral con su funci¨®n p¨²blica, de quienes ofrecen un di¨¢logo veraz, y por tanto complejo, con el ciudadano, uno que versa sobre la calidad de su vida. Tal vez la ca¨ªda de Boris Johnson podr¨ªa representar el fin de la d¨¦cada populista que lo alz¨® como m¨¢ximo palad¨ªn de la hoguera de las vanidades de la pol¨ªtica, pero ser¨ªa demasiado optimista pensar que su desplome signifique el fin de la frivolidad en el todo vale de la carrera por el poder.
Tambi¨¦n ser¨ªa importante reflexionar sobre ese extra?o mecanismo que hace que juzguemos distante y elitista a un ministro que cita a Hegel en el Parlamento para explicar la necesidad de la vacuna, mientras el fr¨ªvolo, quien nos habla de ca?as y chuletones, nos parezca alguien cercano y dicharachero. Es su hablar hueco sobre temas esenciales el que deber¨ªa alejarnos, y no quien aborda los temas desde la honestidad, sin hurtar al ciudadano su complejidad y respetando as¨ª su inteligencia. Porque hay cuestiones que ya deber¨ªan partir de un consenso b¨¢sico sobre el que empezar la discusi¨®n, pero como con la crisis de Ucrania (atlantistas frente a putinistas) aqu¨ª preferimos el chascarillo que nos encierra en el calor de nuestra querida y acogedora burbujita. @MariamMartinezB