Johnson se resiste a dimitir mientras espera el informe sobre las fiestas de Downing Street
El primer ministro afronta sus horas m¨¢s complicadas, mientras Sue Gray ultima su investigaci¨®n. Un documento de Exteriores rescata otra presunta mentira del pol¨ªtico conservador
Diputados, ministros, periodistas... todos los que se mueven en la burbuja pol¨ªtica de Westminster y Whitehall, en Londres, permanecen paralizados desde primera hora de este mi¨¦rcoles, a la espera de que la vicesecretaria permanente de la Oficina del Gabinete, Sue Gray, entregue su informe final de la investigaci¨®n en torno a las fiestas prohibidas en Downing Street. Hay un consenso general que se?ala que las pr¨®ximas horas ser¨¢n cruciales para el futuro pol¨ªtico de Boris Johnson. El primer ministro ha comparecido este mi¨¦rcoles en la sesi¨®n de control de la C¨¢mara de los Comunes para hacer frente a una nueva bater¨ªa de duras cr¨ªticas de la oposici¨®n laborista, sobre todo despu¨¦s de que en las ¨²ltimas horas se conociera la decisi¨®n de la Polic¨ªa Metropolitana de Londres de iniciar por su cuenta una investigaci¨®n de las pol¨¦micas fiestas, en medio del confinamiento. Antes de que la ciudadan¨ªa brit¨¢nica conozca las conclusiones de la investigaci¨®n, Johnson ya ha dejado claro que no tiene intenci¨®n de dimitir, como ha vuelto a exigir la oposici¨®n laborista y al menos media docena de diputados conservadores. Johnson ha optado por escudarse en la actual crisis de Ucrania para restar importancia al esc¨¢ndalo que le acosa.
La decisi¨®n del momento en que el texto se entrega corresponde a Gray, pero Downing Street se reserva la prerrogativa de revisarlo y anular aquellas partes que puedan comprometer la seguridad personal de los funcionarios implicados. Si en alg¨²n momento el equipo de Johnson se plante¨® publicar solo un sumario del informe, la presi¨®n de los ¨²ltimos d¨ªas ha hecho que se replantearan esa estrategia y anunciaran su voluntad de publicarlo ¨ªntegramente.
El l¨ªder de la oposici¨®n laborista, Keir Starmer, ha se?alado la escalada de gravedad de todo el esc¨¢ndalo que supone el hecho de que la polic¨ªa haya decidido abrir su propia investigaci¨®n. Johnson, con el mismo tono desafiante que ha decidido adoptar en las ¨²ltimas horas, se ha escudado en que el informe a¨²n no es p¨²blico, y que por tanto no puede comentar nada al respecto. A cambio, ha reprochado a Starmer que insista en el asunto de las fiestas mientras hay otros asuntos m¨¢s importantes sobre la mesa, como la crisis de Ucrania. ¡°El Gobierno del Reino Unido y su primer ministro est¨¢n logrando unir a todo Occidente en la preparaci¨®n del paquete de sanciones m¨¢s duro que sea posible contra Rusia¡±, ha presumido Johnson. No se ha dejado ni un argumento de ataque en el caj¨®n. Acusaba a Starmer de estar en contra del Brexit o de haber obstaculizado el fin del confinamiento o el despliegue de la campa?a de vacunaci¨®n. Y contaba con el respaldo del pu?ado de diputados conservadores fieles que mantiene, que no han cesado de gritar y abuchear a la bancada contraria.
Gran parte de los otros diputados conservadores, los que hab¨ªan expresado su hartazgo con Johnson, optaron finalmente por esperar a la aparici¨®n del informe de Gray, antes de decidir si enviaban a la direcci¨®n del grupo parlamentario una ¡°carta de retirada de la confianza¡±. Seg¨²n los estatutos del Partido Conservador, cuando la direcci¨®n del hist¨®rico Comit¨¦ 1922 (el ¨®rgano que organiza a los parlamentarios sin cargo en el Gobierno) recibe un n¨²mero de cartas equivalente al 15% de los diputados, que actualmente supone 54, se activa autom¨¢ticamente el mecanismo de moci¨®n de censura interna. Ser¨ªa el modo de derribar, en el caso de que prosperara, a Johnson.
El pol¨ªtico conservador y su equipo han dado se?ales en los ¨²ltimos d¨ªas de que no est¨¢n dispuestos a tirar la toalla. Johnson comparecer¨¢ en la C¨¢mara de los Comunes de inmediato, una vez publicado el informe de la investigaci¨®n, para volver a pedir disculpas a la naci¨®n e intentar controlar ¡°el relato final de todo lo sucedido¡±, seg¨²n han explicado fuentes de Downing Street. Sue Gray no ten¨ªa ni competencia ni autoridad para declarar a Johnson inocente o culpable, y se ha limitado a plasmar en su texto una relaci¨®n completa de los hechos y su contradicci¨®n con las normas vigentes para combatir la pandemia. Pero tambi¨¦n ha transmitido parte de su informaci¨®n a la Polic¨ªa Metropolitana de Londres.
Su directora, Cressida Dick, anunciaba este martes la apertura de una investigaci¨®n sobre varias de las fiestas prohibidas durante el confinamiento. Johnson se ver¨¢ obligado a declarar ante los agentes que conducen las pesquisas, bien en calidad de testigo, bien en calidad de investigado (con presencia de abogado y previa advertencia de que ¡°no est¨¢ obligado a declarar en su contra¡±). La ¨²ltima vez que ocurri¨® algo as¨ª fue en 2006, cuando Tony Blair fue interrogado como testigo en el esc¨¢ndalo del intercambio de t¨ªtulos honor¨ªficos por dinero. El primer ministro conservador querr¨¢ convencer a los suyos de la necesidad de pasar p¨¢gina cuanto antes y concentrarse en asuntos m¨¢s urgentes, como la crisis de Ucrania y Rusia, o el complicado invierno que atraviesa el pa¨ªs con la inflaci¨®n disparada y un notable incremento del coste de la vida para muchos hogares brit¨¢nicos.
El temor, expresado por varios diputados conservadores, reside en que la investigaci¨®n policial se alargue, y el Gobierno est¨¦ todo ese tiempo en un estado de semipar¨¢lisis que deteriore a¨²n m¨¢s la credibilidad de Johnson y del Partido Conservador. ¡°Esto va a arrastrarse durante varios meses, y la mayor¨ªa de nosotros quisi¨¦ramos dejarlo atr¨¢s y volver a la normalidad pol¨ªtica. No ser¨¢ posible mientras Johnson permanezca en su puesto¡±, ha dicho el diputado conservador Robert Syms, otro de los que ya ha expresado p¨²blicamente que se est¨¢ planteando enviar a la direcci¨®n del grupo parlamentario una ¡°carta de retirada de la confianza¡±.
La evacuaci¨®n de Afganist¨¢n
Una clara se?al de que la suerte de Johnson comienza a agotarse ha sido que justo en esta misma semana, la Comisi¨®n de Asuntos Exteriores del Parlamento brit¨¢nico haya decidido hacer p¨²blico un documento que sugiere una nueva mentira de Johnson. Durante la controvertida evacuaci¨®n de Afganist¨¢n, en verano de 2021, Pen Farthing, un exinfante de la Marina Real que sirvi¨® en ese pa¨ªs en 2006, organiz¨® la evacuaci¨®n del personal y los animales de su organizaci¨®n ben¨¦fica, Nowzad, dedicada a la recogida y atenci¨®n de perros abandonados. Llovieron las cr¨ªticas, porque la operaci¨®n cont¨® con el apoyo del Gobierno de Johnson ¡ªFarthing es amigo personal de Carrie Symonds, esposa del primer ministro y defensora de los animales¡ª, en un momento en que segu¨ªa reclam¨¢ndose la evacuaci¨®n de muchas personas que acabaron qued¨¢ndose en el aeropuerto de Kabul. ¡°(...) El primer ministro acaba de autorizar que el personal y los animales [de Nowzad] sean evacuados¡±, explica un exfuncionario de Exteriores en un correo a sus superiores, para justificar que se ayude a otras asociaciones animalistas.
Johnson hab¨ªa negado en varias ocasiones su intervenci¨®n directa en ese asunto, y el documento, m¨¢s all¨¢ del asunto concreto, ha incidido en la complicada relaci¨®n del primer ministro brit¨¢nico con la verdad. ¡°Todo esto nos lleva al cuestionamiento de la autoridad moral del primer ministro y a poner en duda una vez m¨¢s que diga la verdad¡±, ha dicho Chris Bryant, el diputado laborista que preside la comisi¨®n parlamentaria.
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