El anticuerpo social
Depositar fe en quienes no conocemos personalmente es hacer una inversi¨®n a ciegas. Pero vale la pena, porque luego la fe mueve monta?as. Y vence a los virus
?Qu¨¦ pa¨ªs lo ha hecho mejor contra la pandemia? Seg¨²n The Lancet, algunas ventajas nacionales son obvias. Una poblaci¨®n rica, poco obesa y relativamente joven muere menos de covid-19. Otros factores muy cacareados ¡ªcomo los ¨ªndices de preparaci¨®n frente a pandemias que miden la seguridad sanitaria en un pa¨ªs, la democracia o la desigualdad¡ª no tienen un efecto significativo sobre los contagios o la mortalidad. Pero tanto The Lancet como la investigaci¨®n que, junto a Andr¨¦s Rodr¨ªguez-Pose y Nicholas Charron, publicamos en el European Journal of Political Research, destacan la importancia de un recurso intangible: la confianza.
En primer lugar, la confianza social o interpersonal. Es decir, hasta qu¨¦ punto nos fiamos de personas que no son familiares o allegados. Si todo el mundo confiara en el pr¨®jimo como los daneses (que est¨¢n en la franja media-alta de confianza social), los contagios globales se podr¨ªan haber reducido en un 40%. En segundo lugar, los pa¨ªses cuyas poblaciones conf¨ªan en el Gobierno tambi¨¦n han padecido menos los estragos de la pandemia. Donde hay confianza ¡ªtanto horizontal hacia los dem¨¢s como vertical hacia las instituciones¡ª la gente se vacuna, se cuida y se solidariza m¨¢s.
Es probable que los dispares resultados de Espa?a contra la covid (buenos en vacunas, por ejemplo; pero malos en fallecimientos) se expliquen por nuestra dispar confianza. Nos fiamos bastante de la gente, lo que nos hace resistentes frente a las epidemias; pero poco del Gobierno, lo que nos hace vulnerables.
Los cient¨ªficos sociales llevan d¨¦cadas advirtiendo que el progreso de un pa¨ªs pende de un hilo invisible, la confianza, que se est¨¢ debilitando en una ¨¦poca de repliegue individualista y tribal. Ahora sabemos que la confianza es, adem¨¢s, un anticuerpo social frente a las epidemias.
Pero ?c¨®mo se recompone? ?C¨®mo revertimos la enorme desconfianza que los espa?oles sentimos hacia los pol¨ªticos? Ellos deben esforzarse, pero nada de lo que hagan ¡ªni los discursos m¨¢s inspiradores ni todos los fondos Next Generation del mundo¡ª puede obrar el milagro si nosotros no hacemos lo m¨¢s dif¨ªcil: tener una fe inicial en su buena voluntad. Y esto requiere de un gran coraje moral. Depositar fe en quienes no conocemos personalmente es hacer una inversi¨®n a ciegas. Pero vale la pena, porque luego la fe mueve monta?as. Y vence a los virus. @VictorLapuente
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