De cobardes y temerarios
Hace falta mucha valent¨ªa para asumir que, ahora que no hemos sabido hacer valer la paz, hay que dialogar en unas condiciones tr¨¢gicas y acabar haciendo concesiones que a estas alturas parecen vergonzantes
La virtud, seg¨²n Arist¨®teles, es un punto medio entre dos extremos, los vicios, de los cuales uno lo es por exceso y otro, por defecto. As¨ª, la honestidad ser¨ªa el justo medio entre la mentira y el no saber callarse. El ingenio, por su parte, quedar¨ªa entre ser un buf¨®n y una ameba. Y la valent¨ªa se encontrar¨ªa en el centro si traz¨¢ramos una l¨ªnea entre la cobard¨ªa y la temeridad.
Seg¨²n advierte Arist¨®teles, uno de los dos vicios siempre se confunde m¨¢s f¨¢cilmente con la virtud: por ejemplo, la temeridad se parece a la valent¨ªa m¨¢s que la cobard¨ªa. Quiz¨¢ por eso, a estas alturas ...
La virtud, seg¨²n Arist¨®teles, es un punto medio entre dos extremos, los vicios, de los cuales uno lo es por exceso y otro, por defecto. As¨ª, la honestidad ser¨ªa el justo medio entre la mentira y el no saber callarse. El ingenio, por su parte, quedar¨ªa entre ser un buf¨®n y una ameba. Y la valent¨ªa se encontrar¨ªa en el centro si traz¨¢ramos una l¨ªnea entre la cobard¨ªa y la temeridad.
Seg¨²n advierte Arist¨®teles, uno de los dos vicios siempre se confunde m¨¢s f¨¢cilmente con la virtud: por ejemplo, la temeridad se parece a la valent¨ªa m¨¢s que la cobard¨ªa. Quiz¨¢ por eso, a estas alturas de la guerra ucrania, buena parte de Occidente cree estar demostrando fortaleza y unidad, cuando m¨¢s bien act¨²a de forma temeraria. La prueba de que, como la cobard¨ªa, la temeridad es un vicio es lo r¨¢pidamente que se puede pasar de una a otra sin alcanzar la virtud.
La Europa cobarde que no es capaz de regular alquileres s¨ª puede, envalentonada, regular el env¨ªo de armamento. La que mira para otro lado con las agresiones marroqu¨ªes a los saharauis ahora quiere ponerse la capa de hero¨ªna sanguinaria. Tiene miedo de prohibir la publicidad de apuestas, pero le echa pelotas con los medios de comunicaci¨®n rusos. La Europa cagona que ayer no desconect¨® del SWIFT a los para¨ªsos fiscales, hoy se viene arriba y lo hace con todo un pueblo. La que nunca se atrevi¨® a poner impuestos a los ricos para no enemistarse con los millonarios rusos ¡ªo saud¨ªes o chinos¡ª ahora es la Europa bravucona de las sanciones que perjudicar¨¢n a los trabajadores de all¨¢... y de ac¨¢. La que expulsa a Rusia de un Mundial celebrado en Qatar por el que no dice ni m¨².
La Europa de la alianza de civilizaciones y el desarme ahora habla de guerra econ¨®mica y choque de civilizaciones. La que ayer quer¨ªa que nuestra polic¨ªa fuera sin pistolas, hoy se atreve a armar a civiles. La que agachaba la cabeza ante las mentiras de Irak, de Libia, de Serbia o de Afganist¨¢n, ahora vocea mucho y fuerte. La que no se atrevi¨® a hacer valer los protocolos de paz de Minsk es la que ahora hace valer la guerra.
Pero ?d¨®nde est¨¢ entonces la valent¨ªa europea? En la Francia de Jean-Luc M¨¦lenchon, en la Espa?a de algunos dirigentes de Podemos. En la Europa del ¡°no a la guerra¡±, la que se niega a enviar material militar, a aumentar y escalar la matanza, consciente de que hay otra v¨ªa. La Europa de Irlanda, Hungr¨ªa o Austria.
Porque hace falta ser muy valiente para decirles la verdad a los ucranios: que las propuestas econ¨®micas y militares que les hicimos desde la UE y la OTAN solo pod¨ªan dar como resultado partir su pa¨ªs en dos y provocar un conflicto con Rusia. Valiente es darse cuenta de que Europa no puede seguir siendo un gusano militar, pero que nuestra ¨²nica garant¨ªa de seguridad pasa por entendernos con Rusia. Valiente es reconocer que usamos a los ucranios y que su ¨²nico futuro pasa por ser la neutralidad entre Occidente y Oriente.
Hace falta mucha valent¨ªa para asumir que, ahora que no hemos sabido hacer valer la paz, hay que dialogar en unas condiciones tr¨¢gicas y acabar haciendo concesiones que a estas alturas parecen vergonzantes. Pero ya dec¨ªa Arist¨®teles que hacen falta los valientes, porque de cobardes y temerarios est¨¢ el mundo lleno. Copan casi todo el arco pol¨ªtico y medi¨¢tico.