Deshaciendo a Nixon
Rusia se ha convertido en una potencia en retroceso y desprestigiada, mientras que China se halla en pleno ascenso e incluso en posici¨®n de actuar como ¨¢rbitro del orden internacional que surgir¨¢ del actual caos
No estuvo la actual China comunista en la fundaci¨®n del orden internacional que hemos conocido hasta ahora. El imperio ruso, aunque fuera bajo el avatar comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, s¨ª estaba como uno de los dos grandes en la organizaci¨®n de la posguerra mundial y todav¨ªa vive de sus rentas. El lenguaje de la historia y de sus conmemoraciones, adem¨¢s de tr¨¢gico, suele ser ir¨®nico. Ahora se han invertido las posiciones: Rusia se ha convertido en una potencia en retroceso, paria y desprestigiada, mientras que China se halla en pleno ascenso e ...
No estuvo la actual China comunista en la fundaci¨®n del orden internacional que hemos conocido hasta ahora. El imperio ruso, aunque fuera bajo el avatar comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, s¨ª estaba como uno de los dos grandes en la organizaci¨®n de la posguerra mundial y todav¨ªa vive de sus rentas. El lenguaje de la historia y de sus conmemoraciones, adem¨¢s de tr¨¢gico, suele ser ir¨®nico. Ahora se han invertido las posiciones: Rusia se ha convertido en una potencia en retroceso, paria y desprestigiada, mientras que China se halla en pleno ascenso e incluso en posici¨®n de actuar como ¨¢rbitro y fundador del orden internacional que surgir¨¢ del actual caos.
Tres d¨ªas antes de que los tanques rusos hollaran la frontera ucrania, el 21 de febrero, se cumpli¨® medio siglo del encuentro entre Mao Zedong y Richard Nixon, que abri¨® la puerta a la incorporaci¨®n de la China continental a la comunidad internacional, asest¨® un golpe diplom¨¢tico al enemigo cerval de Pek¨ªn que era entonces el comunismo sovi¨¦tico y fue la piedra fundacional de la globalizaci¨®n feliz de los ¨²ltimos 30 a?os. Ahora, cuando todo ha terminado, se han trastocado las posiciones entre los dos vecinos de nuevo reconciliados: Rusia es el socio menor y China la que manda.
No se conocen los reproches de Xi Jinping a Vlad¨ªmir Putin. Pero existen. El presidente ruso miente sin pesta?ear, a Macron o a quien sea. Esper¨® a que terminaran los Juegos de Invierno en Pek¨ªn para atacar a Ucrania, y probablemente sin informar en detalle a su aliado chino. Y si lo hizo, Xi no podr¨¢ perdonarle el fracaso de la invasi¨®n rel¨¢mpago ni sus efectos sobre la econom¨ªa y la estabilidad mundiales. Rusia es ahora una fuerza disruptiva y unilateralista, que saca rendimientos del caos, mientras que China prefiere la estabilidad y considera sagradas la integridad territorial y la soberan¨ªa de los pa¨ªses y, seg¨²n una expresi¨®n oficial, ¡°levanta la bandera de la multilateralidad¡±.
No hay nada personal en todo esto, como sucede con los negocios mafiosos. Se trata del poder, y del poder mundial, cuesti¨®n que a China le interesa en extremo. Y en estas cuestiones, como ense?¨® el maestro Mao, hay que saber qui¨¦n es el enemigo principal. Es Estados Unidos y, subsidiariamente, la Uni¨®n Europea, comunes a China y a Rusia. Lo dej¨® claro este martes el portavoz del ministerio de Exteriores, Zhao Lijian, sum¨¢ndose una vez m¨¢s a las malas excusas b¨¦licas del Kremlin. Inici¨® su conferencia de prensa con la denuncia del hallazgo en Ucrania de 26 laboratorios de armas biol¨®gicas pertenecientes al Ej¨¦rcito de Estados Unidos, parte de un plan de guerra virol¨®gica global organizado en 336 instalaciones localizadas en 30 pa¨ªses. Dos semanas despu¨¦s de la invasi¨®n, Putin ya tiene las armas de destrucci¨®n masiva que justifican su guerra preventiva, y China, de paso, tambi¨¦n obtiene una imputaci¨®n sim¨¦trica, frente a la matanza y los cr¨ªmenes de guerra de Putin, que le permite hacerse hueco como ¨¢rbitro de una futura negociaci¨®n de paz.