De la libertad en ambos hemisferios
Manuel Garc¨ªa-Pelayo ofreci¨® todo un arsenal te¨®rico constitucional fundamental para asentar la libertad en Am¨¦rica

Cuando se cumplen 31 a?os del ¨®bito de Manuel Garc¨ªa¨CPelayo, es posible que alguien pueda ver en esta rememoraci¨®n de su soberbia figura profesoral un gesto m¨¢s del hip¨®crita recuerdo necrol¨®gico con que con frecuencia los espa?oles pretendemos reparar a los pr¨®ceres a quienes injustamente maltratamos en vida. Sin embargo, la aparici¨®n de un important¨ªsimo texto ¡ªhasta ahora absolutamente in¨¦dito¡ª debido a su pluma, donde con premonitoria certera advierte a los redactores de la Constituci¨®n de 1978 de sus potenciales defectos, pinta la ocasi¨®n propicia para recordar la fenomenal actualidad del pensamiento de un clarividente maestro que con las armas del intelecto defendi¨® la libertad en ambos hemisferios ¡ªdicho sea en la l¨ªrica prosa del constituyente gaditano¡ª.
Y es que, en efecto, don Manuel, no solo fue un jurista clave en la forja de la libertad en la Espa?a de la larga noche de piedra de la dictadura. Un profesor que manejaba a la perfecci¨®n las t¨¦cnicas constitucionales, como acredita cabalmente la lectura de las deliciosas p¨¢ginas in¨¦ditas que ahora salen a la luz en una cuidada edici¨®n (Informe in¨¦dito sobre la Constituci¨®n, 2021), si no que tambi¨¦n fue un maestro imprescindible en el continente americano.
Dejando a un lado su temprana arribada a Argentina y su primera estancia en la Universidad de R¨ªo Piedras de Puerto Rico, don Manuel encontr¨® asiento definitivo en la Venezuela, que en 1957 iniciaba la vida democr¨¢tica. Desde el Instituto de Estudios Pol¨ªticos, que cre¨® y dirigi¨®, se esforz¨® en formar centenares de intelectuales y de suministrar ideas democr¨¢ticas en un tiempo en que el prestigio y la presunci¨®n favorable que siempre acompa?a a lo nuevo, ca¨ªa del lado de las pl¨²mbeas ideolog¨ªas marxistas y guerrilleras procedentes de la Cuba revolucionaria. Frente a las simplificaciones de Marta Harnecker y sus ¨¦mulos, don Manuel ofreci¨® todo un arsenal te¨®rico constitucional fundamental para asentar la libertad en Am¨¦rica. Para ilustrarlo, un dato. Garc¨ªa-Pelayo introdujo el concepto Estado Social y Democr¨¢tico de Derecho en Am¨¦rica: lo construy¨® en M¨¦xico en un memorable seminario en la UNAM a principios de los setenta. Y de all¨ª y se extendi¨® por todo el continente, llegando con toda fuerza a la paradigm¨¢tica Constituci¨®n colombiana de 1991 e incluso a Brasil.
Pero no se trata de hacer historia, porque el legado de Garc¨ªa-Pelayo contin¨²a siendo referente imprescindible para la Am¨¦rica hispana en un presente problem¨¢tico en el que el lenguaje conceptual de la pol¨ªtica bordea lo absurdo cuando no incurre en lo ca¨®tico y abre camino a la demagogia de las palabras. Porque vivimos tiempos de crisis, tiempos de cuestionamiento de los valores democr¨¢ticos, de procesos constituyentes. Tiempos en los que carecemos de soluciones nuevas para los viejos problemas de la desigualdad, de la injusticia y de la miseria y de la violencia.
Y como no tenemos nada nuevo que leer, ser¨ªa bueno que nos afan¨¢semos en releer las p¨¢ginas que viejos y grandes maestros, como don Manuel Garc¨ªa-Pelayo, escribieron para ambos hemisferios y que en Espa?a se llama revisar la Constituci¨®n, y en Am¨¦rica, ahora que se rehace el pacto social, defender la libertad desde el Estado Social y Democr¨¢tico de Derecho.
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