La represi¨®n digital de Putin
La guerra h¨ªbrida mantiene enga?ada a la propia poblaci¨®n rusa
Hay toda una rama de la Sociolog¨ªa y la Antropolog¨ªa centrada en la investigaci¨®n de la represi¨®n pol¨ªtica. Su objetivo es identificar las causas y consecuencias de las acciones gubernamentales dedicadas a someter el activismo, la protesta y la movilizaci¨®n social. El foco, como es natural, se ha desplazado en nuestros d¨ªas a las redes digitales, donde no solo el activismo, sino tambi¨¦n su represi¨®n, campan a sus anchas por tuber¨ªas subterr¨¢neas de desinformaci¨®n t¨®xica. En plena guerra h¨ªbrida en Ucrania, los expertos acaban de poner al d¨ªa sus conclusiones, y merece la pena echarles un vistazo.
El t¨¦rmino guerra h¨ªbrida designa la suma de una acci¨®n militar convencional y un ataque cibern¨¦tico, bombas y bytes igual a destrucci¨®n m¨¢xima, un gran logro del intelecto humano. Lo cierto es que Vlad¨ªmir Putin no ha tenido mucho ¨¦xito internacional en la parte cibern¨¦tica de la guerra h¨ªbrida, con las grandes redes sociales cerrando las cuentas de sus ac¨®litos y sus bots y los gobiernos occidentales cada vez m¨¢s sensibilizados contra la desinformaci¨®n emanada del oso euroasi¨¢tico. Los grandes consumidores de basura informativa son ahora sus propios ciudadanos. Tras los cierres de medios, la censura y la ideolog¨ªa dictada a los peri¨®dicos desde el Kremlin, no queda una sola fuente fiable en el pa¨ªs. Pero ?y las redes? ?No son inmunes por naturaleza a la persecuci¨®n del Estado?
No. M¨¢s de 190 investigaciones recientes muestran que las polic¨ªas locales, las empresas y hasta algunos milmillonarios, rusos o de otras partes, han ejercido una fuerte represi¨®n digital sobre sus propios ciudadanos, y aqu¨ª digital no significa virtual, porque la mejor forma de librarse de un bloguero fastidioso no es boicotear su cuenta, sino detenerle directamente. Las herramientas digitales del represor tambi¨¦n incluyen grandes facilidades para la vigilancia permanente de un opositor, la infiltraci¨®n en su organizaci¨®n o su inactivaci¨®n. En el fondo son t¨¦cnicas seculares, acaso milenarias, para defender al emperador de sus propios s¨²bditos, solo que ahora se han inflado de esteroides con las redes sociales.
China y Rusia no se limitan a bloquear las webs cr¨ªticas ¡ªhacerlo requiere un mont¨®n de vigilancia y filtrado manual de datos¡ª, sino que usan en paralelo la t¨¦cnica complementaria de hacer tragar sus mensajes progubernamentales vestidos de seda y organd¨ª. Los mismos canales que te dan contenidos sobre Eurovisi¨®n o la ¨²ltima pasarela de moda te conducen de paso a la desinformaci¨®n oficial. Si no puedes acallarlos, adel¨¢ntales por la derecha con tu esplendente Ferrari rojo.
Es indicativo que, durante los arrestos masivos de manifestantes contra la guerra en Mosc¨², la polic¨ªa puso especial ¨¦nfasis en husmear en su tel¨¦fono m¨®vil. Como en el juego de las rayitas trazadas sobre un papel cuadriculado, a partir de cierto punto resulta muy f¨¢cil poner en un solo turno una rayita tras otra hasta llenar el papel. Viendo a qui¨¦n llamas y qui¨¦n te llama se puede acabar deduciendo la estructura a la que perteneces. Los sue?os de privacidad han muerto sepultados bajo las herramientas digitales represivas. El Gobierno ruso ha conseguido tener enga?ada a su propia opini¨®n p¨²blica, todo un hito en estos tiempos en que la informaci¨®n real parece llegarnos de ninguna parte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.