Proteger la recuperaci¨®n
Resulta crucial reorientar con determinaci¨®n los objetivos de la pol¨ªtica econ¨®mica para que se centre en favorecer el restablecimiento, la creaci¨®n de empleo, la capacidad adquisitiva y preservar la transici¨®n energ¨¦tica
La econom¨ªa espa?ola se enfrenta a un nuevo reto, que podr¨ªa llegar a tener un fuerte impacto en los pr¨®ximos meses. El incremento de los precios de la energ¨ªa fruto de la guerra en Ucrania amenaza con mermar la capacidad adquisitiva de los hogares y la competitividad de muchas empresas. Si esto sucede, la ralentizaci¨®n del consumo y la inversi¨®n podr¨ªa cortocircuitar la recuperaci¨®n afianzada tras la pandemia y, con ello, la creaci¨®n de empleo.
Es crucial por tanto reorientar con...
La econom¨ªa espa?ola se enfrenta a un nuevo reto, que podr¨ªa llegar a tener un fuerte impacto en los pr¨®ximos meses. El incremento de los precios de la energ¨ªa fruto de la guerra en Ucrania amenaza con mermar la capacidad adquisitiva de los hogares y la competitividad de muchas empresas. Si esto sucede, la ralentizaci¨®n del consumo y la inversi¨®n podr¨ªa cortocircuitar la recuperaci¨®n afianzada tras la pandemia y, con ello, la creaci¨®n de empleo.
Es crucial por tanto reorientar con rapidez y determinaci¨®n los objetivos de la pol¨ªtica econ¨®mica, que debe centrarse en proteger la recuperaci¨®n, la creaci¨®n de empleo y la capacidad adquisitiva.
En este momento, buena parte de la inflaci¨®n nace de un mercado el¨¦ctrico mal dise?ado, en el que las distintas tecnolog¨ªas no son remuneradas de acuerdo a su coste, sino seg¨²n el precio que marca la energ¨ªa m¨¢s cara (el gas). Esto explica que un problema focalizado en un mercado concreto est¨¦ contaminando al resto de la econom¨ªa. Para cortar la posible espiral de inflaci¨®n un primer paso, imprescindible e ineludible, es desligar la electricidad del gas.
Podemos fijar precios m¨¢ximos en el mercado el¨¦ctrico mayorista, impulsar las subastas de nucleares e hidroel¨¦ctricas (a¨²n por desarrollar), agilizar la aprobaci¨®n de la ley del CO? y tambi¨¦n adelantar el ajuste retributivo al Recore. Ahora bien, ninguna de estas medidas solucionar¨¢ el problema si no viene acompa?ada de una nueva regulaci¨®n que retire los beneficios extraordinarios que est¨¢n teniendo las empresas energ¨¦ticas y los destine a reducir la factura de hogares y empresas no energ¨¦ticas.
Retribuir a hidroel¨¦ctricas y nucleares (con costes de generaci¨®n que oscilan entre los 15 y 30 euros por MWh) al precio que marcan los ciclos combinados (por encima de los 200 euros por MWh) es terriblemente ineficiente. Produce adem¨¢s un masivo trasvase de rentas desde los hogares y las empresas no energ¨¦ticas hacia las energ¨¦ticas, que mina nuestra capacidad de crecimiento. No olvidemos que los actuales beneficios extraordinarios del sector energ¨¦tico son sobrecostes para nuestro tejido industrial que merman su competitividad.
En todo caso, el shock de oferta que estamos viviendo en los mercados internacionales no se limita al gas. Otras materias primas tambi¨¦n se est¨¢n encareciendo, de modo que para proteger la recuperaci¨®n y la capacidad adquisitiva de los hogares es necesario actuar en varios frentes.
La derecha est¨¢ aprovechando el momento para resucitar sus viejos mantras: bajar impuestos de forma generalizada y en cualquier circunstancia. Esta receta no s¨®lo es inconsistente y peligrosa ¡ªpues socava la capacidad del Estado para proteger a otros actores¡ª; es adem¨¢s injusta, porque termina beneficiando a quienes m¨¢s tienen. Otra cosa diferente es que, en una circunstancia excepcional como esta, el Estado puede amortiguar el shock que est¨¢n sufriendo hogares y empresas, utilizando para ello el margen que da la recaudaci¨®n tributaria que se deriva del incremento de los precios energ¨¦ticos. Ahora es el momento de reducir transitoriamente los impuestos de aquellas familias que menos ingresos tienen, as¨ª como los que pagan consumidores y transportistas al repostar. O, alternativamente, se le puede dar un cheque energ¨¦tico a los hogares similar al que Macron ha legislado.
Adem¨¢s, resulta necesario que los ERTE creados por la reforma laboral, que ya est¨¢n preparados para hacer frente a situaciones como la actual, se desplieguen en los sectores potencialmente afectados y se vinculen con una prohibici¨®n temporal de los despidos cuando no se hayan usado previamente medidas de suspensi¨®n temporal o de reducci¨®n de la jornada.
Es preciso reforzar igualmente el escudo social que se puso en pie durante la pandemia para proteger a los sectores m¨¢s vulnerables de la poblaci¨®n. Evitar los desahucios y los cortes de suministro, congelar las rentas de los alquileres o ensanchar el ingreso m¨ªnimo vital no son s¨®lo medidas de justicia social, sino que son pol¨ªticas que sostienen la demanda de millones de hogares, evitan la crisis y contribuyen a frenar la desafecci¨®n con nuestras instituciones.
Finalmente, la pol¨ªtica econ¨®mica no s¨®lo debe proteger la recuperaci¨®n, el empleo y la capacidad adquisitiva. Tambi¨¦n debe preservar el proceso de transici¨®n energ¨¦tica, que en este momento se encuentra en riesgo de descarrilar. Descarbonizar nuestra econom¨ªa pasa por electrificarla y esta apuesta se complica cuando la electricidad se encarece, fruto de una mala regulaci¨®n que hace que paguemos toda la electricidad al precio de la tecnolog¨ªa m¨¢s cara.
Si algo nos est¨¢ ense?ando la guerra en Ucrania es precisamente la necesidad que tenemos de reducir nuestra dependencia de los combustibles f¨®siles que importamos. Espa?a puede llegar a un nivel de autoabastecimiento energ¨¦tico elevado si reforzamos el despliegue de energ¨ªas renovables en los pr¨®ximos a?os y si fomentamos el autoconsumo a trav¨¦s de la energ¨ªa fotovoltaica de tejado. Para ello, es necesario reforzar las inversiones en esta materia y tenemos capacidad para hacerlo: Espa?a no est¨¢ utilizando a¨²n el segundo tramo de los fondos Next Generation de la UE, 84.000 millones que permitir¨ªan ampliar el despliegue de energ¨ªas renovables.