Putin y 40?C de m¨¢s en la Ant¨¢rtida
Que la guerra no nos sea indiferente ni nos haga olvidar el mayor desaf¨ªo que tiene la humanidad: la crisis clim¨¢tica
Pocas cosas hay m¨¢s disruptivas que una guerra. En Europa estamos entendiendo a marchas forzadas el enorme error que supone depender de fuentes de energ¨ªa que adem¨¢s de contaminar nos hacen depender de amistades peligrosas. Un mes despu¨¦s del inicio de la invasi¨®n, se empiezan a concretar las primeras medidas para hacer frente a la inflaci¨®n galopante mientras ...
Pocas cosas hay m¨¢s disruptivas que una guerra. En Europa estamos entendiendo a marchas forzadas el enorme error que supone depender de fuentes de energ¨ªa que adem¨¢s de contaminar nos hacen depender de amistades peligrosas. Un mes despu¨¦s del inicio de la invasi¨®n, se empiezan a concretar las primeras medidas para hacer frente a la inflaci¨®n galopante mientras vamos asumiendo que ya somos m¨¢s pobres.
La gran paradoja es que las medidas que se toman a corto plazo para parar los efectos econ¨®micos m¨¢s inmediatos nos alejan de la ansiada autonom¨ªa estrat¨¦gica. Es decir, la forma de abordar un problema a corto plazo nos aleja de su soluci¨®n. Y lo peor es que en estos momentos es probable que no se pueda hacer otra cosa.
Un buen ejemplo es la decisi¨®n de bonificar con 0,20 euros el litro de combustible, es decir, financiar una fuente de energ¨ªa f¨®sil como es el petr¨®leo, en direcci¨®n radicalmente contraria a lo que estaba previsto, a lo que nos demandaba la UE, a lo que nos suger¨ªa la OCDE, y a lo que evidencian los ¨²ltimos informes de Naciones Unidas sobre la crisis clim¨¢tica. El encarecimiento de los combustibles se traslada de manera inmediata a familias y empresas, afectando de forma especial a las clases medias y medias-bajas (las rentas menores ya no tienen veh¨ªculo). Podr¨ªa pensarse en articular medidas de progresividad, pero conocemos los problemas de la Administraci¨®n P¨²blica espa?ola para incorporar estos mecanismos. Tambi¨¦n se podr¨ªa plantear cambiar las bonificaciones en los combustibles por transferencias en el IRPF, pero llevar¨ªa tiempo y una percepci¨®n en la sociedad de que el Gobierno no hace nada.
Es posible que la opci¨®n planteada sea la opci¨®n menos mala, pero la contradicci¨®n en la que incurrimos es manifiesta. Se va a dar el caso, en ejemplo del economista Jos¨¦ Mois¨¦s Mart¨ªn Carretero, de que mientras los Next Generation financian zonas de bajas emisiones, se bonifica el combustible de los coches que no podr¨¢n acceder a ellas.
Solo queda la opci¨®n de limitar los da?os. Las medidas anunciadas lo son para tres meses, pero los problemas econ¨®micos se prolongar¨¢n mucho m¨¢s. ?Se est¨¢ trabajando en medidas a aplicar m¨¢s all¨¢ del 30 de junio, que nos alejen de estas contradicciones? Este ser¨ªa el camino: asumir que estos tres primeros meses hay que atender la urgencia, aun teniendo que corregir el rumbo, pero tener previsto c¨®mo enderezar de inmediato el tim¨®n para no desviarnos del objetivo, que no es otro que la descarbonizaci¨®n de la econom¨ªa. El Pacto Verde Europeo, el programa de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia, o el Plan Nacional Integrado de Energ¨ªa y Clima, entre otros instrumentos, no pueden ir a la papelera.
Mientras Putin bombardea y la econom¨ªa mundial tiembla, en la Ant¨¢rtida se han detectado temperaturas 40 grados por encima de la media. Que la guerra no nos sea indiferente ni nos haga olvidar el mayor desaf¨ªo que tiene la humanidad.