Reglas del plan de choque

El plan que aprob¨® ayer el Consejo de Ministros responde a la urgencia de una reacci¨®n pr¨¢ctica e inmediata contra los efectos nocivos ya muy palpables de la nueva crisis. M¨²ltiples sectores de la sociedad espa?ola han visto agravarse problemas latentes que la guerra en Ucrania y las sanciones contra Putin han agudizado. El plan de choque de respuesta a la guerra de Ucrania que ha presentado el Gobierno contiene un paquete de medidas contra el alza de precios y sus consecuencias econ¨®micas y sociales. Los esfuerzos se despliegan en varias direcciones para los pr¨®ximos tres meses: paliar los efectos sociales y sobre el consumo, particularmente de los sectores m¨¢s empobrecidos, apoyar a los m¨¢s gravemente afectados y mitigar los efectos de la subida del gas natural sobre los precios el¨¦ctricos. Las medidas promueven tanto ayudas directas de 6.000 millones de euros, y otros 10.000 millones en cr¨¦ditos ICO, como reglamentaciones espec¨ªficas en el mercado de trabajo y en el mercado de la vivienda para impedir emergencias sociales. Se espera de esta manera contener los efectos inmediatos de la subida de precios energ¨¦ticos, durante un plazo de tiempo que alcanzar¨¢ previsiblemente hasta el pr¨®ximo verano.

El plan se presenta como una iniciativa integral que ha primado la rapidez en la ejecuci¨®n de algunas de sus medidas, como la rebaja lineal de los combustibles, frente a un enfoque m¨¢s selectivo, y seguramente deseable, dirigido a quienes dependen profesionalmente de ellos, que hubiera necesitado un tiempo de implantaci¨®n del cual no se dispon¨ªa. Tan importante como el proceso de ejecuci¨®n del plan ser¨¢ el proceso de salida del mismo dado que los apoyos temporales pueden terminar convirti¨¦ndose en permanentes, con un notable coste fiscal a largo plazo al destinar dinero p¨²blico a medidas que nunca se hubieran promovido de no existir una situaci¨®n de urgencia.

Algunos de los retos del futuro siguen siendo relevantes, m¨¢s all¨¢ de la convalidaci¨®n en el Parlamento y la oportunidad pol¨ªtica de lanzar un mensaje de unidad y cohesi¨®n contra las consecuencias de la crisis. Un objetivo prioritario ser¨¢ mantener la inflaci¨®n a raya, y para ello estas medidas necesitar¨¢n un pacto de rentas capaz de controlarla. Es conveniente adem¨¢s plantearse la necesaria articulaci¨®n entre el plan de choque y las medidas econ¨®micas a medio y largo plazo, tanto en el m¨¢s que probable caso de que la crisis se prolongue m¨¢s all¨¢ del verano y haya que aprobar nuevas medidas, como en la necesidad de dotar de coherencia a las actuaciones previstas con las que prev¨¦ el mismo plan de recuperaci¨®n. Por ¨²ltimo, conocidas las medidas del Gobierno, las comunidades aut¨®nomas podr¨¢n proyectar sus actuaciones con un enfoque m¨¢s preciso en materia territorial y reforzar de esa manera la capacidad de respuesta del sector p¨²blico. Tanto los agentes sociales como el resto del arco parlamentario disponen ya de las bases para actuar sobre una situaci¨®n excepcional pero tambi¨¦n para combinar el plan de choque con tareas pendientes de nuestra econom¨ªa y asumidas como necesarias por este Gobierno. El plan nacional no exime de seguir profundizando en aquellas reformas de medio y largo plazo orientadas a descarbonizar nuestra econom¨ªa, incrementar su competitividad, aumentar sus niveles de cohesi¨®n social y mejorar el funcionamiento de los mercados, particularmente del energ¨¦tico. Sin estas reformas pendientes, las debilidades de la econom¨ªa espa?ola seguir¨¢n expuestas a altos y presumibles niveles de incertidumbre del futuro.