Feij¨®o al frente del Partido Popular
El PP cierra el episodio m¨¢s cr¨ªtico de su historia democr¨¢tica con la consagraci¨®n de su nuevo presidente
El momento estelar de Alberto N¨²?ez Feij¨®o lleg¨® ayer en Sevilla, sin que los tres grandes debates abiertos hoy en Europa ¡ªel nuevo orden del mundo derivado de la invasi¨®n de Ucrania, c¨®mo se pagan los costes econ¨®micos de ese nuevo orden y la pujanza de la extrema derecha¡ª los abordara por su nombre en un discurso en el que no se mencion¨® a Vox, ni al shock energ¨¦tico, ni a la seguridad europea, ni a la OTAN. Pero, sin mencionarlos, el nuevo presidente popular s¨ª defendi¨® la tradici¨®n europe¨ªsta conservadora, se refiri¨® a Europa como garant¨ªa de paz y situ¨® a su partido en las ant¨ªpoda...
El momento estelar de Alberto N¨²?ez Feij¨®o lleg¨® ayer en Sevilla, sin que los tres grandes debates abiertos hoy en Europa ¡ªel nuevo orden del mundo derivado de la invasi¨®n de Ucrania, c¨®mo se pagan los costes econ¨®micos de ese nuevo orden y la pujanza de la extrema derecha¡ª los abordara por su nombre en un discurso en el que no se mencion¨® a Vox, ni al shock energ¨¦tico, ni a la seguridad europea, ni a la OTAN. Pero, sin mencionarlos, el nuevo presidente popular s¨ª defendi¨® la tradici¨®n europe¨ªsta conservadora, se refiri¨® a Europa como garant¨ªa de paz y situ¨® a su partido en las ant¨ªpodas del proyecto excluyente de la extrema derecha. El vig¨¦simo congreso del PP no estaba convocado para el debate de las ideas ni la reformulaci¨®n te¨®rica ante un mundo que ya no es ni el de Mariano Rajoy ni el de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, a los que se encomend¨®. El congreso popular se hab¨ªa convocado para liquidar con urgencia la batalla que explot¨® traum¨¢ticamente hace poco m¨¢s de un mes ¡ªque Ayuso gan¨® y perdi¨® Casado¡ª y cerrada este s¨¢bado con la aclamaci¨®n del nuevo l¨ªder elegido por el 98,35% de los votos. Los populares han decidido que no es Isabel D¨ªaz Ayuso sino Alberto N¨²?ez Feij¨®o en quien conf¨ªan para ejercer una oposici¨®n que los conduzca de nuevo a La Moncloa. La convivencia pol¨ªtica con la lideresa madrile?a es una de las muchas inc¨®gnitas del mandato que inicia el todav¨ªa presidente de la Xunta de Galicia, porque fueron los barones los que le dieron a ella la victoria en el pulso con Casado mientras se investiga todav¨ªa el contrato de su hermano. Sobre el escenario del c¨®nclave sevillano la sinton¨ªa m¨¢s evidente del nuevo presidente fue con el car¨¢cter templado del dirigente andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla.
Feij¨®o traz¨® un discurso en clave interna y exclusivamente nacional, ajeno al momento hist¨®rico que vive el mundo occidental. En un tono sosegado y alejado de los decibelios con los que los suyos participan en la discusi¨®n p¨²blica espa?ola, dijo que no hab¨ªa venido a insultar ¡ªy efectivamente su cr¨ªtica al Gobierno no incluy¨® ninguna de las hip¨¦rboles habituales de su antecesor ni las que suele pronunciar Ayuso¡ª y describi¨® un Partido Popular de mirada amplia, incluyente, autonomista, europe¨ªsta, respetuoso con la igualdad, los distintos modelos de familia, con las lenguas cooficiales, los sindicatos, las empresas, las instituciones y la Casa Real. El esfuerzo por trazar el perfil contrario a los de Abascal atraves¨® toda su intervenci¨®n: ¡°Dejemos de repartir carn¨¦s de patriotas, aqu¨ª cabemos todos¡±. Ofreci¨® pactos, sin concretar detalles, al Gobierno. Y concluy¨®: ¡°Es f¨¢cil encontrarnos, estamos en la Constituci¨®n, en el inter¨¦s general y en el sentido de Estado¡±.
En esta ¨²ltima frase empieza para Feij¨®o el examen verdadero como l¨ªder de esa derecha que no apuesta por el cuanto peor, mejor, o por el ¡°que caiga Espa?a, que ya la levantaremos nosotros despu¨¦s¡± del ministro de Hacienda de los gobiernos de Rajoy cuando empezaba la Gran Crisis de 2008. Espa?a y toda Europa est¨¢n viviendo las consecuencias econ¨®micas de una guerra que decidi¨® Putin pero que nos alcanza a todos, como demuestran dram¨¢ticamente la inflaci¨®n y las m¨²ltiples dificultades que empiezan a tener en Espa?a empresarios y trabajadores. Apoyar a los ucranios ¡ªcomo defendi¨® Feij¨®o¡ª supone asumir el coste de esa decisi¨®n moral, pol¨ªtica y econ¨®mica. Una guerra nunca sale gratis y precisa de recursos p¨²blicos para atender a los m¨¢s vulnerables y a las clases medias empobrecidas por los precios disparados, y para sostener la actividad. Aferrarse al dogma inmutable de los populares en cualquier circunstancia ¡ªbajar impuestos con crisis, sin crisis, con pandemia, sin pandemia, con guerra y sin ella¡ª ser¨¢ la primera prueba del nuevo PP. Dijo ayer Feij¨®o que no est¨¢ dispuesto a llegar a La Moncloa a cualquier precio. La negociaci¨®n del Plan de Respuesta a la Guerra le permitir¨¢ abrir un nuevo ciclo, acorde con la moderaci¨®n de su discurso, sin renunciar a ser exigente, como corresponde al principal partido de la oposici¨®n. Esa negociaci¨®n en el Congreso de los Diputados puede servir solo para desgastar al Gobierno o para intentar facilitar la vida a los espa?oles en una situaci¨®n hist¨®rica excepcional.
El segundo tramo que hay que recorrer entre las palabras y los hechos lleva el nombre de Vox, el elefante en la habitaci¨®n de este congreso sevillano. El nuevo presidente no dio ni una pista sobre c¨®mo piensa cuadrar el c¨ªrculo de ¡°alejarse de los populismos¡± y cogobernar con la ultraderecha en Castilla y Le¨®n a partir de esta pr¨®xima semana. O en Andaluc¨ªa este a?o. O en Espa?a m¨¢s tarde. El esfuerzo por definir un PP en las claves te¨®ricas del conservadurismo cl¨¢sico europeo obvi¨® en el discurso de ayer el asunto central de c¨®mo relacionarse con quienes tienen para Espa?a un proyecto excluyente, xen¨®fobo y machista que rompe todos los consensos del 78 que alumbraron la Constituci¨®n. La misma Constituci¨®n que se lleva incumpliendo m¨¢s de tres a?os por el bloqueo del PP de Casado a la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial, con el ¨®rgano de gobierno de los jueces abocado a una situaci¨®n de par¨¢lisis sobre la que Europa no deja de llamar la atenci¨®n a Espa?a. Despejar esta situaci¨®n insostenible permitir¨¢ comprobar tambi¨¦n si efectivamente estamos ante una nueva etapa en el PP ¡ªque representa un espacio ideol¨®gico imprescindible para la democracia espa?ola¡ª o ante un simple cambio de cabeza de cartel para intentar recuperar el poder cuanto antes.