Pacto de Estado
La crisis heredada y la guerra de Ucrania demandan un acuerdo de amplio espectro en la pol¨ªtica espa?ola
El malestar social se agudiza en la ciudadan¨ªa espa?ola con causas justificadas y m¨²ltiples ¨¢ngulos de incertidumbre material, econ¨®mica y a veces de pura subsistencia, como en algunos sectores duramente golpeados por el incremento del precio de la energ¨ªa y los primeros efectos de la guerra de Ucrania. La cumbre de presidentes auton¨®micos y del Gobierno, reunidos en la isla de La Palma hace 10 d¨ªas, se adelant¨® a las dificultades que afronta el pa¨ªs y fue capaz de poner a un lado las siglas para alcanzar un resultado hist¨®rico: el voto un¨¢nime de los presidentes sobre la respuesta de Espa?a al impacto econ¨®mico de la invasi¨®n de Ucrania.
Fue un ¨¦xito compartido entre los dos socios del Gobierno y los gestores del resto de administraciones, y eso incluye al primer partido de la oposici¨®n, el PP, as¨ª como a los nacionalismos catal¨¢n y vasco y al regionalismo c¨¢ntabro. Eran cuestiones dif¨ªciles, como la actuaci¨®n del Ejecutivo en la UE para modificar el sistema de precios comunitario sobre la energ¨ªa y la intensificaci¨®n de las rebajas fiscales posibles a nivel dom¨¦stico. La nueva actitud conservadora se encarn¨® en el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, quien este lunes obtuvo una aplastante mayor¨ªa de votos de militantes y afiliados como candidato ¨²nico a la presidencia del PP, y prefigur¨® en La Palma una oposici¨®n firme pero leal al Gobierno, en la pauta de las democracias cristianas europeas m¨¢s respetables. Esa posici¨®n pol¨ªtica nutri¨® las mejores expectativas para una etapa menos polarizada y m¨¢s comprometida con una agenda social urgente. Por desgracia, algunos hechos posteriores han venido a desmentirla.
La Declaraci¨®n de La Palma obliga a todos a trabajar ¡°conjuntamente¡±, a ¡°respaldar al Gobierno¡± ante las pr¨®ximas cumbres europeas y a ir ¡°configurando¡± progresivamente, ¡°a trav¨¦s del di¨¢logo¡±, medidas de rebaja fiscal que amortig¨¹en el impacto de los precios de la energ¨ªa sobre familias y empresas. Menos de 24 horas despu¨¦s, el presidente gallego vulner¨® letra y esp¨ªritu de la declaraci¨®n al explicar, en tono impostado, que el Gobierno ¡°se est¨¢ forrando¡± con el aumento de la luz y de la gasolina. La aseveraci¨®n es doblemente falsa. Primero, porque buena parte de los ingresos tributarios por la energ¨ªa no nutren sobre todo a la Administraci¨®n central, sino especialmente a las auton¨®micas: as¨ª ocurre con el impuesto sobre las ventas minoristas de determinados hidrocarburos, con el 100% de la recaudaci¨®n por el impuesto sobre la electricidad, con el 50% del IVA y con el 58% del impuesto especial sobre hidrocarburos. Seg¨²n Feij¨®o, el Gobierno tampoco hab¨ªa modificado la presi¨®n fiscal sectorial, cuando en junio de 2020 rebaj¨® los tipos del impuesto especial a la electricidad del 5,11% al 0,5%, del IVA (del 21% al 10%) y del impuesto a la generaci¨®n el¨¦ctrica, del 7% al 0%. Estas reducciones se han prorrogado hasta hoy y tuvieron en ciertos casos que negociarse con Bruselas, como sucede con el precio de las gasolinas.
Romper la baraja a las pocas horas de repartida es impropio de jugadores confiables. El enfoque populista que adopt¨® Feij¨®o sobre las reducciones fiscales ¡ªporque la gente ¡°no llega a fin de mes¡±, dijo¡ª y la complicidad del PP con los desmanes del boicot salvaje que algunos camioneros practican contra el suministro de alimentos y otros productos de primera necesidad est¨¢ lejos del acuerdo solemne de La Palma.
La complicada situaci¨®n actual va a exigir de todos un compromiso que excluya el partidismo y eluda el exabrupto populista y la tentaci¨®n de rentabilizar un malestar social. En primer lugar al Gobierno y a los dos partidos que lo integran, pero en segundo lugar al principal partido de la oposici¨®n, habr¨¢ que exigirles la cintura necesaria para acuerdos ambiciosos que permitan a la ciudadan¨ªa reconocer un potente frente com¨²n ¡ªun pacto de Estado¡ª que mitigue la catarata de maldiciones que ha vivido esta sociedad en los ¨²ltimos a?os.
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