Un poco de historia de Espa?a
Los lectores escriben sobre los fusilamientos durante la Guerra Civil, la vida en las posguerra franquista, los cr¨ªmenes machistas y la guerra en Ucrania
A Vox le parece que el presidente de Ucrania deber¨ªa haber mencionado los fusilamientos de Paracuellos del Jarama en lugar de Gernika en su comparecencia ante las Cortes. En las dos retaguardias de la Guerra Civil se cometieron barbaridades. Tengo 94 a?os, soy coyantino (as¨ª nos llamamos los nacidos en Valencia de don Juan, en Le¨®n). Ten¨ªa ocho a?os cuando el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 y pese a mi edad tengo desafortunadamente muy buena memoria. Se intent¨® echar la culpa a los denominados rojos del bombardeo de Gernika efectuado por los alemanes de la Legi¨®n C¨®ndor. No se habl¨® m¨¢s del asunto. Mi familia debi¨® ser republicana; viv¨ªa de una confiter¨ªa que fue cerrada por desafectos al r¨¦gimen, mi hermano mayor fue detenido a finales de julio del 36, llevado a San Marcos, entonces campo de concentraci¨®n, y fusilado el 4 de diciembre de 1936 por, seg¨²n la sentencia, auxilio a la rebeli¨®n. Nunca hemos sabido d¨®nde est¨¢n sus restos.
Salvador Garc¨ªa P¨¦rez. Barcelona
Conjurar el horror
Leo la carta de Jes¨²s Bermejo con un extracto de Capital de la gloria, de Juan Eduardo Z¨²?iga, sobre el olvido de la guerra en Madrid. La capital sufri¨® m¨¢s la guerra ¡ªy la posguerra¡ª que cualquier otra ciudad espa?ola. No tenemos un Guernica, pero tampoco tenemos victimismo. Y eso me encanta. Mi abuela dec¨ªa que la posguerra fue una etapa feliz en su vida, a pesar de las carencias. Por lo visto, se re¨ªan hasta de su sombra. Junto con sus amigas, pasaban por delante de una panader¨ªa y una de ellas ¡ªeran modistillas¡ª aspiraba con fuerza y dec¨ªa: ¡°?Ya hemos comido!¡±. Era la manera de conjurar el horror sin perder la dignidad. Las palabras de Juan Eduardo Z¨²?iga me han recordado al poema de Wislawa Szymborska Fin y principio: ¡°Despu¨¦s de cada guerra / alguien tiene que limpiar. / No se van a ordenar solas las cosas, / digo yo (...)¡±.
Cristina Calle. Madrid
Negacionismo
El pasado 5 de abril, una ni?a de 14 a?os fue asesinada en Oviedo por un hombre de 31 que, seg¨²n parece, la acosaba. Me pregunto c¨®mo se referir¨¢n a este crimen Vox o el PP de Feij¨®o y Ma?ueco (ya muy cerca de una investidura pactada con los de Abascal que sit¨²a por primera vez ¡ªtemo que no por ¨²ltima¡ª a la extrema derecha en un gobierno democr¨¢tico). Descartado eso de ¡°violencia intrafamiliar¡± toda vez que v¨ªctima y verdugo no ten¨ªan parentesco ni conviv¨ªan, quiz¨¢ tengan que tirar de imaginaci¨®n eufem¨ªstica y acu?ar un t¨¦rmino del tipo ¡°violencia intracomunitaria¡±, ¡°violencia vecinal¡± o ¡°violencia de proximidad¡±. Todo sea por evitar la realidad de la violencia machista. Y es que, por pura etimolog¨ªa, la ignominia no tiene nombre¡ Los ignominiosos, por el contrario, s¨ª que lo tienen¡ Y apellidos.
David Barbas Garc¨ªa. Pamplona
El miedo es libre
Leo en EL PA?S que el 83% de los rusos apoyan a las fuerzas armadas de su pa¨ªs. La encuesta ha sido efectuada por un instituto independiente. ?De qu¨¦ nos extra?amos? En 1966, el refer¨¦ndum franquista logr¨® un 95,86 % de apoyo al r¨¦gimen. El voto fue secreto en ambos casos, pero el miedo es libre.
Olav Mazarrasa Mowinckel. Santander
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