La batalla decisiva

No lo fue la primera, la de Kiev, que termin¨® con la derrota de Putin. Ahora ha empezado la segunda, distinta en todo: geograf¨ªa, disposici¨®n y estado de las fuerzas, profundidad territorial... El objetivo del Kremlin es controlar la cuenca de Donb¨¢s ¡ªlas dos provincias enteras de Donetsk y Lugansk, declaradas independientes de Ucrania pero solo parcialmente en manos de los secesionistas prorusos¡ª y, una vez tomada la ciudad portuaria de Mariupol, conectarla con la Crimea ya anexionada a Rusia en 2014.

La ofensiva fue precedida por intensos bombardeos, que afectan a toda la geograf¨ªa ucrania, incluyendo la lejana Lviv. Queda claro que la anexi¨®n pretendida por Putin no significa desechar la estrategia de liquidaci¨®n del Estado ucranio independiente. Simplemente, queda pospuesta.

El choque que se prepara tiene todas las caracter¨ªsticas de un duelo cl¨¢sico, al estilo de las grandes batallas de blindados del siglo XX. Y solo tendr¨¢ un desenlace claro si una de las dos partes es capaz de arrollar, liquidar o rendir a la otra, una circunstancia que dif¨ªcilmente se producir¨¢. Rusia ha reorganizado y acumulado todas sus unidades en el frente de Donb¨¢s y podr¨¢ recibir tantos suministros e incluso soldados como necesite del territorio ruso adyacente. Ucrania sigue con la ventaja de la defensa, ¡°la forma m¨¢s fuerte de hacer la guerra¡±, seg¨²n el cl¨¢sico Carl von Claussewitz. ¡°Preservar es m¨¢s f¨¢cil que ganar¡±, escribi¨® el militar prusiano en Sobre la guerra. ¡°El defensor cosecha donde no ha sembrado¡±, sentenci¨®.

Ambos ej¨¦rcitos llegan al enfrentamiento debilitados despu¨¦s de la sangrienta batalla en gran parte urbana alrededor de Kiev. Tendr¨¢ un papel determinante el suministro de armamento y munici¨®n, sobre todo si el choque deriva hacia una prolongada batalla de desgaste. De ah¨ª la importancia para Ucrania tanto de las sanciones econ¨®micas que pueden hacer mella en la industria de guerra rusa como de las armas que pueda recibir de sus aliados. El Kremlin tiene prisa para anotarse esta segunda batalla, a la que se a?ade la necesidad de exhibirla en el desfile conmemorativo de la victoria sobre Hitler, el pr¨®ximo 9 de mayo en la Plaza Roja. Pero no esconde su prop¨®sito de persistir, incluso si el ¨¦xito que busca se le escapa de nuevo, embarrado en una larga guerra de posiciones.

Los preparativos son de una batalla decisiva, pero el resultado puede que no lo sea. Putin siempre tiene a mano una soluci¨®n, al menos para salvar el desfile: le basta con invertir el significado de las palabras y proclamarse vencedor despu¨¦s de hacer tablas o cosechar otra derrota. Solo ser¨¢ la batalla decisiva si conduce a la negociaci¨®n y al alto el fuego, pero esto se sabr¨¢ cuando se llegue al punto culminante del enfrentamiento entre los dos ej¨¦rcitos, justo el momento en que el ataque pierde impulso y corresponde buscar la paz. Juzgar y aprovechar este punto para que callen las armas, seg¨²n el cl¨¢sico, es lo que define el talento de un comandante.