Elon Musk nos compr¨® en Twitter
El hombre m¨¢s rico del mundo ha pagado por nuestra informaci¨®n, nuestros tuits, nuestras ideas, nuestra conversaci¨®n social
Como ya sabr¨¢n, una de las noticias de la semana es que Elon Musk, el hombre m¨¢s rico del mundo, ha comprado la red social Twitter por 44.000 millones de d¨®lares (unos 41.000 millones de euros). Sin embargo, considero urgente matizar esta informaci¨®n y aclarar que Elon Musk no se ha comprado ninguna red social por semejante pastizal. Pensar algo as¨ª ser¨ªa insultar la inteligencia del gran Musk dado que resultar¨ªa much¨ªsi...
Como ya sabr¨¢n, una de las noticias de la semana es que Elon Musk, el hombre m¨¢s rico del mundo, ha comprado la red social Twitter por 44.000 millones de d¨®lares (unos 41.000 millones de euros). Sin embargo, considero urgente matizar esta informaci¨®n y aclarar que Elon Musk no se ha comprado ninguna red social por semejante pastizal. Pensar algo as¨ª ser¨ªa insultar la inteligencia del gran Musk dado que resultar¨ªa much¨ªsimo m¨¢s barato construir una red de cero. Lo que ¨¦l se ha comprado ¡ªy ha pagado tan caro¡ª es nuestra informaci¨®n, nuestros tuits, nuestras ideas, nuestra conversaci¨®n social y, en definitiva, nuestra libertad de expresi¨®n.
Esto no lo digo yo, lo dice el propio Musk en su cuenta de Twitter ¡ªy se lo dice a sus m¨¢s de 85 millones de seguidores¡ª sin ning¨²n complejo ni disimulo. ¡°La libertad de expresi¨®n es la base de una democracia que funcione y Twitter es la plaza p¨²blica digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad¡±, ha tuiteado. De esta manera explica a todos sus s¨²bditos ¡ªtambi¨¦n llamados usuarios de Twitter¡ª que se ha comprado la plaza m¨¢s importante del mundo y que lo ha hecho, de paso, en nombre de la democracia. Llegados a este punto puede que alg¨²n ingenuo ciudadano europeo se pregunte desde cu¨¢ndo est¨¢n en venta las plazas p¨²blicas. La respuesta es que nuestros foros y lo que all¨ª expresamos son propiedad de grandes corporaciones desde que cambiamos los adoquines por internet. La cuesti¨®n no es menor dado que estos espacios virtuales condicionan (cuando no deciden) procesos democr¨¢ticos en todo el mundo. Y si no que le pregunten a Mark Zuckerberg que tiene experiencia contrastada en manipular elecciones.
En este sentido, la jugada de Elon Musk es magistral, pues consigue que la compra de lo que no est¨¢ en venta se convierta en debate econ¨®mico antes que en uno pol¨ªtico. Despu¨¦s de todo, Musk no tiene que dar explicaciones democr¨¢ticas a nadie, pues ¨¦l es el totalitario due?o de la plaza y puede serlo precisamente porque no ha sido elegido. ?l manda porque tiene dinero suficiente como para pagar por sus derechos y comprar los del resto. Aceptamos la pol¨ªtica de privacidad, hicimos check en la casilla equivocada y cre¨ªmos que opinar era gratis cuando los gratis ¨¦ramos nosotros. Hoy por hoy, la mayor¨ªa de usuarios de redes sociales somos conscientes de que nos hemos convertido en productos y que todo cuanto compartimos genera beneficios econ¨®micos (y pol¨ªticos) de los que otros se lucran. Por eso ha llegado la hora de exigir una libertad de expresi¨®n real, es decir, una que no genere beneficios al due?o de la plaza donde nos expresamos.
La ¡°buena noticia¡±, seg¨²n informa Musk, es que ¨¦l se ha comprado la democracia, digo la plaza, digo Twitter, con la ¨²nica intenci¨®n de arreglarlo. Cito de nuevo de su tuit. ¡°Quiero hacer que Twitter sea mejor que nunca ampliando el producto con nuevas funciones, haciendo que los algoritmos sean de c¨®digo abierto para aumentar la confianza, derrotando a los bots de spam y verificando a todos los humanos¡±. Ahora cambien la palabra producto por la palabra democracia y ver¨¢n lo peligrosa y totalitaria que es la ambici¨®n de Musk. N¨®tese adem¨¢s que habla de humanos en vez de ciudadanos. Eso es porque los ciudadanos podemos preguntarnos por nuestra vida y cambiarla. En cambio, los humanos pueden reducirse a esclavos o tuiteros, lo mismo da. Lo importante es que sean sujetos pol¨ªticos con todo el poder para opinar y ninguna capacidad para cambiar.