Casado, 1; Feij¨®o, 0
El nuevo l¨ªder del PP est¨¢ perdiendo oportunidades de distanciarse de los errores del anterior. Y, en el lado izquierdo, Yolanda D¨ªaz tambi¨¦n est¨¢ perdiendo las suyas
Nadie albergaba duda alguna de lo que habr¨ªa votado Pablo Casado el jueves en el Parlamento: no. Y si algunos la alberg¨¢bamos sobre Alberto N¨²?ez Feij¨®o, ya la hemos despejado: tambi¨¦n no.
?Cu¨¢les son entonces las diferencias entre el PP de uno y de otro? De momento y ateni¨¦ndonos a los hechos, dos:
La primera es que Isabel Ayuso se ha salido con la suya y en mayo se convertir¨¢ en ...
Nadie albergaba duda alguna de lo que habr¨ªa votado Pablo Casado el jueves en el Parlamento: no. Y si algunos la alberg¨¢bamos sobre Alberto N¨²?ez Feij¨®o, ya la hemos despejado: tambi¨¦n no.
?Cu¨¢les son entonces las diferencias entre el PP de uno y de otro? De momento y ateni¨¦ndonos a los hechos, dos:
La primera es que Isabel Ayuso se ha salido con la suya y en mayo se convertir¨¢ en l¨ªder de su partido en la Comunidad de Madrid, algo l¨®gico que Casado le ten¨ªa vetado, aunque esa fuera la realidad de los dem¨¢s barones. Feij¨®o ha priorizado la paz regional y, en Madrid, est¨¢ servida. La segunda es que el PP de Feij¨®o ha formado gobierno con la ultraderecha en Castilla y Le¨®n, una situaci¨®n ins¨®lita en Europa que genera el l¨®gico malestar en el PP Europeo y una verg¨¹enza tan clamorosa que el propio Feij¨®o opt¨® por no salir en la foto.
Hasta ah¨ª, los hechos, ya que el talante negociador ser¨¢ solo eso, talante, si finalmente no se traduce en algo concreto como la renovaci¨®n del CGPJ, sino, por el contrario, en nuevos gobiernos de coalici¨®n con la ultraderecha llamada a regatear conquistas que cre¨ªamos ya consolidadas. Veremos en Andaluc¨ªa.
Feij¨®o ha perdido por tanto las primeras oportunidades de distanciarse de los errores de Casado y de coger altura de vuelo. Desde su tumba pol¨ªtica, este debe estar mascando el humano y est¨¦ril placer de quien siente que le est¨¢n dando la raz¨®n.
En el otro lado, el del Gobierno, se hacen rutina los tropiezos hasta (casi) perder el equilibrio. Pedro S¨¢nchez ha ido salvando las peores situaciones, siempre al filo de la navaja, jugando con una aritm¨¦tica enloquecida ante la realidad de que el bloque de investidura fue eso: de investidura. Entre poco o nada m¨¢s.
El episodio del espionaje puede acabar desinfl¨¢ndose si se confirma que el informe que lo denuncia viene contaminado: uno de sus autores no solo es uno de sus investigados, sino un colaborador tecnol¨®gico habitual del independentismo. Y ante la evidencia de que hay atropellos constitucionales que obviamente hay que vigilar. Cualquier exceso, que se investigue.
Pero la mayor debilidad del Gobierno est¨¢ hoy a la izquierda, donde el espacio de Unidas Podemos llega desdibujado y dividido a las elecciones de Andaluc¨ªa. Como Feij¨®o, Yolanda D¨ªaz tambi¨¦n va perdiendo oportunidades. Y el resultado es que, en esta era del bibloquismo, el socio peque?o del PSOE recula mientras crece el socio peque?o del PP. Y esto inclina la balanza hacia la derecha. Este es el mapa pol¨ªtico de una primavera muy vol¨¢til antes de las siguientes sorpresas. Que las habr¨¢.