Los pobres son idiotas
El lapsus de S¨¢nchez Gal¨¢n es parte de la campa?a de las grandes el¨¦ctricas por propiciar su tarifa libre. Que sigue a su cruzada de ¡®lobby¡¯ en Bruselas contra la ¡°excepci¨®n ib¨¦rica¡±
¡°Solamente los tontos que siguen con la tarifa regulada marcada por el Gobierno pagan ese precio¡± [alto, de la electricidad], profiri¨® el presidente de Iberdrola, Ignacio S¨¢nchez Gal¨¢n. Sabiamente rectific¨® ante el revuelo. Err¨®neamente, lo hizo a medias: se disculpaba en caso de que ¡°alguien se sintiera ofendido¡± por una frase ¡°coloquial¡±.
Pues claro que agravi¨® a los 10 millones de clientes de esa tarifa. M¨¢s a¨²n a lo...
¡°Solamente los tontos que siguen con la tarifa regulada marcada por el Gobierno pagan ese precio¡± [alto, de la electricidad], profiri¨® el presidente de Iberdrola, Ignacio S¨¢nchez Gal¨¢n. Sabiamente rectific¨® ante el revuelo. Err¨®neamente, lo hizo a medias: se disculpaba en caso de que ¡°alguien se sintiera ofendido¡± por una frase ¡°coloquial¡±.
Pues claro que agravi¨® a los 10 millones de clientes de esa tarifa. M¨¢s a¨²n a los beneficiarios cautivos del bono social el¨¦ctrico (1,2 millones de familias), obligados a contratar la tarifa regulada, por otra parte la m¨¢s barata antes de la pandemia. La gente de menores ingresos. Los m¨¢s pobres.
Gal¨¢n es un jugador brillante, con ¨¦xitos cosechados: en las renovables, en el consorcio con Seat para el coche el¨¦ctrico... As¨ª que el sesgo clasista de su aserto debi¨® ser involuntario, deudor de su car¨¢cter torrencial. Pero sintoniza con el desd¨¦n de ciertos ultrarricos a los menos afortunados, pues creen que los pobres son idiotas: de lo contrario ¡ªopinan¡ª ser¨ªan ricos. Cierto que la etimolog¨ªa les desmiente. En lengua griega no es el obrero, sino el propietario, el ¡°idiotik¨ª¡±. Riqueza, sabidur¨ªa y genio no siempre se alinean. El gran Vermeer muri¨® pobre como las ratas. Y el m¨¢s influyente economista contempor¨¢neo, lord Keynes, se arruin¨® varias veces.
El, digamos, lapsus de Gal¨¢n, era parte de la campa?a de las grandes el¨¦ctricas por propiciar su tarifa libre. Que sigue a su cruzada de lobby en Bruselas contra la ¡°excepci¨®n ib¨¦rica¡± auspiciada por el Gobierno en favor de¡ los consumidores. Olvidar¨ªan que ostentan enorme responsabilidad social como gestoras ¡ªprivadas¡ª de un servicio p¨²blico. La intensidad de su presi¨®n ha desbordado todo precedente ponderado.
Ya antes debelaron la mengua de sus ¡°beneficios ca¨ªdos del cielo¡±, y la CNMC inadmiti¨® el 12 de abril su recurso por ¡°carente de fundamento¡±. El d¨ªa 4, Gal¨¢n afe¨® a Espa?a como ¡°el pa¨ªs con m¨¢s riesgo regulatorio de Europa¡±. El 19, con grandes bancos, tacharon la excepci¨®n de ¡°ventaja competitiva desleal¡±. Y el 21 denunciaron ante la Comisi¨®n que no era, yuju, ¡°compatible con el marco legal europeo¡±. Sin ¨¦xito.
La an¨¦cdota de los tontos que no lo eran es parte de una categor¨ªa: el exceso de poder de compa?¨ªas que prestan servicio al p¨²blico y que, a diferencia de las petroleras, no pal¨ªan su coste con sus beneficios excesivos. Pues habr¨¢ que regularlas m¨¢s, imponerles protocolos, crear una autoridad de defensa del cliente, como en la banca. El dilema entre libertad salvaje y nacionalizaci¨®n debe encontrar una alternativa viable.