Lo mejor es empezar

Esta es la versi¨®n web de Letras Americanas, el bolet¨ªn de EL PA?S Am¨¦rica que recorre cada 15 d¨ªas las novedades de R¨ªo Bravo a la Tierra del Fuego. Para recibirlo cada domingo puede suscribirse en este enlace.

Querido lector, mi nombre es Emiliano Monge, soy escritor y colaborador de la secci¨®n de opini¨®n de EL PA?S. Tras varios a?os escribiendo sobre pol¨ªtica y cultura, hace unas semanas se concret¨® la idea de este espacio, dedicado a los libros que se est¨¢n escribiendo y editando en Latinoam¨¦rica.

Letras americanas, as¨ª es como ha sido bautizado este punto de encuentro, en el que tratar¨¦ de recorrer, junto con ustedes, la mayor cantidad posible de territorios espaciales y temporales de nuestras literaturas y tradiciones literarias, sin olvidar que los libros nos interpelan y nos cambian desde la raz¨®n, pero tambi¨¦n desde las emociones.

Siempre con el pretexto de alguna novedad, aunque tambi¨¦n a consecuencia de alguna recuperaci¨®n, premio o reconocimiento, festival, pol¨¦mica o descubrimiento, este espacio buscar¨¢ convertirse en una br¨²jula para quienes deseen moverse por el enorme mapa de las letras americanas.

Vamos a darle

Hace unos d¨ªas termin¨¦ A veces despierto temblando, la novela con la que la escritora hidalguense Ximena Santaolalla gan¨® el ¨²ltimo Premio Achar a Primera Novela y con la que se inserta, de golpe, en esa tradici¨®n tan latinoamericana que es la de la literatura de la violencia pol¨ªtica.

Dictaduras y democracias aparentes, torturadores y torturados, s¨®tanos oscuros y desaparecidos, partos secretos y beb¨¦s robados: desde Operaci¨®n masacre, de Walsh, hasta Nocturno de Chile o Amuleto, de Bola?o, desde Roza tumba quema de Claudia Hern¨¢ndez hasta Humo, de Gabriela Alem¨¢n, la literatura de la violencia pol¨ªtica, ya sea desde la ficci¨®n o la no ficci¨®n, dialoga con uno de los conflictos que nos marca como regi¨®n y ha dejado libros dolorosos e inc¨®modos.

Como toda tradici¨®n, por supuesto, la de nuestra literatura de la violencia pol¨ªtica es un subconjunto de un conjunto m¨¢s grande, el de la literatura de la violencia. Un subconjunto compuesto, adem¨¢s, de otros subconjuntos m¨¢s peque?os, que a veces pueden ser un libro ¡ªla obra del poeta Zurita, por ejemplo, ocupa su propio c¨ªrculo, igual que la de la narradora Libertad Demitr¨®polous¡ª y otras veces estar compuestos por la obra de varios autores: el boom, esa generaci¨®n que algunos siguen mirando como c¨²spide en vez de como per¨ªodo¡ª dej¨® varias novelas sobre dictadores, todas las cuales caben en un mismo c¨ªrculo.

A veces despierto temblando, en este sentido, comparte c¨ªrculo con novelas de Horacio Castellanos Moya, as¨ª como con El material humano, de Rodrigo Rey Rosa y La casa del dolor ajeno, de Juli¨¢n Herbert, es decir, se inserta en el c¨ªrculo que podr¨ªa llamarse ¡°de genocidios¡±, que utiliza registros documentales y que cristaliz¨® a partir de la obra de Rosario Castellanos, aunque antes, en el siglo XIX, se hubiera escrito sobre los tratos inhumanos que se reservaban a las poblaciones originarias, de esclavos tra¨ªdos de ?frica o de migrantes asi¨¢ticos. Y es que la novela de Santaolalla aborda la dictadura de R¨ªos Montt en Guatemala, la aniquilaci¨®n de m¨¢s de cien mil ind¨ªgenas en el Pet¨¦n y la formaci¨®n de los kaibiles, soldados entrenados en Estados Unidos para deshumanizar a sus v¨ªctimas, a la vez que se deshumanizaban a s¨ª mismos durante la tortura y el asesinato.

Cruzar fronteras

La novela de Santaolalla, sin embargo, no se queda en Guatemala: a trav¨¦s de dos de los kaibiles que la protagonizan, se adentra en el M¨¦xico de la corrupci¨®n militar, del tr¨¢fico de personas y del asesinato sist¨¦mico de migrantes centroamericanos. Es por esto que A veces despierto temblando tambi¨¦n comparte subconjunto con Los migrantes que no importan, de ?scar Mart¨ªnez, Ant¨ªgona Gonz¨¢lez, de Sara Uribe, Se?ales que preceder¨¢n el fin del mundo, de Yuri herrera y El libro centroamericano de los muertos, de Balam Rodrigo.

Un tema, sin embargo, no alcanza para pertenecer a los conjuntos y subconjuntos de una tradici¨®n, menos en una regi¨®n tan basta y rica como la de nuestras letras: es necesario ser tan consciente de la forma como del fondo. Por eso, mientras le¨ªa el libro de Santaolalla, pens¨¦ y me atrevo tambi¨¦n a afirmar que encaja en los subconjuntos mencionados: A veces despierto temblando ¡ªcuyo t¨ªtulo no llama a enga?o: tras leerlo, despert¨¦ asediado por im¨¢genes brutales¡ª es una gesta de recursos t¨¦cnicos y de trabajo con el lenguaje.

Y no me refiero s¨®lo a que utilice, como la mayor¨ªa de los autores que he mencionado ac¨¢, fuentes period¨ªsticas o que se atreva a poner en tensi¨®n las fronteras entre ficci¨®n y no ficci¨®n, me refiero, sobre todo, a que inventa un lenguaje propio (uno para cada uno de sus narradores, adem¨¢s).

Y me refiero, tambi¨¦n, a que, al tiempo que rompe una y otra vez los tiempos narrativos, Santaolalla construye una arquitectura ¨²nica, una arquitectura que deja amplios corredores y largu¨ªsimos pasillos para que el lector los llene con su presencia.

Coordenadas

A veces despierto temblando fue publicado por Literatura Random House. La obra de Horacio Castellanos Moya fue publicada, originalmente, por Tusquets, aunque est¨¢ siendo reeditada por Literatura Random House. El caso de El material humano es similar: publicado originalmente por Anagrama, hoy se encuentra en Alfaguara. La casa del dolor ajeno lo public¨® Literatura Random House. Roza tumba quema se encuentra en ediciones de Sexto Piso y de Laurel, mientras que Ant¨ªgona Gonz¨¢lez cuenta con diversas ediciones, as¨ª como Los migrantes que no importan. El libro centroamericano de los muertos fue publicado por el Fondo de Cultura Econ¨®mica y Se?ales que preceder¨¢n el fin del mundo por Perif¨¦rica.

Quien quiera saber m¨¢s o aproximarse desde otro lugar a la dictadura de R¨ªos Montt puede buscar la pel¨ªcula La llorona, as¨ª como los documentales que conforman la Saga de la resistencia. Tambi¨¦n pueden escuchar el podcast La advertencia.

Queda despedirme y recordarles que dentro de dos semanas regresa Letras americanas, newsletter que puedes recibir en tu correo, si te suscribes aqu¨ª.