Laura Borr¨¤s o el l¨ªrico encanto de la impostura
La presidenta del Parlament ha arrasado para hacerse con el poder en Junts porque, en teor¨ªa, es una buena marca y, si la cosa se l¨ªa, siempre nos quedar¨¢ repetir represi¨®n
El regalo para los trabajadores de la instituci¨®n que preside no estaba mal. Ven¨ªa Sant Jordi y la presidenta, adem¨¢s de una rosa, regal¨® poes¨ªa. Laura Borr¨¤s opt¨® por un cl¨¢sico: la nueva edici¨®n de Da nuces pueris, el primer libro de Gabriel Ferrater. Lo que no pod¨ªa imaginarse era que bastantes de los trabajadores del Parlament lo rehusasen y devolviesen el ejemplar a los ujieres. M¨¢s que ¡°un juego...
El regalo para los trabajadores de la instituci¨®n que preside no estaba mal. Ven¨ªa Sant Jordi y la presidenta, adem¨¢s de una rosa, regal¨® poes¨ªa. Laura Borr¨¤s opt¨® por un cl¨¢sico: la nueva edici¨®n de Da nuces pueris, el primer libro de Gabriel Ferrater. Lo que no pod¨ªa imaginarse era que bastantes de los trabajadores del Parlament lo rehusasen y devolviesen el ejemplar a los ujieres. M¨¢s que ¡°un juego perverso¡±, como puede leerse en el poema Sobre la catarsis, parece la reacci¨®n ante una costumbre: la impostura. A lo largo de aquella ma?ana, como cont¨® ?ngels Pi?ol, en algunos lugares del palacio se colocaron cubos de pl¨¢stico con el cartel ¡°Roses retornades¡±. Durante las horas siguientes se llenaron de rosas. Este descontento de los trabajadores del Parlament tiene m¨²ltiples causas. Todas rebotan contra el principal talento de la personalidad pol¨ªtica de Borr¨¤s: su capacidad l¨ªrica y populista para neutralizar la contradicci¨®n entre palabras y hechos.
La popularidad de Borr¨¤s se fundamenta en un melifluo discurso independentista de confrontaci¨®n con el Estado cuya materializaci¨®n implicar¨ªa la desobediencia institucional. Hace tres meses se produjo su momento para pasar de la proclama patri¨®tica a la acci¨®n concreta. Y claro, no. La Junta Electoral Central, en una decisi¨®n como poco exagerada, orden¨® el cese del diputado Pau Juvill¨¤ por no haber atendido la orden que le obligaba a retirar el lazo amarillo que ten¨ªa colgado en la ventana de su balc¨®n. Nunca jam¨¢s, dec¨ªa Borr¨¤s, pero el diputado, que adem¨¢s era miembro de la Mesa, fue cesado. Para no asumir sus responsabilidades, ella las transfiri¨® a los funcionarios del Parlament al afirmar que hab¨ªan actuado sin su consentimiento. ¡°Me entusiasma la imagen / del general traidor¡±, escribe Ferrater en Lecci¨®n de historia. Para evitar que el activismo la crucificase, esa noche acudi¨® a una concentraci¨®n prohibida por la Consejer¨ªa de Interior, acompa?ada por su n¨²cleo de confianza. Se dio un ba?o de masas y, gracias al bullying de su batall¨®n tuitero, el foco se alej¨® del Parlament.
Otra estrategia de desplazamiento del foco est¨¢ relacionada con el esc¨¢ndalo que destap¨® la periodista N¨²ria Orriols en el Ara. Hasta ese momento, los trabajadores que cumplen 60 a?os y han trabajado m¨¢s de 15 en el Parlament pod¨ªan acogerse a una ¡°licencia de edad¡±. Permite cobrar la pr¨¢ctica integridad del sueldo sin necesidad de ir a trabajar. Chollazo. Se sucedieron declaraciones de Borr¨¤s. Hab¨ªa tomado medidas, lo solucionar¨ªa. Pasada la tormenta medi¨¢tica, aparentemente caso resuelto. Apenas importaba que el informe de los letrados de la C¨¢mara razonase que no hab¨ªa problema para que los funcionarios se reincorporasen a su lugar de trabajo. Para evitarse problemas, Borr¨¤s defiende blindar licencias ya autorizadas y no reincorpora a un solo trabajador al Parlament. Es una variante de lo que el diputado popular Fern¨¢ndez denunci¨® en una intervenci¨®n desternillante. Mientras de d¨ªa Borr¨¤s acusa al Estado de fascista y opresor, por la noche cumplimenta la documentaci¨®n para obtener plaza de funcionaria del Estado. ¡°Nos lo vender¨ªa todo, cosas y cosas¡±, puede leerse en el poema Como Fausto.
Esta semana Laura Borr¨¤s ha conseguido que ella y su n¨²cleo de confianza ocupen las principales parcelas de poder de su partido, siempre en construcci¨®n. No solo ser¨¢ presidenta del Parlament, sino tambi¨¦n de Junts, el partido cuyo origen remoto era la moderaci¨®n convergente y hoy torpedea un nuevo consenso ling¨¹¨ªstico. A la hora de negociar el acuerdo con otras familias del mismo espacio sobreexcitado, no ha importado que Borr¨¤s est¨¦ siendo investigada por cuatro delitos de corrupci¨®n ¡ªmalversaci¨®n, prevaricaci¨®n, fraude y falsedad documental¡ª tras el fraccionamiento de 18 contratos que suman m¨¢s de 300.000 euros. Ha arrasado porque, en teor¨ªa, es una buena marca y, si la cosa se l¨ªa, siempre nos quedar¨¢ repetir represi¨®n. ¡°Reiremos tambi¨¦n, y guardaremos el secreto¡±, escribi¨® Ferrater en otro poema de Da nuces pueris. El secreto que ella encara y que tanto ha condicionado la gobernabilidad en Catalu?a durante la ¨²ltima d¨¦cada es la impostura. L¨ªrica, eso s¨ª.