Laura Borr¨¤s y la pol¨ªtica del ¡®yo¡¯
La actividad p¨²blica de gobierno es, sobre todo, un asunto personal para la nueva presidenta del Parlament
Las reuniones de trabajo con Laura Borr¨¤s (50 a?os) suelen virar hacia lo personal. Si se discute la posici¨®n del partido sobre sanidad p¨²blica, ella remite a su embarazo. Si se habla de vivienda, relata c¨®mo compr¨® la casa donde vive con su marido, el cirujano Xavier Botet. Lo rememora un excolaborador cercano de Junts per Catalunya: ¡°Le encanta hablar de s¨ª misma. Hasta cuando habla de libros, habla de ella¡±.
La pol¨ªtica, para la nueva presidenta del Parlament, es sobre todo un asunto personal, donde el yo y las emociones ocupan el primer plano. ¡°Lo da todo: si un compa?ero debe declarar ante un juez, ella le acompa?a. Pero pide el mismo trato y, si no lo recibe, se lo apunta¡±, detalla el colaborador. Se define como una mujer ¡°progresista¡±, pero su ideolog¨ªa es dif¨ªcil de descifrar porque en ocasiones se posiciona sobre los asuntos ¡°en funci¨®n de lo que cree que va a gustar¡±. ¡°Eso¡±, a?ade, ¡°es populismo, y es la clave de b¨®veda¡±.
Nacida en una familia acomodada de Barcelona -su madre era agente de seguros y su padre, jefe de urgencias del hospital Cl¨ªnic-, Borr¨¤s ¡°siempre ha sido la primera de la clase¡±. Y no soporta lo contrario: es competitiva y ambiciosa. Doctora en Filolog¨ªa Rom¨¢nica por la tesis Formes de la follia a l¡¯Edat Mitjana (Formas de la locura en la Edad Media), es profesora de Literatura en la Universidad de Barcelona desde 1995. Cuando se trata de trabajar, no escatima horas. Tampoco le cuesta verbalizar lo mucho que trabaja.
¡°Cada d¨ªa tengo una faenada de Can tirir¨ªn. Ma?ana me voy a Riba-Roja d¡¯Ebre a un festival de poes¨ªa dedicado a Montserat Abell¨®. He de preparar a¨²n el preg¨®n, la conferencia sobre su trayectoria y la antolog¨ªa que he de recitar¡±, escribi¨® en julio de 2014, mientras era directora de la Instituci¨® de les Lletres Catalanes (ILC). Lleg¨® al cargo (con un salario de m¨¢s de 87.000 euros) de la mano del entonces consejero de Cultura Ferran Mascarell, que quer¨ªa acercar la literatura catalana a las nuevas tecnolog¨ªas. En esa etapa, Borr¨¤s firm¨® un manifiesto del Grupo Koin¨¦ que cargaba contra el biling¨¹ismo y exig¨ªa un pa¨ªs donde solo el catal¨¢n fuese lengua oficial.
El correo fue uno de los muchos que Borr¨¤s envi¨® a un colaborador en literatura digital, Isa¨ªas H., y forma parte de la causa judicial en la que est¨¢ siendo investigada por delitos de corrupci¨®n. Borr¨¤s fraccion¨® presuntamente contratos sobre la web del organismo para adjudic¨¢rselos a Isa¨ªas. Esa causa judicial amenaza con socavar su carrera pol¨ªtica, aunque por ahora no le ha impedido convertirse en la segunda autoridad de Catalu?a.
Borr¨¤s rebate las acusaciones con vehemencia: denuncia una persecuci¨®n por sus ideas y exige la lealtad de los suyos. Un miembro de su equipo en Madrid le sugiri¨® aceptar el suplicatorio enviado por el Tribunal Supremo al Congreso para citarla como investigada. La bronca fue may¨²scula. La diputada le acus¨® de colaborar con la ¡°represi¨®n¡± del Estado. En Borr¨¤s, lo personal y lo pol¨ªtico van siempre de la mano. Durante la campa?a electoral del 14-F, esquiv¨® el asunto con una f¨®rmula que recuerda al ¡°Aix¨° no toca¡± del expresident Jordi Pujol.
Pese a que Junts naci¨® de las cenizas de CiU, Borr¨¤s no se considera en absoluto su heredera pol¨ªtica. Tal como ha escrito en su ¨²ltimo libro, Filla de l¡¯1 d¡¯octubre, explica que entr¨® en pol¨ªtica por la represi¨®n policial al refer¨¦ndum del 1-O, un hecho que marc¨® su vida. En las elecciones de 2017, tras la fallida declaraci¨®n de independencia, fue elegida diputada en el Parlament como independiente. Como ha ocurrido con otras figuras del independentismo, su ascenso en estos a?os de agitaci¨®n social y pol¨ªtica ha sido fulgurante.
El president Quim Torra la nombr¨® en 2018 consejera de Cultura y desde entonces ha sido el gran valedor de su carrera pol¨ªtica, incluso por delante del l¨ªder indiscutible del partido, el expresidente Carles Puigdemont. Personas que trabajaron con ella en esa etapa la definen como ¡°rigurosa y pragm¨¢tica¡±, aunque no cumpli¨® los hitos que se hab¨ªa marcado: un carn¨¦ cultural, nuevos planes de lectura, la revisi¨®n del sistema de archivos o la reactivaci¨®n de la tasa audiovisual, entre otros. Tal vez le falt¨® tiempo, porque Borr¨¤s ha devorado etapas sin pesta?ear, siempre con una sonrisa y un trato cercano que le han hecho ganar una legi¨®n ya no de votantes, sino de fans.
Tras nueve meses al frente de Cultura, en 2019 logr¨® un esca?o como diputada en Madrid. Su declaraci¨®n de bienes es un buen resumen de su extracci¨®n social: un piso a medias en Barcelona, dep¨®sitos, ahorros y fondos por m¨¢s de 105.000 euros, un plan de pensiones por 34.000 y un Jaguar XF que conduce su marido.
Aunque insiste en reivindicarse como una outsider, lo cierto es que su etapa al frente de un organismo p¨²blico como la ILC la acerc¨® a los mecanismos del poder. Un colaborador de esa hora no guarda muy buen recuerdo de su papel como jefa. ¡°Si un proyecto no sal¨ªa bien y el consejero ped¨ªa explicaciones, ella dec¨ªa que su parte estaba bien, y echaba al equipo a los leones¡±. Esa persona celebra que, como presidenta de la C¨¢mara aut¨®noma, estar¨¢ alejada de tareas de gesti¨®n. Aunque tiene claro que ser¨¢ una presidenta muy especial. ¡°Ella sonr¨ªe y escucha o hace ver que escucha. Pero no es permeable: al final, har¨¢ lo que quiera¡±.
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