El desaf¨ªo de las armas en EE UU
Los t¨ªmidos avances para un mayor control quedan frustrados por decisiones como la del Supremo sobre el Estado de Nueva York
En solo unas horas EE UU ha vivido una muestra de la extrema complicaci¨®n legislativa y judicial que supone controlar m¨ªnimamente el acceso a las armas en ese pa¨ªs. Por un lado, el Senado aprobaba una hist¨®rica ley que pretende dificultar, aunque sea de forma muy b¨¢sica, su adquisici¨®n; por otro, ...
En solo unas horas EE UU ha vivido una muestra de la extrema complicaci¨®n legislativa y judicial que supone controlar m¨ªnimamente el acceso a las armas en ese pa¨ªs. Por un lado, el Senado aprobaba una hist¨®rica ley que pretende dificultar, aunque sea de forma muy b¨¢sica, su adquisici¨®n; por otro, el Tribunal Supremo daba luz verde a llevar armas de fuego en p¨²blico en el Estado de Nueva York, al estimar que la actual legislaci¨®n viola la Segunda Enmienda de la Constituci¨®n. Horas m¨¢s tarde, el Congreso ratificaba el texto del Senado.
En medio de una oleada de matanzas indiscriminadas, que el presidente Joe Biden ha calificado de epidemia, la iniciativa de una veintena de senadores (dem¨®cratas y republicanos) se abr¨ªa paso el jueves por la noche con una holgada mayor¨ªa en la C¨¢mara alta (65 votos a favor frente a 33 en contra). Aunque el texto queda muy lejos de las aspiraciones de la Casa Blanca, refuerza la verificaci¨®n de antecedentes cuando los compradores de armas sean menores de 21 a?os y exige un examen exhaustivo de los registros juveniles, incluidos los de salud mental, desde que el potencial comprador cumple 16 a?os. Es un compromiso de m¨ªnimos que no recoge la propuesta presidencial de prohibir la venta de rifles militares, limitar la venta de munici¨®n de gran calibre y elevar la edad m¨ªnima para adquirir un arma de 18 a 21 a?os. Pero incluso as¨ª es el mayor avance legislativo en 30 a?os. La C¨¢mara de Representantes aval¨® el texto por 234 votos a favor y 193 en contra.
El escaso alivio para los estadounidenses ha durado poco porque en paralelo el Supremo daba un varapalo a una de las leyes locales m¨¢s restrictivas del pa¨ªs sobre las armas. La ley del Estado de Nueva York exig¨ªa a quienes portaran un arma ¡ªportar, no mostrar¡ª en la v¨ªa p¨²blica tener licencia y justificar la necesidad de llevarla encima. El mismo Supremo ultraconservador que acaba de derogar el aborto considera que esa cautela es inconstitucional. Se trata de la segunda resoluci¨®n m¨¢s importante del alto tribunal en este sentido desde 2008, cuando asegur¨® que tener armas en el domicilio para defensa propia est¨¢ amparado por la Constituci¨®n.
La situaci¨®n se resume en un paso adelante y dos atr¨¢s. La sentencia del Supremo supone un mazazo para el control de la violencia, es una victoria clara para los poderosos lobbies armament¨ªsticos y puede tener el efecto pernicioso de hacer partidaria de poseer armas a una notable parte de la poblaci¨®n con miedo a quedar indefensa ante una avalancha de ataques indiscriminados. Desgraciadamente, el debate sigue en pie hasta el pr¨®ximo tiroteo.