Represi¨®n en Nador: no en mi nombre

No s¨¦ en qu¨¦ momento hemos perdido los socialistas sensibilidad humanitaria hacia los migrantes. No recuerdo el momento. Quiz¨¢s yo no estuve atento.

No s¨¦ cu¨¢ndo renunciamos los socialistas a la defensa de los derechos humanos en cualquier rinc¨®n del planeta al margen de coyunturas, de intereses geoestrat¨¦gicos o del color de la piel de los maltratados. No lo recuerdo. Quiz¨¢s no le¨ª alguna circular del PSOE en mi correo.

El caso es que 23 hombres negros murieron el viernes pasado, solo digo que murieron, no que fueran asesinados, a falta de una investigaci¨®n rigurosa. Pudieron ser 27 o m¨¢s, como se?alan las ONG¡¯s. Pero nunca lo sabremos.

Ellos, los hombres negros, ten¨ªan un corto y triste pasado. Pero su futuro estaba lleno de sue?os de libertad en esa Europa aparentemente prometida. Y para ello hab¨ªan recorrido m¨¢s de 6.000 kil¨®metros.

Todos han perdido la vida en la valla que les separaba de Europa, en Nador/Melilla. Alguien decidi¨® resolver un problema de orden p¨²blico, a¨²n vi¨¦ndolo venir, de manera inhumana, salvaje. ?Para dar un escarmiento? Pero ... no en mi nombre.

Asistimos, callados, a un problema mal resuelto, como pas¨® en el caso de la playa del Tarajal. Es tarde para lamentarlo. Ya no basta el lamento tras la respuesta incomprensible que dio el s¨¢bado nuestro presidente del Gobierno. Los socialistas debemos saber rectificar.

Esa actuaci¨®n con total contundencia de la Gendarmer¨ªa de Marruecos no pudo ser improvisada y el resultado final es condenable. Hay que gritar que as¨ª no se hacen las cosas en democracia. No todo vale para impedir que salten la valla personas que escapan del hambre o de las guerras.

Por supuesto que tenemos que acabar con los jefes de las malditas mafias; s¨ª. A?os ha tenido Marruecos y la UE. Adem¨¢s, debemos aplicar, con recursos y planes, otras soluciones para hacer posible una migraci¨®n regular mediante procesos estudiados y planificados.

Como el Plan Africa III que present¨® Borrell en 2019 o la regulaci¨®n de los flujos migratorios, con medidas tanto en los pa¨ªses de origen de los migrantes como en los de destino. Tambi¨¦n se necesitan planes de ayuda e inversi¨®n de la UE en ?frica, antes de que China y Rusia se repartan aquel continente.

Lo que hemos visto en el paso fronterizo de Nador es el resultado de una intervenci¨®n muy propia del r¨¦gimen pol¨ªtico marroqu¨ª, nada fiable a la hora de respetar los derechos humanos y defender los principios democr¨¢ticos.

Me pregunto hasta d¨®nde nos llevar¨¢ la deriva de esta nueva relaci¨®n diplom¨¢tica de ¡°amistad y colaboraci¨®n¡± con nuestros vecinos de Marruecos. ?Cu¨¢l ser¨¢ la pr¨®xima sorpresa?