De Catalu?a y Espa?a
A todos les interesa encauzar los litigios, salvo a los herederos del general Mart¨ªnez Anido y a los de la FAI
Tras largo tiempo como un Guadiana, la mesa de di¨¢logo entre el Gobierno y el Govern catal¨¢n se reanudar¨¢ ya mismo. Ser¨¢ su tercera sesi¨®n, en 29 meses. Las dos anteriores no han ido muy all¨¢. Pero es mejor dialogar que tirarse los trastos, salvo que seas rarito. O facha.
?Por qu¨¦ tan ralos resultados hasta ahora? Por azares, minas, la pesada herencia de un pasado que busca repetirse. Desde resoluciones judiciales con tempo dis...
Tras largo tiempo como un Guadiana, la mesa de di¨¢logo entre el Gobierno y el Govern catal¨¢n se reanudar¨¢ ya mismo. Ser¨¢ su tercera sesi¨®n, en 29 meses. Las dos anteriores no han ido muy all¨¢. Pero es mejor dialogar que tirarse los trastos, salvo que seas rarito. O facha.
?Por qu¨¦ tan ralos resultados hasta ahora? Por azares, minas, la pesada herencia de un pasado que busca repetirse. Desde resoluciones judiciales con tempo distinto al de la pol¨ªtica pero que la complican; hasta convocatorias electorales polarizadoras; pasando por asuntos como los del espionaje de Pegasus.
A veces, la Esquerra Republicana pragm¨¢tica tem¨ªa la pinza reaccionaria de Junts y los centralistas. Otras, el placaje extremista al Gobierno, para embarrancarle cualquier reencuentro constructivo, le dejaba con poco aire y mucha asfixia.
Y sobre todo, porque la parte digamos catalana (con el respaldo de la mitad de media Catalu?a) desmesuraba sus pretensiones: la amnist¨ªa y la autodeterminaci¨®n (otro refer¨¦ndum) no tienen encaje legal como tales. Ni correlaci¨®n de fuerzas favorable. Pero a todos les interesa encauzar los litigios, salvo a los herederos del general Mart¨ªnez Anido y a los de la FAI. Al Gobierno, para culminar la legislatura con estabilidad y acreditando capacidad de digesti¨®n de problemas. A Esquerra, porque ha apostado mucho por el di¨¢logo ¡ªy con resultados¡ª y no por la confrontaci¨®n que pregonan Waterloo y los neocarlistas.
Ser¨ªa ideal que ambos pensaran en el conjunto de los catalanes (y espa?oles) y forjasen un gran plan para un nuevo estatuto de todas las lenguas de los espa?oles en todo el territorio (y en el exterior), y otro para ejecutar que las inversiones estatales programadas se cumpliesen en Catalu?a, al 90% y no al 36%: bochorno.
El m¨¦todo de di¨¢logo (?al fin!) pactado propugna ¡°contribuir al fin de la judicializaci¨®n¡± del llamado ¡°conflicto pol¨ªtico¡± (?s¨®lo hay uno?). Convendr¨¢ ver qu¨¦ entiende cada uno de eso.
No cabe inhibir al sistema judicial de sus funciones constitucionales. Pero s¨ª evitar enviarle litigios resolubles desde la pol¨ªtica; reformar tipos delictivos y sus penas (rebeli¨®n, sedici¨®n) para homologarlos con los vecinos (no para desvanecerlos); desincentivar la exorbitancia fiscal y judicial que friccione con la autonom¨ªa del poder legislativo; limitar la acusaci¨®n particular por la que los partidos buscan ganar en el estrado lo perdido en las urnas; reforzar el rol de la Fiscal¨ªa como defensora de los derechos individuales. Y acabar con la anormalidad de que altos cargos (auton¨®micos) del Estado deslegitimen instituciones como su jefatura. O sea, cosas ¨²tiles. Para Catalu?a. Para Espa?a.